La cubierta vegetal del País Vasco Atlántico ha sufrido una severa transformación a lo largo de los últimos siglos. El auge de las ferrerías, la producción naval, las guerras y las desamortizaciones acabaron con los bosques autóctonos que poblaban los territorios de Bizkaia y Gipuzkoa. A finales del siglo XIX sus montes se encontraban privatizados y deforestados. Escaseaban los rodales de cierta entidad, y dominaban el paisaje el monte bajo y los brezales, helechales y argomales.
Plantación de pino de Monterrey (Pinus radiata o P. insignis), izquierda, y troncos depositados y listos para llevar al aserradero y ser transformados en tablas y otros elementos de madera, derecha. Tanto esta especie forestal como el eucalipto azul (Eucaliptus golubulus) generan gran rendimiento maderero a corto plazo a costa del empobrecimiento de los suelos.
Superficie ocupada por las especies forestales
En las primeras décadas del siglo XX las enfermedades sufridas por el roble y el castaño no dejaron prácticamente un solo individuo sano en la Cornisa Cantábrica oriental. En estas condiciones la introducción de especies arbóreas de crecimiento rápido, promovida por diversas personalidades ilustres del país, y más tarde potenciada por la Diputación Foral, encontró entre los propietarios de los montes las condiciones adecuadas para prosperar. Se ensayaron diversas especies, tanto planifolios como coníferas. Finalmente la estrategia forestal cambió, para centrarse en el pino de Monterrey (Pinus radiata o P. insignis), conífera de rendimiento rápido que ha sido protagonista de la radical transformación del paisaje forestal del País Vaco Atlántico, y por ende de Urdaibai. Introducido por primera vez en Bizkaia en 1879 por D. Carlos Adán de Yarza en su finca de Lekeitio, el pino de Monterrey es originario, tal y como refiere su nombre, de una pequeña porción de la costa oeste de Estados Unidos. Mientras en 1954 abarcaba el 11% de la superficie arbolada de la comarca, tan sólo 20 años después ocupaba ya el 75% de la misma. A finales del siglo XX los cultivos de este pino ocupan el 36% de la superficie total de Bizkaia, unas 80.245 ha y el 60% de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. En 2006, las especies de crecimiento rápido ocupan 98.408 hectáreas –las coníferas 85.820 ha y los eucaliptos 12.588 ha-, es decir, ocupaban el 74,6 % del territorio de Bizkaia (las coníferas el 65,7% y los eucaliptos el 9,6%). En Urdaibai, por otro lado, las especies de crecimiento rápido alcanzan las 11.127 hectáreas -9632 ha las coníferas y 1495 ha los eucaliptos-o, dicho de otra manera, el 75,7% -las coníferas el 65,5% y los eucaliptos el 10,2 %-.
Tipo de arbolado | Superficie | |
Hectáreas (ha) | % | |
Coníferas | 9.632 | 65,5 |
Eucaliptos | 1.495 | 10,2 |
Bosque mixto |
1.725 | 11,7 |
Encinares | 1.545 | 10,5 |
Otras | 312 | 2,1 |
Total | 14.709 | 100 |
Tabla1: La Reserva de la Biosfera de Urdaibai tiene una superficie de 22000 hectáreas. De ellas, según el Inventario Forestal de 2006, 14.709 ha, están arboladas. Es decir, alrededor del 66,86 % de Urdaibai está cubierto por árboles. (Adaptado de Gestíón de montes en la reserva de la biosfera de Urdaibai: una oportunidad perdida)
Todos estos datos no hacen sino cuantificar lo que es fácilmente observable por los ojos de cualquier viajero que recorra el País Vasco Atlántico. El paisaje está dominado por el pino de Monterrey, que, por otra parte, mantiene un sector industrial que experimentó un gran crecimiento en las últimas décadas del siglo XX en comarcas como Urdaibai, si bien a principios del siglo XXI, por el descenso en el consumo de esta madera y por la importación de madera de pino a precios más baratos, esta generando una severa crisis en el sector.
