El molino ha sido un ingenio esencial para la vida en el mundo rural. Excepto en los escasos lugares donde la ganadería se mantuvo como actividad principal, hasta hace poco el soporte básico de la economía campesina ha sido el cultivo de cereal y éste precisaba del molino para su transformación y comercialización posterior. Este hecho se manifiesta en Urdaibai, donde los molinos hacen acto de presencia en la Prehistoria y no desaparecen hasta el presente siglo. A esta permanencia han contribuido el gran peso específico de la agricultura cerealista en las economías domésticas de los vecinos de la comarca y una geografía favorable. En este sentido la abundancia de cursos fluviales, el estar situado en estuario y el poder contar con cimas con vientos adecuados ha permitido que en Urdaibai hayan existido molinos de río, mar y viento repartidos por toda su geografía, si bien muy pocos de ellos funcionan.
La primera actividad humana aparece en Urdaibai en la cueva de Santimamiñe (Kotezubi) y corresponde al Paleolítco Superior, concretamente en el Auriñaciense (35.000 a 18.000 a.C.).
Tras el Paleolítico Superior llegamos al Mesolítico que abarca hasta el 4.000 ó 3500 a.C., a partir del cual se inicia un nuevo periodo: el Neolítico. Es en este momento cuando empezamos a hablar propiamente de la molienda.
En Urdaibai existieron y existen estos tipos de molinos:
a) Molinos de mano.
Los molinos de mano fueron los primeros en elaborarse. Se han hallado piedras de moler grano a mano en la cueva de Atxeta de Forua y en el oppidum de Arrola (Arratzu, Nabarniz y Mendata).
No se ha hallado dato alguno sobre molinos accionados por otro tipo de animales tales como burros, mulas o caballos, por lo que podemos deducir que no tuvo ninguna importancia en Urdaibai.
Por eso dejaremos de lado los llamados molinos de sangre (basados en la fuerza motriz animal) y nos centraremos en un tipo de molino con bastante mayor trascendencia en nuestra comarca, el molino de agua.
b) Molinos de agua
Éstos utilizan el agua para su accionamiento. Los molinos de agua más antiguos son los molinos de río o fluviales y las ferrerías. Posteriormente, surgieron los de marea.
El siglo de oro de las instalaciones molineras artesanales sin duda fue el XVIII con cerca de 600 molinos harineros existentes en Bizkaia, aunque otros basándose en la Fogueración de 1796 elevan esa cantidad hasta los 703.
En el siglo XVIII en Busturialdea tenemos los siguientes datos. Según la Fogueración de 1704 existían 40 molinos (se incluye Bakio, aunque actualmente esta encuadrada en otra comarca). En 1745, el aumento que se señala es altamente espectacular, son 119 molinos en la zona en cuestión, 19 de los cuales son casas-molino y 5 ferrería-molino. En la Fogueración de 1796 se recogen 133 molinos. Casas-molinos aparecen 12 y 10 corresponden a molinos-ferrerías. El crecimiento, en general, es continuado en la zona.
En la actualidad, en Busturialdea y su entorno más cercano se mantienen activos, ente otros, los molinos de Olabarri (Zugaztieta-Muxika) y Olatxuerrota (Arrieta).
Pero, no todas las instalaciones accionadas por el agua funcionaban como molinos harineros. También existían molinos fluviales dedicados a trabajos metalúrgicos, son las ferrerías de agua.
En el siglo XVIII más de ciento cincuenta ferrerías funcionarían en Bizkaia, por lo que, varios millares de trabajadores y sus familias estarían directamente vinculados a las labores de acarreo, carboneo y transformación de las materias primas.
Ninguna ferrería de Busturialdea ha conservado el más mínimo resto de su equipamiento mecánico. Ruedas, ejes, mazos y barquines han desaparecido. Sin embargo, el tendido hidraúlico aún lo mantienen algunos.
Durante el siglo XVIII surge el segundo tipo de molino hidraúlico, el molino de marea. Éstas estaban limitadas a zonas próximas a la costa, marismas, rías, etc., donde la acción de las mareas es más intensa.
En la comarca, en ese siglo, según Iturriza, funcionaban 6 molinos de marea, de los cuales cuatro estaban en el margen derecho (Kortezubi y Gautegiz Arteaga) y dos en el izquierdo (Murueta y Busturia) Sin embargo, hoy en día, no hay ninguno en funcionamiento.
Pero, ¿cómo moler el grano en épocas de sequía, por ejemplo en verano, en aquellos lugares alejados de ríos y marisma con industria molinera? Mediante molinos de viento, también llamados molinos de verano.
c) Molinos de viento.
Al parecer existieron tres molinos de viento. Pero no disponemos de molino de viento alguno que pueda enseñarnos su funcionamiento.
Busturialdea cuenta, por tanto, con una gran cuenca molinera, conformada por el río Oka-Urdaibai y sus muchos afluentes. En ella se concentran la mayoría de los molinos. Sorprendentemente abundantes para una comarca con escasas aptitudes para la producción cerealista, en su mayoría fueron pequeñas instalaciones de barriada, o incluso familiares, que trabajaban sin continuidad (estacionalmente o a presadas) y siempre con pequeñas cantidades de grano.
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