Urdaibai Reserva de la Biosfera » Arquitectura » Arquitectura Civil » Arquitectura popular » Caseríos » Evolución histórica » El caserío con esqueleto de madera en el siglo XVII.

El mismo modelo de caserío, con una estructura genérica de postes, se va a prolongar durante todo el XVII. Se dan pequeñas evoluciones en cuanto a la técnica de construcción: así, por ejemplo, en el cerramiento de la fachada, el muro se tenderá entre los postes, y no por delante de ellos, encubriéndolos. Se pierde el característico escalón que se formaba en la fachada entre la primera planta y la segunda, y la piedra comienza a adquirir funciones soportantes. No obstante, algunos ejemplos, posiblemente los más antiguos, conservan este adelantamiento del muro bajo: Uribarren (Durikiz) y Etxebarri (Garteiz), en Ibarrangelu; Barrenengoa (Abaroa, Sukarrieta); Onaindi (Mendatauri, Mendata); Altamira (Ibarruri, Muxika); Bisko (Gabika, Ereño); Zierre (Oma) y Enderika Aundi (Enderika), en Kortezubi; Txertudi (Loiola) y Mintegierdikoa (Uarka), en Arratzu; Mendiolea (San Miguel) y Aldaola (Berreño-Aldaka), en Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz; y Elorreta (Jainko, Arrieta).

Caserío Endeitza Aurrekoa (Basetxetas,
Ereño). A caballo entre el siglo XV y XVI se
reedificaron algunos de los mejores caseríos
de Bizkaia. En sus fachadas zagueras es fácil
encontrar grandes arcos apuntados y las
estrechas aspilleras, dos en este caso, que
permitían la ventilación del pajar y la cuadra.
Este caserío es el ejemplar más antiguo del
municipio de Ereño. En la actualidad, este
caserío, esta totalmente renovado, de tal
manera que, lo que antes era la fachada
trasera, en la actualidad, es la delantera.

Es también en esta época cuando se produce la popularización del modelo. Si hasta ahora no podíamos permitirnos afirmar que los caseríos que estudiábamos podían ser habitados por la gran masa de la población campesina, sino sólo por algunos labradores especialmente enriquecidos, a partir de este momento el caserío de postes se convierte en la vivienda prototípica del mundo rural vizcaíno. El número de hallazgos de esta tipología se dispara espectacularmente, apareciendo tanto edificios ricos de gran porte como otros más modestos, con un menor desarrollo vertical, mayor pobreza de materiales y aparejo, plantas más reducidas y ausencia de elementos arquitectónicos cultos. Es precisamente la abundancia de estos últimos la que permite afirmar que a finales de siglo entramos en una coyuntura favorable a la democratización de la vivienda popular. El proceso se desarrolla en perfecta sincronía con la recuperación del pulso de la arquitectura residencial culta, representada por los palacios y caserones solariegos.

Por fin pueden fecharse con exactitud algunos de estos caseríos, pues comienza a difundirse la costumbre de tallar en sus fachadas la fecha de edificación y el nombre de su propietario, como sucede en los caseríos Idoiaga (Bollar-Akorda, Ereño) (1682), Ozollo (Ozollo, Gautegiz Arteaga) (1694), Gardoi (Triñe, Forua) (1701) y Akurio Erdikoa (Kanpantxu, Murueta) (1734).

Parece abandonarse progresivamente la tradición de cerramientos en tablazón, que se sustituirá habitualmente por mampostería, pero que en algunos casos se abrirá a la experimentación de nuevos materiales como el ladrillo y la escoria de ferrería. El resultado son bellas fachadas de estructura entramada, a veces en una inmensa cuadricula regularizada, en la que sin apenas vanos se alternan paños enfoscados, con un complejo sistema de viguetas, puentes y tramones.

La tradición de fechar la construcción de las
casas con una inscripción grabada en el
dintel de la puerta principal, está más
difundida en Busturialdea que en otras
comarcas vizcaínas, aunque, también aquí,
las frases dedicatorias suelen ser
muy escasas.