Las plantaciones forestales no son ecosistemas
Estas plantaciones no constituyen bosques o repoblaciones, dado que ni albergan una comunidad dinámica peculiar en el sentido biológico del término, ni se plantan para recuperar la cubierta vegetal propia de la zona. Se trata sencillamente de cultivos forestales estrictamente dedicados a abastecer de madera a la industria papelera y de transformación y producción de aglomerados. Los pinos se cortan cada 25 a 35 años, mediante una técnica conocida como “corta a hecho” o “matarrasa” que consiste en talar todos los árboles a un tiempo. Parejo a dicho trabajo va el trazado de anchas pistas de acceso a la explotación en las laderas, la limpieza de ramas en los árboles una vez cortados, y el traslado de sus troncos en camiones a los aserraderos o papeleras. La broza y restos de ramas sin valor quedan sobre el terreno donde en ocasiones son quemados liberando todo el CO2 acumulado a la atmósfera. Para replantar se roturan las laderas, habitualmente a favor de pendiente, con lo que se facilita el arrastre y erosión del suelo forestal. La técnica de matarrasa se emplea discrecionalmente, dejando vía libre al lavado de grandes superficies de suelo por las escorrentías, y sin realizarse labor alguna de control en los porcentajes de superficie sometida a matarrasa respecto del total de la cuenca. El impacto ecológico y paisajístico de esta técnica resulta evidente.
Por tratarse de una especie exótica, las plantaciones de pino de Monterrey en Urdaibai carecen de vegetación o fauna peculiares asociadas. No obstante, albergan comunidades consistentes en el reflejo empobrecido de los bosques que previamente ocupaban la zona. Así es frecuente encontrar bajo las copas siempre verdes de los pinos esbozos de sotobosque integrado por avellanos (Corylus avellana), fresnos (Fraxinus excelsior), robles (Quercus robur), castaños (Castanea sativa) y, dependiendo del terreno y la orientación, incluso encinas (Quercus ilex) y laureles (Laurus nobilis), así como diversos arbustos y lianas propios de robledales y encinares, tales como la zarza (Rubus spp.), el aligustre (Ligustrum vulgare), cornejo (Cornus sanguinea), labiérnago (Phillyrea latifolia), hiedra (Hedera helix), zarzaparrilla (Smilax aspera) o madreselva (Lonicera peryclimenum). Abunda el helecho común (Pteridum aquilinum) especialmente cuando el sotobosque ha sido aclarado, y en los enclaves más sombríos Blechnum spicant. Entre las hierbas predominan el lastón (Brachypodium pinnatum), y otras gramíneas también frecuentes son Dactylis glomerata, Holcus lanatus y Agrostis capillaris. Junto a ellas son comunes el diente de león (Taraxacum officinale) y el llantén (Plantago lanceolata).
Como todo cultivo forestal monoespecífico sometido a turnos de corta cortos, las comunidades de animales que albergan los pinares de Urdaibai carecen en general de madurez y diversidad. El sotobosque es frecuentemente clareado, lo que provoca su persistente empobrecimiento. Escasean los lugares de cobijo y el alimento para los vertebrados, dado que la piña de este árbol madura en el suelo y resulta poco apetecible a la fauna. Además los pocos arbustos que logran perdurar presentan una baja producción de bayas y frutos. Estos hechos determinan la significativa ausencia de las aves típicas de bosques caducifolios, tales como el carbonero palustre (Parus palustres) o el arrendajo (Garrulus glandarius). La falta de huecos donde alojar sus nidos dificulta la presencia del cárabo (Strix aluco) y el pito real (Picus viridis), especie que carece asimismo en estos pinares de los insectos xilófagos de los que se alimenta. Precisamente la escasez de invertebrados determina también la práctica ausencia de anfibios.
