A lo largo del espacio marino que baña el tramo de costa situado entre el Cabo Matxitxako y el puerto de Elantxobe se suceden hábitats subacuáticos muy diversos, lo que confiere a esta región una gran riqueza y belleza faunística. Urdaibai abarca desde áreas submarinas con fuerte hidrodinamismo como Matxitxako, hasta zonas más resguardadas de olas y corrientes tras el cabo; desde sustratos prácticamente uniformes como los que se encuentran a cierta profundidad frene a la cara norte del Islote Arriederra, hasta los abruptos fondos de Arriboleta con numerosas comisas y grietas; abundan los substratos rocosos como los de la isla de Izaro y arenales como los de la ensenada de Matxitxako, donde descansan los restos del barco Mina Mari; existen áreas en las que la luz penetra sin dificultad y zonas menos iluminadas, o incluso en permanente oscuridad como las cuevas del Cabo Ogoño. Completando este bello paisaje se extiende una aparente uniformidad azul salpicada de veriles, bajíos y prominencias como los Bajos de Matxitxako, localizados mar adentro.
En este ecosistema multitud de factores abióticos limitan la aparición, desarrollo y reproducción de seres vivos. Con la idea de facilitar la comprensión de este apartado, en un principio, abordaremos la influencia del oleaje, las corrientes marinas y la marea. Otros factores limitantes -salinidad, tipo de substrato, iluminación, temperatura, oxígeno, grado de sedimentación…- irán apareciendo en los diferentes textos.
La exposición al oleaje y a las corrientes determina la distribución de los diferentes organismos en el espacio marino. El cabo Matxitxako, testigo inmemorable de vigorosas tempestades, conforma la zona de Urdaibai donde las olas rompen con mayor fuerza, generándose así grandes resacas. Estas condiciones, aparentemente inhóspitas, son superadas por muchos animales que prevalecen serenamente entre el vaivén de fuertes olas y corrientes. Bajo el ruido ensordecedor del mar, el éxito de la supervivencia consiste en adherirse firmemente a la roca. Para este propósito, existen diversas adaptaciones.
El paisaje litoral de Urdaibai cambia más o menos una vez cada seis horas. El nivel del mar sube y baja dos veces al día, debido a la acción gravitatoria de la Luna y el Sol sobre la superficie de los océanos. Este fenómeno es conocido como Marea. A medida que baja el nivel del agua (en Bizkaia hasta 4,5 m en las mareas vivas de primavera y otoño) la explosión de vida queda a la vista. Sobre o debajo de las rocas o dentro de las grietas de ellas conviven en armonía multitud de especies. En una franja de unos pocos metros o con sólo pasar de una roca a otra cambian drásticamente las especies que los habitan.
Gracias a la diversidad de hábitats, este espacio presenta una belleza y riqueza faunística y florística muy importante.
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