Los ejemplos de esta tipología de caseríos podrían multiplicarse enormemente, por lo que nos limitaremos a apuntar una selección de los mas característicos. Entre ellos destacan: Onaindi (Mendatauri), Solarren Bekoa (Solarren), Ororoetxe (Ororoa), Goskotxe (Zarra) y Etxezarra (Lamikiz), en Mendata; Argiñene (Zelaieta), Bengoetxe (Arteaga Uria) y Goitisolo (Isla Goikoa), en Gautegiz Arteaga; Bidaurreta e Intxuniz (Meakaur), Duo Goikoa y Duo Bekoa (Flores), Barrengoetxe y Leksorte (Lekerika) y Leixartza (Morgakone), en Morga; Madalen (Madalen, Errigoiti); Pozueta Atzekoa (Pozueta), Mendiguren (Mendiguren), Pagai Goikoa (Agirre), Goiko (Ajuria), en Muxika; Martikone (Bollar), Zarragoiko (Akorda) y Ziene (Zeeta), en Ereño; Olarta (Antzoras), Ibarra (Elexalde), en Ibarrangelu; Agirrebekoa (Agirre, Mundaka); Longa (Natxitua), Zeleta y Biarte (Aingerutxu), Mendiola Atzekoa, Mendiola Aurrekoa, Koskorrotza Erdikoa y Koskorrotza Bekoa (Mendiola), en Ea; Sagasta (Baldatika), Tolunburu, Azketa y Gardoi (Triñe), en Forua; Ormaetxe, Aldekoa y Mendigune, de Nabarniz; Enbeita y Larruze Aurrekoa, de Ajangiz; Zabaltxu y Zabalerdi (Zabala), Miriategi (Loiola), Arestietagoikoa (Zubiate), Telletxe (Elizalde), Munduene y Barroetabeko (Barroeta), Intxaurragazarra (Gorozika), en Arratzu; Zierre (Oma), Barrutibasobeko (Barrutia), Garekabe (Elorriaga), Urriene (Enderika), Sakona (Terlegiz), Kurtziñe y Rementería, en Kortezubi; Oliene y Ludoiene (San Bartolomé) y Arritxuzaga (aunque disponga una recia columna datada en el año 1880) (Axpe), en Busturia; Artiketxe (Artika, Bermeo); Barrenetxe, Etxebarri y Ormetxe (Uriona), Astorki Bekoa y Astorki Goikoa (Berreño) y Larrinazarra (Totorika), en Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz; Gerekatzekoetxea y Gerekaetxebarria (Gereka, Arrieta); Arambarrene, Etxeandi (Arane), Mendiola (Zallo) y Etxebarri (Zallo), en Gernika-Lumo.

Caserío Aldekoa (Lekerika, Nabarniz).
La organización de la fachada en tres crujías
con la central rehundida, es característica de
los caseríos de pleno siglo XVI.

Caserío Martikone (Bollar, Ereño). La
estructura de madera aparece
frecuentemente a la vista en los caseríos
edificados entre mediados del siglo XVI y
fines del XVIII. Este corresponde a la fase
intermedia del proceso de evolución.

Caserío Ormetxe (Uriona, Munitibar-Arbatzegi
-Gerrikaitz). Presenta un grueso pie de piedra
cuadrangular, sobre el que descansa la imprenta.

Caserío Leixartza (Morgakone, Morga).
Todavía sobreviven en el término de Morga
numerosas viviendas rurales edificadas a
fines del siglo XVI y a comienzos del siglo
XVII, con el característico esqueleto de
postes y los tradicionales cerramientos
entramados del piso superior.

Caserío Aranbarrena (Arane, Gernika-Lumo).
En el plano de la fachada luce limpiamente la
estructura de postes y entramado propia de
un caserío de la primera mitad del siglo XVI,
que, por lo demás, ha conocido muchas reformas.

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