La alta densidad de las plantaciones dificulta en general el paso de la insolación necesaria para la mayoría de los reptiles, por lo que suelen escasear en los pinares por falta del calor suficiente para dinamizar sus cuerpos. Sin embargo, algunos animales más generalistas son comunes en los pinares de Urdaibai. Están capacitados para utilizar sus escasos recursos y encontrar lugares apropiados para instalar sus nidos. Es el caso de aves como el chochín (Troglogytes troglodytes), el mirlo común (Turdus merula), el reyezuelo listado (Regulus ignicapillus) y el pinzón vulgar (Fringilla coelebs). Otras como el carbonero garrapinos (Parus ater) y el herrerillo capuchino (Parus cristatus), típicas de bosques de coníferas, logran colonizar estas plantaciones alcanzando incluso altas densidades relativas. También el bucardo ratonero (Buteo buteo) y el alcotán europeo (Falco subbuteo) nidifican en los pinos con copa más alta, sobre laderas inaccesibles, donde encuentran la tranquilidad requerida. El sapo común (Bufo bufo) y el lución (Anguis fragilis) logran habitar este medio. En los bordes de la plantación, pueden vivir la lagartija roquera (Podarcis muralis) y la culebra de Esculapio (Zamenis longissimus). Sobre las areniscas expuestas al Sol, en las laderas orientadas al sur, es frecuente la víbora de Seoanei (Vipera seoanei). Los caminos y calveros rocosos son los lugares preferidos por estos reptiles para activar su cuerpo al sol. Entre los mamíferos mejor adaptados para la vida en las plantaciones tenemos a la ardilla (Sciurus vulgaris), el topillo rojo (Clethrionomys glareolus) y la musaraña de Millet (Sorex coronatus), mientras que son comunes también el zorro (Vulpes vulpes), la comadreja (Mustela nivalis) y el tejón (Meles meles).
Las plantaciones de eucalipto azul (Eucalyptus globulus), sobre todo, -el eucalipto colorado (Eucalyptus camaldulensis) se cultiva bastante menos-, alcanzan gran extensión en las áreas costeras. Este árbol, originario de Tasmania y el sur de Australia, presenta un crecimiento aún más rápido que el pino de Monterrey, soportando turnos de corta de 10 a 15 años. Este hecho produce una extraordinaria homogeneidad en los estratos arbustivo y arbóreo del eucaliptal. Además, la hojarasca y corteza de este árbol contienen sustancias químicas que inhiben el crecimiento de la fauna y flora edáficas. Por todo ello en las plantaciones de eucaliptos la diversidad biológica es bajísima y sus comunidades asociadas son raquíticas. Otras especies arbóreas cultivadas en pequeñas parcelas del territorio de Urdaibai son el pino marítimo (Pinus pinaster), el ciprés de Lawson (Chamecyparis lawsoniana), el roble americano (Quercus rubra), la falsa acacia (Robinia pseudoacacia) y clones de híbridos de chopos (Populus sp.).
Regulación de la actividad forestal en el PRUG de Urdaibai
A continuación incluimos unas líneas sobre cómo esta regulada la actividad forestal en el Plan Rector de Uso y Gestión de Urdaibai -de aquí en adelante PRUG-. Esta adaptado del artículo Gestión de montes en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai: una oportunidad perdida.
El PRUG del que se dota Urdaibai en 1993 era un documento comprometido y ambicioso en el que adquirían particular relevancia las Directrices para la ordenación forestal, dada la extensa superficie a la que iban dirigidas. Sin dejar de contemplarse la explotación forestal como una de las grandes oportunidades de Urdaibai, se pretendía una ordenación hidrológico-forestal que redujera el elevado riesgo de deterioro ambiental, en el convencimiento de que una explotación racional además de constituirse en un indudable factor de renta, puede rendir importantes beneficios ambientales. Desde esos presupuestos se planteaban dos líneas de actuación prioritarias. La primera, máxima protección a los bosques de especies autóctonas, con incremento de su superficie y recuperación de los bosques de ribera; y la segunda, control de la actividad forestal productiva, referida tanto al tipo de manejo como a su localización y extensión territorial.
Tales objetivos se concretaban en la regulación de los actos de uso del suelo sobre las distintas áreas en que fue zonificado el conjunto el suelo no urbanizable, según sus valores ambientales y su capacidad de acogida. Como otras Reservas de la Biosfera, las Directrices estructuran el territorio de Urdaibai en una Zona núcleo que acoge las muestras de ecosistemas naturales mínimamente alterados, en este caso asimilables con las Áreas de especial protección; la Zona tampón, en torno al núcleo e identificable con las Áreas de protección, y una Zona de transición que debe acoger los usos relacionados con el desarrollo, constituida por el resto de las áreas zonificadas en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.
