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En Busturialdea podemos encontrar distintos elementos sociales y religiosos representativos de las gentes del entorno, desde iglesias y ermitas hasta cruces de camino, pasando por conventos, claustros.... En este apartado, nos centraremos sólo en ver como han influido los principales estilos artísticos en las construcciones religiosas más voluminosas (iglesias, ermitas, conventos y claustros). Vamos a encontrar influencias de distintas tendencias artísticas. Del Prerrománico y del Románico poco encontraremos, sólo algunos elementos como ventanas o portadas. El Gótico y el Renacimiento son muy generosos, con conjuntos de carácter monumental y con mobiliario de esos estilos. El Barroco ha influenciado poco y el Neoclasicismo, al contrario, tiene una buena representación, probablemente la mejor de todo Bizkaia, con construcciones muy interesantes. De la arquitectura religiosa Contemporánea poco podemos decir, ya que está poco representada y lo que aparece es de escasa calidad. Para llevar a cabo esta propuesta nos basaremos en la publicación de José Ángel Barrio Loza y otros titulada Arqueología, Urbanismo y Arquitectura Histórica. Bizkaia II. Markina-Ondarroa, Gernika-Bermeo, Plentzia-Mungia.

La información documental altomedieval solamente a medias se ve confirmada por los testimonios monumentales. La mayor parte de forma fragmentaria, la comarca recoge una serie de testimonios construidos que consideramos altamente interesantes para poder reconstruir la historia de una etapa especialmente oscura.

EL PRERROMÁNICO

El arte religioso comarcano es, en estos momentos, un campo de pura especulación. No existe en todo el territorio ningún edificio completo que pueda atribuirse con seguridad a fechas anteriores al siglo XII. Sin embargo, en Busturialdea se han hallado un total de cuatro ventanas cuyas características de estilo vienen siendo atribuidas habitualmente por los investigadores al momento prerrománico. Se han localizado en las ermitas de San Lorenzo (Isla, Gautegiz Arteaga), San Juan y San Lorenzo (Lamikiz, Mendata), San Miguel de Urrieldua, hoy caserío Urrieldo (Gorozika, Muxika), Santa Lucía de Garay (Gerrika) y San Salvador (Berreño) (ambas en Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz) y el caserío Apraiz-Barrenengoa (Altamira, Busturia). Se trata en todos los casos de estrechos vanos germinados separados por una o dos columnillas y rematados, en algunos casos, sin ningún óculo, y cuando los hay, por dos o por tres óculos simétricos. La pieza completa aparece siempre tallada en un sólo bloque de piedra, salvo en el caso de Busturia, que está vaciada en dos sillares separados.

Andra Mariko eliza
Portada de la iglesia de Santa Maria
(Gautegiz Arteaga). Sus capiteles de
hojitas pegadas al núcleo remiten al
arte románico de veta cisterciense de
siglo XIII avanzado.

EL ROMÁNICO

Portada de la iglesia de Santa Maria (Gautegiz Arteaga). Sus capiteles de hojitas pegadas al núcleo remiten al arte románico de veta cisterciense de siglo XIII avanzado.La etapa románica, en la que en toda Europa se sientan las bases de una recuperación arquitectónica, se ilustra con una serie de testimonios igualmente fragmentarios. No se conserva íntegra ninguna iglesia de las que se citan en los documentos medievales, aunque es fácil que algunas hubieran llegado en mejor o peor estado hasta el siglo XVI o hasta el siglo XVIII, cuando, por ejemplo, se procede a recuperar templos como los de Santa María (Elizalde, Gautegiz Arteaga) o San Vicente (Ugarte, Muxika. Los restos románicos que hay en estos dos lugares y en Santa Maria (Almike, Bermeo) así lo confirman: una portada de estirpe cisterciense en Gautegiz Arteaga, otra en medio punto en Almike, un muro con línea de canes en Ugarte..., poco bagaje, de cualquier manera.

