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La ermita de San Miguel de Ereñozarre está ubicada en la cumbre del monte Ereñozar, desde se denomina todo la ría de Urdaibai.

Se trata de un edificio pequeño de planta rectangular (11,25 x 7,30 m) orientado en dirección Este-Oeste, cuya fábrica está conformada a base de mampostería vista con esquineros de sillería. Presenta un pórtico cerrado a los pies y al lado de la Epístola, con hogar y bancos corridos de piedra que nos recuerda su antigua función de parroquial. La espadaña de sillería que remata el edificio está realizada a base de piedra sillar pero es un añadido moderno, abriéndose en él un vano en el que se inscribe la campana.

Exterior
Exterior.

En el interior, tras acceder por la parte oeste de la ermita a través de una puerta adintelada, penetramos en un recinto de reducidas dimensiones con pavimento de cemento. En ese espacio, de reducidas dimensiones y pavimento de cemento, se custodia un sillar de arenisca, decorado con la figura de un tosco orante rodeado de una orla de dientes de sierra que, pese a su estética arcaica, parece un ejemplar medieval. Junto a él, se conserva también un sepulcro monolítico de planta exterior trapezoidal y hueco interior antropomorfo, con la cabecera diferenciada del cuerpo mediante un ensanchamiento que insinúa hombros rectos y simétricos, que pueden ser datado entre los siglos X y XII. No debe ser esta la única sepultura del entorno, ya que es tradición popular que hay tumbas en los alrededores de la ermita.

En el interior se conserva la imagen de San Miguel.

Su estado de conservación es muy bueno. Ha sido restaurada el año 1982, por la "Hermandad de Amigos de San Miguel de Ereñozar".

Iturriza dice que esta ermita fue la antigua parroquia "la qual fundada en el siglo décimo por los Labradores Censuarios de los Señores de Vizcaya en el pináculo de Hereñozaar, fue trasladada al paraje donde existe" -se refiere a la actual parroquia de San Miguel de Ereño-.

Atendiendo a la advocación del templo, la fundación pudo ser algo más reciente, ya que el culto a San Miguel debió de propagarse y arraigar con fuerza en Bizkaia gracias a la política de organización del territorio emprendida por Sancho III el Mayor, quien en 1707, al fundar el monasterio de Aralar, convirtió al arcángel en el protector de la monarquía de Pamplona.

Interior
Interior.

En Bizkaia, como en toda Europa, se construyeron en torno al año 1000 numerosas iglesias que además de prestar asistencia religiosa a la población de entorno, sirvieron para cohesionarla en comunidades aldeanas. Frecuentemente, estas iglesias se levantaron en un extremo del área poblada, pero no siempre fue así, como en el caso de San Miguel, construida en un lugar expuesto a los vientos, sin protección natural alguna y que nunca debió resultar muy atractivo para establecer un asentamiento, más aún teniendo en cuenta la escasa superficie de la colina. Pero la devoción que entre los vecinos existe hacia el santo, nos hacen pensar que, antes de que en el ocaso de la Edad Media se consolidaran las anteiglesias de Ereño, Nabarniz y Gautegiz Arteaga, el templo sería un importante referente para la población que se extendía a sus pies, como es habitual en sociedades de base ganadera, donde el monte unía a la población de sus laderas.

Sepulcro
Sepulcro.

Es tradición popular que hay sepulturas alrededor de la ermita. Esta tradición fue recogida a finales del siglo XVIII por Iturriza y, en el primer tercio del siglo XX, por Barandiaran.

Dice Iturriza que, en la circunferencia de la ermita, "existen los bestigios de vna fortaleza, ó Castillo que no pudieron conquistar los Reyes Dn. Alonso vndecimo, y Dn. Pedro el Justiciero que vinieron a Vizcaya contra sus señores Dn. Juan Núñez de Lara y el Conde Dn. Tello como relatan el Capítulo 137 de la Coronica de dho. Rey Dn. Alonso, y las Coronicas de Vizcaya escritas el año de 1404".

En excavaciones llevadas a cabo en 2008 en el entorno de la ermita de San Miguel y dirigidas por Mikel Neira se hallaron restos arqueológicos de un castillo medieval y de una necrópolis medieval asociada a una iglesia que existía con anterioridad a la actual. Todavía no se han identificado estructuras asociadas a la Iglesia. Entre las investigaciones realizadas se han dado a conocer las distintas fases en las que podía datarse el hallazgo de la necrópolis. Así, se distinguen la fase de los enterramientos, que podría datarse en el s. X, una fase de mayor actividad datada en el s. XIV y una tercera fase de los siglos XV y XVI donde se sitúan los últimos enterramientos antes de la construcción de la actual ermita. Desde el 2008 se han exhumado más de 90 individuos, en nichos dobles, de adultos e infantiles. También se ha rescatado multitud de material como puntas de flechas y lanzas, espadas, anillos, hebillas de bronce y latón, e incluso dados de juego. En Ereñozar destaca el hallazgo de dos estelas de cruz patada en esta misma necrópolis, de las que en Bizkaia existen escasas referencias.

El 23 de marzo de 1978 festividad de Jueves Santo, colocaron un explosivo y la ermita quedó destruida. Ha sido restaurada el año 1982.

El año 1970, se formó una Hermandad de Amigos de San Miguel de Ereñozar.

Vista desde la ermita
Vista desde la ermita.

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