La estrategia de ordenación se centró en proteger específicamente el fondo de la cuenca –estuario, marismas, litoral y encinares cantábricos–, las zonas altas de cabecera, las regatas y cauces que constituyen la red de drenaje y de corredores ecológicos y el patrimonio arqueológico, en tanto que para las zonas medias y laderas se proponía un nivel de protección menos estricto.
Zonificación |
Tipos |
Limitaciones al uso forestal | Número de hectáreas (ha) con especies de crecimiento rápido a desaparecer |
Áreas de Especial Protección | Área de la ría (P.0., P.1., P.2., C.1.) Área del litoral (C.2.) Área de Encinares cantábricos (P.3.) Áreas de interés arqueológico (Y.C., Y.A.) |
No permitido | 160 |
Áreas de Protección | Zona de protección del litoral, márgenes de arroyo, alto interés naturalístico, paisajístico e histórico (P.4) Zona de protección de encinares cantábricos, bosquetes naturales y suelos con riesgo de erosión muy alto (P.5) Zona de protección paisajística, territorios de alta vulnerabilidad social y escenografía (P.6) Edificaciones, instalaciones y conjuntos de interés históricoartístico y cultural-paisajístico (P.7) |
Conservación y regeneración del bosque natural. | Las plantaciones forestales existentes en las áreas P4, P5 y P6 –2.103, 578 y 452 ha respectivamente–, deberían ser sustituidas por formaciones autóctonas |
Áreas de Transición | Áreas de Interés Agrario (A1, A2, A3) | Su uso global o predominante debía ser el agrícola y donde en conjunto existen 366 ha de plantaciones foráneas, se toleraban las existentes limitándose su ampliación. | Nada |
Áreas forestales (F.1., F.2.) | En F1, con 4.115 ha de plantaciones, se permitía el uso forestal productivo dado su riesgo moderado de erosión, en las F2, 1167 ha, con riesgo de erosión muy elevado, el uso forestal debía tender a la conservación y regeneración del bosque natural. | 1.167 | |
Áreas de suelo rústico común (S.R.C.) que acogen 2.199 ha de pinares y eucaliptales. | La limitación más relevante que se impone al uso forestal productivo es la obligatoriedad de alejarse 150 m. de las edificaciones existentes, normalmente caseríos. | Nada |
Tabla 2: El uso forestal productivo presenta un tratamiento diferenciado en cada una de las áreas delimitadas según el PRUG de 1993. En definitiva, de acuerdo con el PRUG de 1993 debían eliminarse a favor de otros usos, en general también forestales aunque no productivistas, unas 4.500 ha de plantaciones, a falta de considerar la afección de ciertas normas como la ya señalada de distanciar los pinares 150 m. de las edificaciones. No obstante, ciertas ambigüedades en la redacción permitieron interpretaciones alternativas que elevaban o descendían el número de hectáreas de plantaciones llamadas a desaparecer. (Adaptado de Gestíón de montes en la reserva de la biosfera de Urdaibai: una oportunidad perdida)
Además de delimitar las áreas en las que podía desarrollarse el uso forestal productivo, el PRUG pretendió incidir también sobre el tipo de manejo a que se sometían esas masas forestales. A partir de las Directrices para la Ordenación Forestal se propugna el uso cuidadoso de maquinaria pesada, el alargamiento de turnos de corta, el diseño de repoblaciones adaptadas a la topografía, la diversificación de hábitats mediante la alternancia de las plantaciones con zonas despejadas para el pastoreo y plantaciones de frondosas de crecimiento medio-lento en los márgenes de las parcelas y pistas de acceso… No obstante, todo ello no pasaba de ser un catálogo de buenas prácticas al carecer de normativa asociada. La excepción venía dada únicamente por la norma que limita la superficie continua máxima que puede ser afectada por cortas a hecho. Según el Art. 93 del Capítulo VII de las Normas de ordenación directa para las Áreas de Protección, Interés Agrario y Forestales:
“Dentro de los usos forestales quedan totalmente prohibidas las cortas a hecho o matarrasa en superficies continuas superiores a 5 ha o en terrenos con riesgo evidente de erosión…”.
