Urdaibai Reserva de la Biosfera » Arquitectura » Arquitectura Civil » Evolución histórica » El caserío gótico-renacentista.

Esta situado en el barrio Unda en Muxika. Sorprendentemente todos los caseríos aquí instalados son edificios de grandes dimensiones y de buena construcción, ejecutados con un nivel de calidad superior a la media de las granjas vascas.

Undajauregi es un ejemplo de la elevada estatura que lograron alcanzar los mejores caseríos vizcaínos de la primera generación del siglo XVI. Ha sufrido dos intervenciones de gran trascendencia a lo largo de su vida, pero aun mantiene los rasgos esenciales del proyecto inicial así como ejemplos muy elocuentes de sus posteriores etapas de vida.

La obra de Undajauregi fue realizada por profesionales de la arquitectura. Fueron ellos quienes trazaron su planta rectangular utilizando la proporción 4:3 para decidir las dimensiones de los lados, basándose en la receta del viejo triángulo egipcio, tan fácil de trazar con una cuerda de doce nudos, y tan del gusto, por ese motivo, de muchos maestros constructores góticos. Esta planta está definida por gruesos muros perimetrales de aparejo gótico y divido transversalmente en dos mitades por un sólido medianil cortafuegos que ha sido puesto a prueba en un incendio reciente. Por lo que se refiere a los materiales constructivos, en el frontis se percibe un cambio de obra importante, que afecta al tramo central del mismo, ejecutado en buena sillería arenisca, a diferencia de los cuerpos laterales, más pobres.

El medianil separa la zona residencial delantera del sector trasero que se dedica a cuadra y pajar, en plantas superpuestas. Es la zona posterior la que ha tenido que ser reconstruida tras el fuego, perdiendo en la operación toda su estructura de soportes originales. En la mitad meridional, sin embargo, aun subsisten los postes enterizos de un esqueleto de madera ordenado en tres crujías, con la central más ancha que las dos laterales, y una armadura cubierta de cubierta con correas y contracorreas rigidizada con numerosos tirantes.

Undajauregi
Caserío Undajauregi (Unda, Muxika).
Hacia el año 1520 debió de alzarse este noble
caserío de piedra que aún conserva las
ventanas en arco conopial características de la
época. Todo el tramo central de la fachada, que
debía ser de madera, fue modificado en clave
neoclásica a principios del siglo XIX.

El caserío tiene sólo dos alturas, que en la actualidad diferencian entre los ambientes de vida diurna y los de descanso nocturno, pero que en el plan inicial debieron de tener diferente contenido. En el centro de la fachada abre un soportal de dos arcos muy rebajados separados por un pilar, sin embargo el pórtico antiguo debió de ser adintelado con una gran viga carrera y estaría ligeramente retranqueado respecto al plano de los cuerpos laterales, enmarcado además por los dos postes delanteros de la estructura. A sus lados se encuentran hoy la cocina y un almacén y al fondo un vestíbulo distribuidor separado del corredor de paso a la cuadra.

En la planta noble todo el tramo está ocupado por una segunda cocina flanqueada por tres pares de dormitorios alineados en las crujías laterales. Las dos habitaciones delanteras tienen lujosas ventanas geminadas de asiento con arcos conopiales. También en este caso resulta probable que en el proyecto original el puesto de la cocina alta sería la ubicación de un amplio granero con tabique y cierres exteriores de tablas machihembradas, y que a sus lados hubiese sobre todo secaderos agrícolas, sin excluir el uso estacional de las estancias con ventana como dormitorio.

La cuadra tenía dos nuevos accesos propios que evitaban el paso de los animales por la zona noble de la casa. Eran dos grandes arcos ojivales abiertos en la fachada trasera y una de las laterales, de los cuales sólo este último ha sobrevivido a las últimas intervenciones.

Escudo
Escudo.

Undajauregi fue siempre un caserío. Un buen caserío, pero ello no significa que sus propietarios vivieran única y exclusivamente de la labranza de los campos y la crianza de ganado mayor. El origen del asentamiento es muy antiguo y una prueba de su prestigio es que desde 1406 a la casería de Unda estuvo vinculado el oficio de alcalde de la merindad de Durango, por concesión directa del rey Enrique III de Castilla.

El edificio actual debió de construirse hacia 1525 y gozó de todas las atenciones necesarias por ser el solar originario de la familia, pero ya para entonces algunos de sus miembros habían iniciado sus carreras militares, funcionariales o mercantiles y residían más tiempo en Durango que en el caserío. En el año 1664 lo heredó junto con otros bienes del mayorazgo materno Pedro de Salinas y Unda, un rico caballero de Santiago que vivía permanentemente en Vitoria-Gasteiz, pero que no dudó en invertir parte de sus rentas en una reforma que diera mayor dignidad a la casa. A él hay que atribuir la eliminación del granero de madera y la construcción del muro central de la fachada, con arcos de piedra en el soportal y el escudo familiar a la vista. A partir de aquel momento se añadió la denominación de jauregi, que significa “palacio”, al nombre de Unda, aunque siguió siendo un caserío gestionado por labradores arrendatarios.

Hace unos quince años el caserío fue victima de un incendio que comenzó en los establos. La mitad delantera pudo salvarse, pero la zona posterior quedó definitivamente desvirtuada con la reconstrucción.

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