La iglesia parroquial de Santa María de Ibarruri, bajo la advocación de Santa María de la Asunción se halla emplazada en el barrio de Elizalde, en una pequeña hondonada.
Hay que precisar sin embargo, que este templo que hoy podemos contemplar, no guarda relación alguna con el que existió hasta la década de los años 20 del siglo XX, ni siquiera se asienta en el mismo lugar aunque sí en un lugar cercano. Este fue edificado en el siglo XII, conservándose y una leyenda de su prodigiosa construcción, según la cual se hizo en una sola noche, mediando la consabida mudanza de materiales de un lugar a otro. Fue ampliado en el siglo XVI y acababa la construcción del campanal en 1705. Se quemó en 1928, construyéndose entonces, a alguna distancia de donde se levantaba en el templo anterior, el actual.
El que hoy se conserva, se inauguró el 29 de junio de 1930, según reza en una inscripción que se encuentra en la portada del mismo, gracias a la magnificencia de Doña María Concepción y Doña María Paz de Arano y Zobaran, hermanas que enviaron desde América, siendo el arquitecto Guillermo de Elguezabal.
La iglesia es un edificio con planta de cruz, la cual se manifiesta tanto en plano como en altura. Consta de una única nave longitudinal dividida en tres tramos rectangulares iguales, uno de los cuales, el de los pies, sirve de asiento al coro, culminando con la cabecera en forma de ábside. Este esquema aparece cruzado por una nave transversal, dando lugar cada uno de sus lados a dos capillas laterales.
Se apareja todo el edificio en sillería al exterior, mientras que al interior los primeros 75 centímetros lo hacen en sillar y el resto del muro aparece recubierto por una capa de pintura que simula este aparejo.
La cubierta es a dos aguas, destacándose al interior la existencia de bóvedas de crucería tanto en la nave longitudinal, transversal y cabecera, siendo en total siete. Su trazado es regular en cada uno de los tramos, estando constituidas por cuatro nervios, excepto en el ábside en el que podemos observar siete.
La bóveda se parcela en arcos fajines apuntados, los cuales se apean sobre pilastras mientras que los nervios lo hacen sobre finas columnas adosadas a estas últimas. Tanto en los capiteles de unas como de otras se pueden observar motivos vegetales semejantes a los de los capiteles corintios, pero las hojas de acanto en este caso tienen mayor sincretismo. Estas pilastras y columnas se enlazan entre sí por medio de una pequeña cornisa moldurada, que dividirá en altura el muro de los tramos, el inferior y el superior, donde se encuentran los vanos. La base tanto de unas como de otras se encuentra a la altura de ese muro de sillar descrito. En el caso de las dos capillas laterales sirve de todo lo dicho hasta aquí, aunque en este caso los nervios se sustentan en columnas que no llegan al suelo, sino que aparecen coartadas a mitad de camino.
Los elementos sustentantes al exterior son los contrafuertes de base rectangular, que no indican ya la división interna. Los hay de dos tipos: los de las fachadas laterales y ábside se van adelgazando a medida que se elevan, pero lo hacen en dos tramos, acabando en un talud bastante marcado; los de la fachada principal acaban también en talud, pero de forma escalonada en este caso. Ninguno de los dos alcanza la cumbre del tejado.
El cuerpo de luces, se sitúa toda a la misma altura y en el caso de la nave principal por encima del pórtico. En el ábside encontramos tres vanos, uno en cada una de las capillas laterales y seis en la nave principal, uno en cada tramo en que aparece dividida y a cada lado. Todos ellos participan de las mismas características, siendo de medio punto, con un cierto abocinamiento y derrame poco marcado al interior. Al exterior rematados por una pequeña moldura convexa. A los pies nos encontramos con un rosetón flanqueado por dos pequeñas ventanas adinteladas, a modo de saeteras, que por fuera son arcos lobulados. Todo este conjunto que acabamos de describir aparece enmarcado en el exterior por un gran arco apuntado. Es destacable el hecho de que en cada uno de los vanos descritos se pueden observar la existencia de vidrieras policromadas, decoradas con motivos geométricos.
Dispone esta iglesia de tres ingresos, uno a los pies el más importante de ellos y los otros dos a cada uno de los lados de la nave principal. Estos dos últimos son similares, tanto al exterior como al interior, siendo dos arcos de medio punto. En ingreso principal se encuentra a los pies, constituido por una puerta adintelada sobre la que se superponen tres arcos de medio punto, dando una cierta impresión de abocinamiento. La última de las arquivoltas aparece decorada con un dibujo en zig-zag, lo mismo que la imposta sobre la que se apoyan los arcos que se prolongan y hace la función de dintel. Cada uno de estos arcos se sustentan en pilastras, adosadas unas a otras, excepto el primero que lo hace en una pequeña columna adosada una que cuenta con basa y capitel con decoración vegetal. El tímpano aparece decorado con medio rosetón.
El pórtico aparece rodeando a la nave principal, tanto por el lado del evangelio y de las epístola, adquiriendo así forma de “u”, aunque uno de los lados aparece cortado por la estructura de la torre, y en el lado de la epístola no llega hasta la nave transversal, sino que parece cortado un poco antes. Tiene cubierta a un agua, excepto la parte que se corresponde con el acceso principal que lo hace a dos. Todo él se soporta sobre pilares de base cuadrangular con capiteles pero sin ningún tipo de decoración. La parte mas elevada se sustenta en arcos fajones escarzanos y al exterior dos estribos de base rectangular que no llegan hasta la cumbre del tejadillo terminando en un talud marcado. El resto del pórtico es adintelado, pero a esta zona central se accede por medio de un arco apuntado en cuya parte superior hay tres rosetones esculpidos.
El coro ocupa todo el último tramo, encontrándose bajo él, el acceso principal. Se sustenta en tres arcos, los dos laterales de medio punto y el de centro carpanel.
Cuenta, además, con torre angular a los pies. Dispone de cuatro cuerpos; en interior llegaría hasta la parte superior del pórtico y forma a su vez parte de él, accediéndose a él por medio de arcos de medio punto. El segundo tramo alcanza la altura de la nave principal. En él se destacan cuatro vanos en forma de saeteras enmarcadas todas ellas en arcos de medio punto. El siguiente registro es una especie de zona intermedia que dará paso al campanario. Está formado en cada uno de sus lados por tres pequeños vanos de medio punto apareciendo tanto en la parte superior como inferior una cornisa que lo separa de los otros tramos decorada con moldura cóncava. La superior es una imitación de ajedrezados pero con volúmenes curvos. Por fin se llega al último cuerpo constituido por el campanario, abierto a sus cuatro lados por arcos apuntados, en uno de los cuales a su vez hay dos arcos de medio punto. Toda la construcción aparece rematada en las esquinas por contrafuertes, que son del estilo de los hasta aquí descritos.
Es un edificio, por tanto, de estilo neorrománico, de gran calidad, que destaca, sobre todo, por la rotundidad de los volúmenes.
El mobiliario carece de interés artístico.
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