Por otro lado, en la ermita de San Miguel ((Arbatzegi, Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz) (este municipio no se incluye en los límites de Busturialdea, pero como parte de su territorio queda recogido en Urdaibai lo incluimos en este apartado) apareció un pequeño capitel (hoy guardado en el caserío Garro) y una basa de columna, empotrada en su ángulo noreste.

EL GOTICO

El estilo gótico tiene, en cambio, un comportamiento diferente, mucho más generoso, situación que se repite por toda Bizkaia, donde esta estética está ampliamente divulgada. No solamente son numerosos los testimonios góticos –eso sin contar el mobiliario-, sino que forman conjuntos de carácter monumental, retazos la mayoría de ellos de la historia social y religiosa de las poblaciones que los acogen.

A este respecto es Bermeo la población más interesante, con su vieja iglesia de Santa Eufemia, justo encima de la dársena, lugar de sepultura de familias importantes del municipio, como la del convento de San Francisco, cuyos muros se fueron perforando para construir capillas-enterrorio para las familias burguesas más potentes de la villa. Este templo franciscano conserva, incluso, su claustro, también gótico, ejemplo excepcional en esta comarca, importantísimo testigo medieval, del cambio de siglo XV-XVI, complemento de una gran iglesia mendicante.

San Frantziskoko klaustro
En el antiguo claustro de San Francisco
(Bermeo) los pilares fasciculados, capiteles
geométricos, etc..., nos orientan hacia un
estilo gótico, ya decadente. La decoración
figurada se refugia en las ménsulas de los
rincones. Se construía hacia 1510.

Las dos iglesias son de una nave abovedada con crucería –nueva la del convento- y en su estilo responden bien al tipo de templo urbano de mediana categoría y de iglesia mendicante respectivamente. Detrás de la promoción del convento está la familia de Muxika-Butrón, la más poderosa del momento en la zona. La parroquia, en cambio, es de patronato popular, la desaparecida de La Atalaya que, a juzgar por los testimonios gráficos que de ella existen, era también templo gótico, de tres naves, inmenso y lujoso.

Más antigua que el convento bermeano y coetánea a la iglesia de Santa Eufemia, es la iglesia de Santa María (Gernika-Lumo), fechada su portada en 1449. Su caso es el de un templo que se plantea en gótico, y luego crece según criterios renacentistas a lo largo del siglo XVI. La planta se distribuye en tres naves rematadas por ábsides poligonales. Incluso dispone del socorrido territorio en la parte alta del ábside, de la misma tipología que el de la iglesia lekeitiarra. Es, pues, edificio ampliamente entroncado en la tradición gótica vasca, pero por circunstancias no aclaradas, medio siglo después de hecha la obra gótica, derivó el modelo hacia el espacio unificado de tipo renacentista, con todas las bóvedas a la misma altura apoyadas en columnas clásicas, como las de una serie muy amplia de templos vascos edificados desde mediados del siglo XVI. Sobre su carácter renacentista volveremos más tarde; de momento, aparte de lo dicho, resaltaremos el valor de su portada principal cuajada de imágenes, que la hacen destacable entre las de Bizkaia, con la repetidamente citada de Lekeitio.

En Santa María(Axpe, Busturia) la fábrica es muy sólida, con una organización espacial muy sencilla: una nave con cabecera plana. Pero lo más característico allí es la portada abierta al lado de la Epístola, una de las que en Bizkaia nos remite al estilo "Reyes Católicos".

Andra Mari eliza
La portada de la iglesia de Santa
María (Busturia) es el acceso
tardo-gótico más interesante del
entorno. Los pilares recambiados,
la fronda, las imágenes
(renacentistas), y el diseño
armónico en general son sus
principales valores. Debe fecharse
hacia el año 1520,
aproximadamente. Esta iglesia fue
construida sobre otra anterior
datada al menos en el siglo XI.
Es probable que los cimientos de
ésta se encuentren enterrados en
subsuelo del templo.