Existe constancia del incumplimiento de esas regulaciones; el Patronato de Urdaibai interpuso una treintena de denuncias por esa causa y las infracciones podrían haber sido más, ya que este órgano carece de los instrumentos necesarios para un control eficaz.
El descontento generado tras la redacción de un PRUG en la que tuvo escasa participación la población local en general y el sector primario en particular -el 92% de los montes de Urdaibai son privados-, culmina con la creación de una plataforma de presión, la Asociación de propietarios/as Jabeak, que concito los apoyos de los poderes políticos municipales y culmino en la creación de una Comisión sobre el Sector Primario de Urdaibai, en la que además de los Departamentos de la Administración con competencias en ordenación, medio ambiente y agricultura, participaron la Asociación de productores forestales de Bizkaia y distintos sindicatos agrarios.
Tras nueve meses de reuniones, en las que se estudia y analiza el entonces vigente PRUG a fin de acercar posiciones en torno a su interpretación, el 10 de diciembre de 1996 se elaboro un Dictamen final en el que se recogían las consideraciones y acuerdos que se elevarían a la Presidencia del Patronato de Urdaibai para su ulterior traslado a los estamentos procedentes. El llamado Dictamen del Sector Primario propone en primer lugar que en la composición futura del órgano gestor de la RBU aparezca representado “… el sector primario, a través de aquellos que representan a quienes efectivamente cultivan, aprovechan y cuidan el suelo rústico de Urdaibai”, solicitando para ello al Parlamento Vasco la modificación de la propia Ley 5/1989 de Protección y Ordenación de Urdaibai. La ley se modifica en 1997, Ley 15/1997, de manera que se altera la composición del Patronato duplicando la participación de los Ayuntamientos, que pasan a contar con 6 representantes, e incorporándose el sector primario con tres representantes, sobre los 23 miembros con derecho a voto que lo componen.
Zonificación | Tipos | Limitaciones al uso forestal (PRUG 1993) |
Limitaciones al uso forestal (PRUG 2003) |
Áreas de Especial Protección | Área de la ría (P.0., P.1., P.2., C.1.) Área del litoral (C.2.) Área de Encinares cantábricos (P.3.) Áreas de interés arqueológico (Y.C., Y.A.) |
No permitido | No permitido |
Áreas de Protección | Zona de protección del litoral, márgenes de arroyo, alto interés naturalístico, paisajístico e histórico (P.4) Zona de protección de encinares cantábricos, bosquetes naturales y suelos con riesgo de erosión muy alto (P.5) Zona de protección paisajística, territorios de alta vulnerabilidad social y escenografía (P.6) Edificaciones, instalaciones y conjuntos de interés históricoartístico y cultural-paisajístico (P.7) |
Áreas P4, P5 y P6 se propone como objetivo de la actividad forestal la conservación y regeneración del bosque natural, con lo que implícitamente se desestiman las plantaciones | * Se admite el mantenimiento del uso forestal existente en las áreas P5 y P6. En cuanto a las áreas P4 la banda destinada a dicha protección pasa de 25 a 5 metros, liberándose para la explotación forestal una amplia zona antes destinada a la reconstitución de los bosques de ribera. * Las cortas a hecho quedan sujetas al informe preceptivo, aunque no vinculante, que dicte la Comisión Permanente del Patronato. |
Áreas de Transición | Áreas de Interés Agrario (A1, A2, A3) | Su uso global o predominante debía ser el agrícola y se toleraban las existentes limitándose su ampliación. | La distancia de seguridad entre las plantaciones y las edificaciones residenciales se rebaja a 90 m, a pesar de las consecuencias que la proximidad de las plantaciones a las viviendas puede acarrear en caso de incendio. |
Áreas forestales (F.1., F.2.) | En F1 se permitía el uso forestal productivo dado su riesgo moderado de erosión, en las F2 con riesgo de erosión muy elevado, el uso forestal debía tender a la conservación y regeneración del bosque natural. | En las áreas con riesgo de erosión elevado, figura entre los actos de uso del suelo el cultivo forestal, aunque se limitan las técnicas que acentúen la erosión del suelo. Las cortas a hecho quedan sujetas al informe preceptivo, aunque no vinculante, que dicte la Comisión Permanente del Patronato. | |
