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La iglesia Santa María Magdalena esta situada en el barrio Albiz de Mendata.

Se trata de una pequeña iglesia rural que según la tradición fue fundada como ermita en 1412, siendo el edificio actual en su conjunto del siglo XVI, menos la torre que fue reedificada en 1767 por el cantero local Francisco Careaga.

En el año 1798 se llevaron a cabo importantes obras de reforma en el interior del templo, concretamente en la zona del coro al que se labró un frontal nuevo y nuevo antepecho. Además se trajo de la iglesia de Mendata una cancela flamígera de piedra que circunda actualmente el baptisterio, cancela gótica como la que circunda las capillas de San Miguel, sobre la que se dispusieron balaustras de madera.

Posteriormente, en 1819, se llevó a cabo una importante reforma en el embovedado cuyo maderamen fue reparado y enlucido, así como el tejado cuyas tejas fueron renovadas y protegido con planchas de zinc debajo de ellas.

Finalmente, ante el mal estado del edifico, el año 1953 se llevó a cabo una nueva restauración.

Consiste en un pequeño edificio de una sola nave y planta rectangular con cubierta de entramado de madera enlucido pero sin abovedar que recorre la nave de parte a parte. Entramado reforzado por una viga que recorre el eje longitudinal del tejado en toda su extensión, y además el apoyo de tres pequeños cuerpos de forma triangular en cada una de las paredes.

El presbiterio separado del resto de la nave por una moderna cancela de hierro, se presenta elevado accediéndose a él a través de una triple grada de piedra.

El acceso a la sacristía se hace a través de una pequeña puerta adintelada situada en la zona del presbiterio junto al retablo mayor. Es un pequeño espacio rectangular que tiene también acceso desde el exterior a través de una puerta adintelada, y que cuenta con dos pequeños vanos adintelados para su iluminación. Dispone, al igual que la sacristía de Mendata, de un bonito aguamanil de piedra pegado a la pared. Se trata de un pequeño añadido a la nave principal cubierto por el tejado del pórtico.

El pequeño templo resulta bien iluminado por tres ventanas dispuestas en la pared de la derecha, siendo ciega la izquierda. Estos tres vanos, el más grande a la altura del presbiterio, uno menor a mitad de la nave y el más pequeño en el coro, se presentan al exterior adintelados, pero interiormente el del presbiterio se abre en arco escarzano.

Por último, el coro, sencillo coro de madera a los pies del edificio apoya sobre una impresionante viga. Es sin duda el elemento más destacable del interior. Debajo de él, y en el centro, se encuentra la caja de madera del único acceso al edificio, a la derecha de la cual hay un pequeño baptisterio cerrado con la mencionada cancela flamígera de época gótica cubierta por balaustrada de madera. En el lado izquierdo, según se sale de la iglesia, existe una pequeña escalera en ele, cuyo primer tramo es de piedra. El coro se cubre con entablado de madera y dispone también de una sencilla balaustrada, a través de una puerta en arco escarzano se accede a la torre.

Al exterior se trata de una pequeña edificación rectangular con pórtico perimetral, tan usual en el medio rural dada la gran utilización del mismo, y pequeño torre-pórtico a los pies coronada por espadaña.

La cubierta de la nave es a tres aguas a que presenta un pequeño chaflán en la zona de la cabecera.

El pórtico, que circunda todo el edificio, se cubre con entramado de madera apoyado en los muros de la nave en pequeños canecillos de piedra y por el lado contrario en postes de madera sobre pretil de piedra. El suelo del mismo es de grandes losas de piedra y se encuentra cerrado al exterior en la fachada principal y lado derecho hasta la mitad de la nave. Cubierta por el pórtico bajo la torre se encuentra el acceso principal en arco de medio baquetonado, rodeado por otros tres grandes arcos de medio punto con enormes dovelas que apoyan en dinteles y jambas de piedra, formando un espacio todo de sillería sobre el que se dispone la torre.