También merece un comentario dentro de lo monumental la ermita de San Pedro (Ibarruri, Muxika)), con cabecera rectangular más estrecha que la nave. La alargada planta del edificio, sus proporciones, y hasta aparejo, parecen de confusa tradición románica, lo mismo que su ventana absidial. Lo más importante en esta ermita (que no se aboveda, al menos en la actualidad), está en su ingreso principal, axial, uno de los más interesantes del gótico vizcaíno, muy parecido a los de Sestao, Mungia, Erandio, etc., con sus jambas abocinadas con series de columnas fileteadas, sus arquivoltas de lo mismo y su tímpano liso.

El gótico menos monumental que, por claridad, podríamos convenir en denominar rural o popular porque la mayoría de las veces los es, se aplica, por lo general, a ermitas aparejadas pobremente y sin abovedar. El testimonio más frecuente del paso de los estilos cultos suele ser el acceso, apuntado, sin molduraciones, o algunas ventanas. La lista es bastante larga como para citarlas todas, pero no queremos dejar de hacerlo con las de Santa Marina (Kurtzio, Bermeo), al parecer sede del antiguo hospital de San Lázaro, recién excavada, con resultado de una necrópolis bajomedieval, o la de San Miguel Urrialdua (Urrialdua), gemela de la de San Román (San Román), ambas en Muxika, sobre todo en lo que se refiere al acceso. San Román ha sido clasificada normalmente dentro del románico tardío, al valorar dentro de este estilo los vanos abocinados con elemental burbuja arriba. No debe repugnar clasificar todo el elemento dentro del siglo XV, a finales de la centuria, y en estilo gótico, porque ese es el concepto general, aunque las formas sean rezagadas.

La lista de elementos religiosos menores levantados de acuerdo a los criterios del estilo gótico se amplía con las de: San Antolín (Muruetagana, Gautegiz Arteaga); San Millán (Idokiliz, Kortezubi); Santa Eufemia (Gola, Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz); San Gregorio (Triñe, Forua); San Juan (Ajurias) y San Miguel (Usparitza), en Muxika; Santiago y San Cristóbal (Ikazurieta), de Nabarniz; Santa María (Kanpantxu, Ajangiz); Santa Ana (Santa Ana) o la de Santa Lucía (Zallo) ambas de Gernika-Lumo, que es una de las más importantes de todas, aunque, como ellas, no se aboveda, destacando su claraboya de tracería del gótico flamígero.

Muxikako San Roman baseliza
Los vanos geminados de la ermita de San
Román, Muxika, sirven a un modesto templo
gótico del siglo XV.

La pieza que sirve de jamba en la puerta de San Juan (Totorika, Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz), quizás pueda incluirse dentro de este estilo.

EL RENACIMIENTO

El renacimiento ofrece panorama espléndido en Gernika-Lumo, mientras no hay casi nada de ello en Bermeo, aunque algún texto describe como de tres naves enrasadas las ruinas de la vieja Atalaya y como tal habría que clasificarla dentro de este estilo, y dentro del concepto espacial unificado; pero no hay seguridad en ello.

Hoy, el mejor exponente renacentista es la iglesia de Santa María de Gernika-Lumo en todo lo que es la elevación de la parte alta de los muros perimetrales, las ventanas bíforas, muy parecidas a la de Elorrio, las enormes columnas cilíndricas... No sería extraño que estuviera ligado a la fase renacentista Martín de Omar, el maestro de Elorrio, que era de procedencia comarcana (Gautegiz Arteaga). En algunas de las capillas, antes de cumplirse los años centrales del siglo XVI, estaba trabajando Domingo de Iturrieta, que era también personaje importante en la cantería renaciente...

La iglesia de Gautegiz Arteaga también es una hallenkirche, muy compensada, precisamente con bóveda de nervaduras sobre soportes de tipo clásico.