Áreas de suelo rústico común (S.R.C.) que acogen 2.199 ha de pinares y eucaliptales. | La limitación más relevante que se impone al uso forestal productivo es la obligatoriedad de alejarse 150 m de las edificaciones existentes, normalmente caseríos. | La limitación más relevante que se impone al uso forestal productivo es la obligatoriedad de alejarse 150 m de las edificaciones existentes, normalmente caseríos. |
Tabla 3: En febrero de 2003 el PRUG de Urdaibai se modifico a fin de recoger la totalidad de las propuestas elevadas. Siempre a favor de los planteamientos forestalistas. En la nueva normativa, además de lo expuesto en esta tabla, desaparece la restricción relativa a la prohibición de matarrasas en superficies continuas superiores a 5 ha, si bien se solicitará informe al Patronato de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, que deberá circunscribirlo a los aspectos medioambientales y cuyo dictamen tampoco será vinculante. (Adaptado de Gestíón de montes en la reserva de la biosfera de Urdaibai: una oportunidad perdida)
Si respecto a esta modificación poco se puede objetar, porque efectivamente son las actividades agrogranaderas y forestales las gestoras principales del suelo no urbanizable en la RBU y, en consecuencia, sólo cabe que estén debidamente representadas, no sucede lo mismo con las ocho modificaciones al PRUG propuestas en el Dictamen del Sector Primario. En realidad, más que del sector primario, se trataba del Dictamen del Sector Forestal ya que siete de las propuestas tienen que ver con la eliminación de regulaciones que implicaban recortes a la actividad forestal productiva.
En definitiva, la modificación del PRUG supone una flexibilización del control planteado en 1993 sobre la actividad forestal, de manera que su actual redacción no presenta diferencias relevantes en su regulación respecto al resto de Bizkaia. En otras palabras también el PRUG de Urdaibai se pliega a las Normas Forales de Montes, renunciando para ello a algunos de sus principios inspiradores.
Limitar los derechos de uso sobre montes mayoritariamente privados, –la propiedad pública no alcanza las 500 ha en el conjunto de Urdaibai–, es complicado si no se dispone del presupuesto necesario. No es fácil convencer a la/el propietaria/o forestal de que no puede mantener las mismas prácticas que venía realizando en los últimos 50 años y, más aún, que continúan llevándose a cabo al otro lado de una frontera imaginaria, donde existen las mismas condiciones ambientales y se generan los mismos supuestos impactos que, sin embargo, dentro de Urdaibai resultan inadmisibles.
Es legítimo regular un uso o un tipo de manejo que causa serios perjuicios medioambientales; a nadie sorprende la normativa crecientemente restrictiva que viene aplicándose al sector industrial, pero en su caso, debería implementarse al conjunto de un territorio donde las condiciones de los montes y de la explotación forestal que en ellos se practica no difiere de las existentes en Urdaibai. De otra manera, aquel fragmento territorial sobre el que pretendan imponerse excepcionalidades siempre estará legitimado en su protesta salvo que se compense su pérdida de renta.
Por tanto, la modificación del PRUG de Urdaibai en el año 2003, cuya motivación principal no fue otra que aceptar las indicaciones planteadas por el sector forestalista.
Biharko Basoa como experiencia forestal sostenible
A principios del siglo XXI nació la iniciativa Biharko Basoa, Experiencias Forestales Sostenibles. Corresponde a una iniciativa de trabajo conjunto de tres organizaciones de diverso origen pero reunidas con un fin común en lo que se refiere al uso múltiple del bosque, la diversificación forestal y la búsqueda de alternativas de gestión sostenible para los recursos forestales de la CAPV. Las organizaciones impulsoras de Biharko Basoa lo comprenden el grupo de voluntarios/as de Urdaibaiko Galtzagorriak, el sindicato agroganadero EHNE y la asociación por un desarrollo forestal sostenible Errotuz. Esta iniciativa se inició en 2003 con el establecimiento de una plantación mixta de cerezo y abedul en una parcela dispuesta por el Ayuntamiento de Bermeo. Desde entonces son varias las plantaciones que se están sumando a esta iniciativa.
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