La ermita de Santiago Apóstol está emplazada en el barrio Lekerika, en la ladera del monte Illuntzar, rodeada de encinas, en el lugar denominado Santixagoko zelaia próxima al caserío Orueta.
El edificio, orientado en dirección Sureste-Noroeste, es de planta cuadrangular (9,90 x 8,15 m). Las paredes están realizadas en un discreto sillarejo de mampostería, enlucida en las partes lateral y frontal, pero no en el otro lateral y trasero, con esquineros de sillar, siendo su fábrica de excelente calidad aunque queda cubierta por el encalado. Estas características junto con el arco ojival adovelado que conforma la puerta de acceso al interior se considera por los historiadores del arte un elemento determinante a hora de fechar este edificio, remitiéndonos en este caso al período gótico-renacentista, entre los siglos XV y XVI.
La cubierta de la ermita es a dos aguas rematada en espadaña en la que, a través de un vano, se asoma la campana.
El vano de acceso, que queda resguardado por el pórtico, con forma de arco ojival se cierra con puerta de madera en la que se inscriben dos mirillas de reducidas dimensiones, ménsula de piedra caliza sin especial relevancia y a la izquierda por una especie de agua bendita de forma semicircular realizada en caliza roja sobre el cual, en una “plaqueta” que se adosa a la pared, hay incluso un crucifijo de pie largo a cuyo alrededor lleva la inscripción (probablemente de su realizador “P. José de Urigüen”).
Al traspasar el arco de entrada nos hallamos en una capilla de una nave iluminada a través de una aspillera que al interior se enmarca a través de un vano cuadrangular, propiciando unas iluminas muy tenue en la capilla. A través de un pavimento totalmente de madera accedemos a la mesa de altar, muy modesto, encima del cual se superpone un pequeño retablillo de madera del mismo tipo del de San Cristóbal de Ikazuriaga y Santa Catalina de Akorda, el cual se remata por un crucifijo, y en el que hay una repisilla con una imagencilla policromada de la virgen de Fátima. Flanqueando el altar, a cada uno de los lados, hay dos pequeños muebles de madera, muy sencillos, una mesilla a la izquierda y un pequeño arconcillo del mismo material a la derecha. En la pared terminal flanqueando el pequeño retablillo hay dos cuadritos a cada uno de sus lados correspondientes los del lateral izquierdo al Papa Pío X, y el Sagrado Corazón de María, y los de la derecha al Sagrado Corazón de Jesús y al Apóstol Santiago.
Su estado de conservación es malo. Ha sido reparada el año 1982. El Ayuntamiento aportó los materiales, y los vecinos, la mano de obra.
Las únicas referencias históricas a esta ermita son las limosnas y misas que se ordenan por algunos vecinos de Nabarniz, pareciendo consignada ésta junto a la de San Cristóbal como objeto de devoción de los feligreses desde el siglo XVI.
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