Las iglesias de una nave son más abundantes, lógicamente, y nada menos que cinco de ellas son de carácter casi monumental: San Andrés (Elizalde, Ibarrangelu) –con bóveda nervada de madera-, San Miguel (Mendata), San Martín (Morga), San Miguel (Ereño) y Santa María (Mundaka); y a ellas hay que añadir otras menos importantes: Nuestra Señora de Legendika (Kanala, Sukarrieta), Santa María (Gorozika, Muxika), Santa Engracia de Akorda (Ibarrangelu), Santiago (Kortezubi), San Pedro (Lumo, Gernika-Lumo), Santa María (Almike, Bermeo), Magdalena (Albiz, Mendata y San Juan Bautista (Gabika, Ereño) cada una con sus propias soluciones, sobre todo en las formas de cubrición, interesantes en algunos casos.

Varias de las hallenkrichen de la comarca fueron reducidas a tales no en el siglo XVI, sino mucho más tarde, en el siglo XIX, cuando se les dota de bóveda tabicada que se hace descansar sobre dos filas de columnas enrasadas en altura con los muros perimetrales, que suele ser lo que queda del edificio viejo. De esta guisa ni Nuestra Señora de la Consolación (Natxitua, Ea), ni Santa Maria de Idibaltzaga (Errigoiti), ni San Martín (Elexalde, Forua) son iglesias columnarias puras, sino "reducciones" a tales en el siglo XIX.

Iglesia de Santa María
Iglesia de Santa María, Gernika
-Lumo. Esta vista del interior
presenta dos aspectos antitéticos.
La cabecera es gótica, con su
elegante triforio y columnillas
acodilladas; los soportes, en
cambio son renacentistas,
columnas jónicas muy esbeltas.
Ambos aspectos resumen la
biografía del edificio, con un
siglo de paréntesis (mediados
del siglo XV-mediados del siglo
XVI, aproximadamente) entre
ambas fases.

La iglesia de Santo Tomás (Elizalde, Arratzu), por su parte, es caso confuso porque la documentación no aclara lo que en sí mismo es complicado. La complicación viene de que la segunda generación de arquitectos neoclásicos (Juan Bautista Belaunzaran, Francisco María de Aguirre, Martín de Echaburu) aplican sistemáticamente en Bizkaia el soporte cilíndrico, olvidando lo que proponían años antes los pioneros como Alejo de Miranda y Ventura Rodríguez, que era el pilar, el apeo de base cuadrada. Y las columnas son elementos confusos en ocasiones.

La iglesia de San Martín (Líbano, Arrieta) (este municipio no se incluye en los límites de Busturialdea, pero como parte de su territorio queda recogido en Urdaibai lo incluimos en este apartado) merece un comentario más largo. No es difícil que quien penetre en su interior interprete que está ante un edificio renacentista con soportes internos de tipo toscano entregados a la pared, que sostienen los fajones de su cubierta tabicada de baldas. No se trata, sin embargo, de un edificio renacentista, sino neoclásico. Del Renacimiento no guarda otra cosa que la torre, de comienzos del siglo XVI, gótico-renacentista, y la portada, afectada ya por el clasicismo.

Por otra parte, no debemos pasar por alto la alta significación del grupito de templos de una nave que arriba se citaban, sobre todo los de San Miguel (Ereño), San Andrés (Elizalde, Ibarrangelu), San Martín (Morga), San Miguel (Mendata) y Santa María (Mundaka), la primera y la última ubicadas en lugares pintorescos: en un cabezo dominante aquélla y a la orilla del mar, sobre un farallón, la otra. La iglesia de San Andrés (Elizalde, Ibarrangelu) es un ejemplar absolutamente peculiar en Bizkaia, porque su bóveda de crucería de madera, con nervios combados, claves y demás, aparece pintada con motivos manieristas fechados en 1559, un ejemplar espléndido por lo raro.