La torre barroca edificada en 1767 por Francisco Careaga, cantero local, sufrió nuevas intervenciones en 1795 dado que había sido afectada por un rayo y se encontraba arruinada. Es una torre-pórtico a los pies, compuesta por tres cuerpos y espadaña; el primer cuerpo porticado protegido al exterior por grueso alero de piedras, es de sillar y se separa del segundo, que es de sillarejo salvo esquinas, por gruesa línea de imposta. Este segundo cuerpo presenta dos pequeños vanos adintelados en los laterales. El último cuerpo también de sillarejo y separado del anterior por línea de imposta, presenta un pequeño vano adintelado en la cara trasera y dispone de una bonita cornisa moldurada sobre la que se apoya un tejadillo a cuatro aguas con bonita espadaña de piedra al frente. Esta espadaña barroca, toda ella de sillar, presenta dos pequeños vanos en arco de medio punto que albergan las campanas, se corona con pequeño frontón que dispone en el centro y lados de pequeños pináculos.

Todo el edificio se encuentra apareado en sillarejo salvo esquinas, vanos, accesos, espadaña y primer cuerpo de la torre.

En el aspecto decorativo interior destaca el bonito retablo renacentista central, que a pesar de su pequeño tamaño produce un efecto de verticalidad y llama también la atención por su carácter narrativo.

Es un pequeño retablo que consta de tres cuerpos y tres calles. El primer cuerpo, alberga en la calle central bajo un arco elíptico que crea un espacio abovedado, un Crucificado. Las calles laterales adinteladas, no enmarcadas ni por columnas ni pilastras, pero que apoyan sobre plataformas decoradas con cadenetas geométricas, presentan bajorrelieves con escenas de la Pasión del Señor, el de la derecha el prendimiento y a la izquierda oración en el huerto de los olivos.

El segundo cuerpo de orden jónico presenta las calles laterales enmarcadas por columnas jónicas de fuste estriado que sujetan un dintel muy movido que hacia la calle central se eleva sobre unos modillones creando un espacio adintelado que al interior se transforma en arco de medio punto donde encontramos una escultura de María Magdalena con la copa de perfumes en su mano. En las calles laterales, mediorrelieves que narran escenas de la vida de Magdalena, a la izquierda el enjuage de los pies del Maestro con perfumes y a la derecha la Ascensión de María a los cielos. El último cuerpo, las calles laterales albergan bajo el espacio adintelado unos ángeles de bulto redondo sobre los que se dispone una cornisa decorada con triglifos. Bajo ese espacio adintelado y para enmarcar a los ángeles, pequeños arcos de medio punto sujetados por mensulones, y rematan la cornisa pequeños jarrones decorativos en las esquinas. La calle central alberga, enmarcado por pilastras sobre la que se apoyan columnas jónicas, un grupo escultórico que representa al Crucificado y la Virgen y San Juan a los lados. Corona esta calle frontón clásico rematado por un Sol, que se une a las calles laterales por medio de aletones.

En cuanto a las características de los relieves, destacar el trabajo de pelos y barbas acaracolillados, las anatomías abundantes que se aprecian en los angelitos que elevan a María a los cielos, las expresiones vacuas de los rostros, y el trabajo de los paños caídos y gelatinosos. Se encuentran policromados y dorados, especialmente los mantos y alas de los ángeles. Por estas características los encuadramos en la etapa romanista dentro del Renacimiento, aunque todavía no han perdido el movimiento tan característico de la etapa manierista. La escultura que preside el retablo, la Magdalena, es una escultura de bulto redondo sin movimiento y paños gelatinosos que cubren todo el cuerpo. El grupo que presenta un fuerte movimiento, es el que corona el retablo, que parece corresponde con el que fue donado en 1660 en testamento de Catalina Albiz donde dice que da a la iglesia de Albiz un retablo de Cristo Crucificado con San Juan y María a los lados que lo están dorando para ponerlo en el retablo mayor. Este grupo que presenta mucho movimiento y expresión en las caras parece corresponder a la etapa manierista.

En conjunto la decoración es similar a la de San Miguel de Mendata, abundancia de bustos de ángeles en los frisos y cadenetas geométricas.

A ambos lados del retablo mayor, dos pequeños retablos de un solo cuerpo sostenido por columnas toscanas sobre las que se apoya dintel movido coronado por pequeño frontón. Apoyan los retablos sobre unos basamentos decorados con cadenetas geométricas. Albergan modernas esculturas de la Virgen y San José sin ningún interés.

Finamente, el pequeño púlpito de madera con sencilla escala también de madera que se hizo el año 1750 como nos indica el Libro de Cuentas de la fábrica de la iglesia.

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