Lo demás no tiene ya tanto interés pero completa un panorama artístico renaciente muy fértil. Las iglesias de Ntra. Sra. de Legendika (Kanala, Sukarrieta), Santiago (Kortezubi), San Pedro (Lumo, Gernika-Lumo), etc... se completan con un ramillete de templos menores, ermitas, algunas con bellos aparejos y portadas (pero sin bóvedas): San Millán (Idokiliz), San Estéban (Enderika) y San Pedro Apóstol (Oma), en Kortezubi; San Pedro y San Cristóbal (Zarra), San Martín (Unda), en Mendata; San Cristóbal (Armotxerri, Forua); San Lorenzo (Isla Bekoa, Gautegiz Arteaga); San Juan; San Martín y Santa Eufemia, (Zallo, Gernika-Lumo); San Lorenzo (Belendiz, Arratzu), y parte de San Juan (Ganbe, Morga); etc... que rubrican la generosidad del siglo XVI en este campo de la arquitectura religiosa. Como grupito característico dentro de ellos pueden considerarse las dos de Kortezubi, por sus bonitos accesos conopiales, que destacan en un aparejo pobre, elementos que apoyan la datación con bastante precisión.

Al hilo de esto último, acaso debiera insistirse más aquí sobre el interés de un grupo de fachadas (o portadas) en arco de triunfo manierista: San Miguel (Mendata), San Pedro (Lumo, Gernika-Lumo), Santa María de Idibaltzaga (Elexalde, Errigoiti), San Martín (Morga), notable aportación de la arquitectura renacentista que afecta al encanto de la línea, la columna o la pilastra cajeada.

San San Miguel
Iglesia de San Miguel, Ereño.
Ambiente renacentista, despejado
y luminoso, con alta nave
abovedada con sistema reticulado
en la capilla mayor y estrelladas
con combados en el resto, todo
esto de pleno siglo XVI.

Las ermitas de Santa Lucía (Gerrika), San Salvador (Berreño) y San Esteban (Zuzaeta), todas ellas en Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz, presentan unas reformas de estilo renacentista.

El siglo XVII es, en parte, consecuencia lógica de las formas del siglo anterior, en su etapa manierista-romanista. Así queremos considerar los coros de San Pedro de Lumo y de Santa María (ambas en Gernika-Lumo), la conclusión de la iglesia de San Migel (Ereño), el último tramo con su bella portada romanista de Santa Maria (Mundaka), siempre obras de complementos en iglesias renacentistas, entre lo que deben contarse también las torres de las iglesias de San Tomás (Elizalde, Arratzu), Santa María (Busturia) y Santa María de Idibaltzaga (Elexalde, Errigoiti). El crucero situado en Renteria (Gernika-Lumo) es manierista. En fin, es centuria muy poco activa, época de complementos más que de iniciativas de conjunto, panorama pobre que se agrava con el escaso atractivo que la zona tiene para las órdenes religiosas. La arquitectura conventual barroca está, en efecto, ausente de las villas, y tan sólo se construye la iglesia del Convento de las Madres Mercedarias (Rentería, Gernika-Lumo), que debió ser, más que es, templo muy pensado y equilibrado, cruciforme, con cúpula al centro del transepto, y bóvedas tabicadas, todo muy rehecho. Es sin embargo de destacar su portada al lado del Evangelio, limpia, muy identificada con el estilo barroco clasicista, con el encanto de lo lineal que imprime Martín Ibáñez de Zalbidea, su tracista, a sus obras.

Otro tracista y maestro cantero prestigioso durante el arco que abarca el clasicismo fue Juan Ortiz de Olaeta, a quien se debe la preciosa portada de Santa María (Gautegiz Arteaga) (1634), en piedra jaspe de la tierra.

Ermita o humilladero del Santo Cristo
La ermita o humilladero del Santo Cristo
(Axpe, Busturia) prefigura como serán los
humilladeros barrocos. Según la lectura de
sus columnas data de mediados del siglo XVI.

EL BARROCO

El del barroco clásico tampoco es momento de interés en esta comarca, que parece que no vuelve a despertar hasta los años centrales del siglo XVIII, al menos por lo que respecta al arte de función religiosas. Aparte de la iglesia de Santa María (Ea, Ea), que es un edificio bastante discreto, cruciforme, y de la de Sukarrieta, que es basilical, decididamente humilde y muy tardía, lo mejor del momento es la ampliación de la iglesia de San Vicente (Ugarte, Muxika), donde el tracista Fray Antonio de Manzanares convierte en cruciforme la menguada iglesia medieval.

Aspectos complementarios son las torres para las campanas, en lo que tanto énfasis hacía en otras zonas de Bizkaia, no revisten aquí relieve alguno. Es excepción, a este respecto, la formidable espadaña de Santa María de Gernika-Lumo, pero no deja de ser elemento aislado. Tampoco revisten interés los pórticos, ni las capillas particulares...; todo es bastante anodino.

Bóveda de la iglesia de San Andrés
Bóveda de la iglesia de
San Andrés (Ibarrangelu).
El hecho de que vaya pintada
con historias fechadas en 1559
no es tan chocante como que
ella misma sea de madera,
incluidos los complicados
nervios combados, virtuosismo
geométrico de carpinteros
solventes, locales.

Tampoco la arquitectura religiosa mejora este apagado barroco. Por destacar algo se puede citar la ermita de San Antonio de Idibaltzaga (Errigoiti), con un formidable pórtico a tejavana y una nada despreciable reja salomónica que deja ver el interior del templo, como el "krutziperio" junto a la iglesia de Santa María (Busturia) todos en la línea de las ermitas abiertas en la fachada y de proporciones cuadradas tan abundantes en el Señorío. Con todo, no estará de sobra mentar la pintoresca ermita de San Juan de Gaztelugatxe (Bermeo) rehecha varias veces en lo esencial, neoclásica en su mayor parte, y el grupito de Santo Domingo Guzman (Gorozika, Muxika), San Cristóbal y San Miguel (Nabarniz), con antas sosteniendo un portiquillo que permite asomarse al interior por una reja o celosía de madera, y que a veces sirve como elemento de datación, y la casi arruinada ermita del Ángel de la Guarda (1686) de Bermeo.

La iglesia de San Andrés de Sukarrieta, que data de 1785, y la de San Juan Bautista (Ea) también se engloban dentro del barroco.

En esta zona, como en las demás de Bizkaia, hay muchos edificios religiosos secundarios, sobre todo ermitas, que no encuentran un fácil encuadre ni dentro de los estilos, ni dentro de los siglos. La mayoría de ellas debieron construirse, o reconstruirse, en los siglos del barroco por lo que pueden tener cabida en este punto concreto.

Este tipo de elementos se reparte por todos los términos municipales de esta comarca y entorno: Santo Cristo (Líbano) y San Cristóbal (Gereka), en Arrieta; Santo Cristo (Kanala, Gautegiz Arteaga); San Juan Bautista (Mendata); iglesia del convento de las madres mercedarias (Rentería, Gernika-Lumo); Santos Emeterio y Celedonio (Barrutia, Arratzu); San Vicente (Meaka, Morga); San Marcos (Unda) y la Beaterio Etxeandia (Ibarruri) en Muxika; San Cristóbal (1773), San Miguel (1758), Nuestra Señora de las Nieves (Parezi), San Bartolomé (1794) (San Bartolomé) y Jesús Crucificado (Axpe), en Busturia; Santa Maria (Arratzu); San Bartolomé (Bedarona, Ea); las tres últimas con antas agrupadas en un párrafo anterior; San Martín (Gautegiz Arteaga); San Pedro (Gorozika, Arratzu); Santo Domingo de Guzmán (Terlegiz, Kortezubi); Santo Cristo Crucificado (Meakaur), Ntra. Sra. de los Remedios o Andra Mari (Andra Mari), San Juan (Ganbe), todas en Morga; San Miguel Arcángel (Uribarri, Nabarniz), etc. Completaríamos la lista con la rara y popular ermita de Santiago de Aldaka, y con la, algo más antigua, de San Cristóbal de Oiz, edificio éste situado en un singular asentamiento y que desde su erección en 1642 (sin duda sobre un edificio anterior) ha conocido al menos cuatro refacciones. Las dos en Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz.

Entre las de los siglos XVII y XVIII, que superan un poco la calidad media de las citadas se encuentran San Pedro de Zubiete (Arratzu), con un pórtico sostenido en tres postes con sus tornapuntas, la de San San Bartolomé (Busturia) , que tiene porche sostenido en dos toscanas del siglo XVIII, Santa Catalina (Ereño), San Juan Bautista (Morga), que es edificio grande, con ambiente absidal y espadaña, y el conjunto de Ajuria (Ibarruri, Muxika), que en origen es de los siglos XV-XVI (por el acceso) pero después recibe la torre prismático-cuadrada, caso poco frecuente en las ermitas de Bizkaia y por fin se rehace en el siglo XIX en estilo indefinido que puede sin embargo considerarse post-neoclásico de tradición barroca desornamentada.

Convento de Ajangiz
El convento de Ajangiz (Errenteria,
Gernika-Lumo) se construyó en la
primera mitad del siglo XVII.
Como la mayoría de las iglesias
conventuales prefiere el sistema
cruciforme con cúpula ciega sobre
el crucero, de rigurosa geométrica.

Aunque sea alargar un poco un capítulo de interés secundario, procede citar aquí las dos "ermitas vigías" de la ría de Urdaibai, San Pedro de Atxerre (Ibarrangelu) y San Miguel de Ereñozar (Ereño), asentadas sobre las cumbres del Atxerre y del Ereñozar respectivamente. Construcciones, por otro lado, populares, pintorescas y agredidas sin piedad por los elementos y la mano del ser humano.

EL NEOCLÁSICO

Después de conocer el pobre panorama barroco, diremos que Busturialdea es la comarca vizcaína más favorecida por la arquitectura neoclásica de función religiosa desde los últimos compases del siglo XVIII, aspecto que no tiene una explicación sencilla. Aparte de la densidad de elementos, que difícilmente encontrará paralelismos en todo el Estado, destaca en el panorama constructivo religioso la variedad de sus propuestas desde la planta basilical a la centrada (sobre todo ésta), pasando por las cruciformes y sobre todo por las "reducciones", como expresan los documentos, de iglesias viejas, renacentistas, que se remodelan, según se apuntó más arriba, en hallenkirchen de tres naves abovedadas a la misma altura. Arriba se citan las de Nuestra Señora de la Consolación (Natxitua, Ea), que también puede ser considerada así, y los ejemplos más claros de San Martín (Elizalde, Forua), Santa María de Idibaltzaga (Elexalde, Errigoiti) y acaso Santo Tomás (Elizalde, Arratzu), que pudieran entenderse como renacentistas si no mediaran los documentos. Las de nave basilical tienen escaso interés y sólo merece la pena citarse la de San Nicolás de Bari (Elantxobe), y cruciforme es la de San Lorenzo (Metxika, Errigoiti). Pero las centradas son altamente ilustrativas de cómo el esquema experimentado por Silvestre Pérez en la iglesia Santa Maria (Bermeo) prende en la comarca: Santa María de Gorostiza (Nabarniz) (que se construye, sin embargo, antes que la de Santa Maria de Bermeo), La Ascensión (Ajangiz), Nuestra Señora de la Natividad (Murueta), y La Antigua (Casa de Juntas) de Gernika-Lumo, de un ramillete interesantísimo sobre el que conviene enfatizar, como debieran también airearse sus proyectistas: Silvestre Pérez, Alejo de Miranda, Juan Bautista Belaunzaran, Antonio Etxebarria, Antonio de Goicoechea y otros.

Las ermitas de San Lorenzo (Metxika, Errigoiti) y de Santo Cristo (Ariatza, Muxika) son neoclásícas, pero sin mucha personalidad. Esta última ermita es además neoclásico isabelino.

También las iglesias de Santa María de Akorda (Ibarrangelu) y de San Martín de Líbano (Arrieta) son de ésta época. Ésta última es más destacable. Consta de cinco cortos tramos, cubierta con bóvedas que caen a pilares toscanos adosados a los pobres muros de la iglesia. El ambiente absidal dispone, por su parte, de una pequeña cúpula. El frontis del pórtico también se construye en el siglo XIX y en estilo neoclásico, enlazando con dos grandes arcos la iglesia y la torre.

>La iglesia de Nuestra Señora de la Consolación
La iglesia de Nuestra Señora de la Consolación
(Natxitua, Ea) conoce un curioso sistema de
"reducción" a templo de tres naves: cañones
cruzados a diferente nivel sobre dos filas de
columnas toscanas. El lenguaje de Francisco
María de Aguirre (1833) no puede ser más
gélido.

Las dos iglesias parroquiales de Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz, San Vicente de Arbatzegi, proyectada por Mariano José de Lascurain (1851), y Santa María de Gerrikaitz, obra de Hermenegildo de Belaunzaran (1847-48), son reconstrucciones casi integrales. En la primera se respetó el muro de los pies y la torre, debajo de la que queda guarecida una bonita portada manierista. La otra es totalmente nueva, aunque debe de estar alzada sobre la cimentación antigua.

EL CONTEMPORÁNEO

La arquitectura religiosa contemporánea no merece comentario dilatado por su poca representación y escasa calidad de los elementos. Nuestra Señora del Carmen (Mañu, Bermeo), San Pedro (Bedarona, Ea), San Miguel (Altamira, Busturia) y Santa Maria (Ibarruri, Muxika) tienen iglesias de esta época, híbridos sin personalidad salvo el último, que es un bello edificio medieval, entre neorrománico y neogótico, muy interesante. A ellos hay que añadir la ermita de Santa Catalina (Mundaka), la capillita funeraria de los Acillona en San Martín (Arrieta) y los conventos de clarisas (Lumo, Gernika-Lumo) y de franciscanos de Forua, sin mayor relevancia.

Iglesia de Santa María
Iglesia de Santa María (Ibarruri, Muxika).
Los estilos medievales son los más socorridos
en la recuperación moderna de los viejos
edificios religiosos. Así lo hace también
Elgezabal en 1929.

OTRAS GRANDES CONSTRUCCIONES RELIGIOSAS: ERMITAS POPULARES, IGLESIAS Y CONVENTOS DESAPARECIDAS.

En este apartado se incluyen aquellas ermitas que representan unas características estilísticas tales que hacen que no se las pueda encuadrar dentro de ningún estilo en particular. Destacan por su carácter popular y por la pobreza de los materiales, aunque aportan diferentes variables al modelo común de construcciones barrocas, góticas... Corresponde a las ermitas que actualmente se mantienen en pie y no han sido mencionadas hasta ahora en este apartado. Como ejemplos citar Santimamiñe o San Mamés y San Antolín, en Kortezubi; Nuestra Señora del Carmen y San Bartolomé, en Gautegiz Arteaga; Santo Cristo (Areatza), San Lorenzo (Maume), Nuestra Señora de las Nieves (Gorozika), en Muxika. (Más información sobre las ermitas populares en www.urdaibai.org/etnografía/ermitas).

En la comarca han desaparecido varias iglesias o conventos de cierto interés artístico como la iglesia de Santa María de la Atalaya, el convento de Santa María de la Isla de Izaro, en Bermeo, y San Juan, Gernika-Lumon.

Por último comentar que en diferentes municipios de Urdaibai se pueden encontrar viviendas rurales que constan de una pequeña ermita. Ejemplos de ellos son: Aristieta Jauregia (Kanpantxu, Ajangiz); San Vicente (Meakas) y San Miguel de Altamira (Oñarte), ambas en Morga, o San José Obrero (Olabarri, Errigoiti). Todas ellas, por tanto, difíciles de encuadrar dentro de un estilo artístico u otro.

Portada de San Martín
Portada de San Martín, Morga. Apaisado arco
P de triunfo manierista, notable en concepto
P y en calidad de ejecución. Desentonan la
imágenes, que son barrocas del siglo XVII,
aunque no restan armonía y proporción al
conjunto.

BIBLIOGRAFÍA

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