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En Bermeo, tal y como aparece en sus ordenanzas (1754) tenían la tradición de celebrar las elecciones municipales en el Pórtico de la Iglesia de Santa María de la Atalaya, para después los cargohabitantes elegidos jurar cumplir con su cargo en la Capilla del Santo Cristo. Asimismo, en la antigua anteiglesia de Almika los vecinos y vecinas se reunían, como en el resto de las anteiglesias, en asamblea de cruz parada en una campa cercana a la iglesia de Santa María.

Posiblemente, Bermeo no contase con un edificio destinado a las reuniones del Concejo hasta el siglo XVI. En los documentos de finales del siglo XV, se menciona que aún se realizan las reuniones en Santa María de la Atalaya.

Pese a la brevedad de la nota, puede hacerse una idea de cómo sería esta casa del concejo de la Villa de Bermeo. Probablemente, se adaptaría al modelo impuesto por el del Ayuntamiento de Vitoria, de principios del siglo XVI, y seguido en la mayoría de los edificios municipales del País Vasco, éste “…formaba en su planta baja un pórtico con siete arcos de sillería, y la principal se asomaba sobre una repisa de piedra, por tres grandes balcones y dos ventanas rasgadas en arco a cada lado. En el centro de alzaba una espadaña ostentando el escudo de armas de la Ciudad”.

Adyacentes al edificio de la casa consistorial se ubicarían también dependencias de uso público como el depósito del trigo, la balanza del peso, la cárcel, etc. Así el Ayuntamiento se erige como el centro de la vida pública durante la época renacentista. No hay certeza de dónde pudo situarse esta casa consistorial del siglo XVI. Una, podría ser en la actual Erremedio Kalea –en cuyo tramo final aún se conservan casas de parcela gótica cuyas fachadas repiten el sistema de entramados de madera y ladrillos-, cercana a la que fue el más y el mejor construido de los portales de las murallas de la Villa, el de los Remedios; y una ubicación posterior en la plaza donde se levanta el actual edificio del Ayuntamiento. Los datos disponibles acerca de la casa consistorial afectada por el incendio de 1722 sn escasos y no permiten esbozar más que una imagen aproximada. Esta casa consistorial consistiría en un edificio ordenado en torno a un tramo central en el que se localizarían una imagen del Santísimo. En el interior del edificio o junto a él se hallarían la alhóndiga, el peso real, el archivo de la Villa y la cárcel -esta última aparece en la documentación consultada como una construcción endeble, que constaba de una planta con diversas habitaciones. Entre ellas la cocina y el calabozo-. El material predominante sería la madera. En la fachada de la casa consistorial, posiblemente se localizaban el escudo que sirvió de modelo para el realizado posteriormente y que se conserva en la actual casa consistorial y un reloj de sol realizado en 1704 por Joseph de Urdaibay y que igualmente se perpetúa en la actual fachada del Ayuntamiento. Pese a la escasez de datos, se puede observar cómo perduran en su concepción rasgos renacentistas como puede ser ese patio que será sustituido en la nueva casa consistorial por una barroca escalera, auténtico eje del edificio.

La construcción de la actual casa consistorial se inició tras el incendio general de 1722. El proceso de edificación se prolongo durante más de diez años, consecuencia de la difícil situación económica que atravesaba la Villa. El incendio supuso el remate final a un estado de endeudamiento originado por el conflicto de la Matxinada de 1718.

La obra del Ayuntamiento sale a remate en 1730, saliendo ganador del mismo Domingo de Cafranga. Ese mismo año se comienzan con las obras en las que también se incluye una reordenación de la plaza. El edificio original constaba de tres plantas y tratando de remarcar la centralidad, los vanos laterales se trasladan hacia el centro, vigorizándose las esquinas. Asimismo, era en el centro donde se ubicaban el escudo de la Villa y un reloj.

La obra se terminó en 1733, fecha en la que se empedró la Plaza y se colocaron puertas y ventanas de la casa consistorial. A lo largo del siglo XVIII, se efectuaron pequeñas obras en el edificio. En 1928 se reforzó la estructura del edificio y se levantó una cuarta planta.

El actual Ayuntamiento se trata de un edificio semiadosado de planta rectangular y cubierta a cuatro aguas. En su planta baja se halla un gran portalón abierto en arcadas de medio punto. El soportal abriga un banco de madera corrido, reminiscencia de las antiguas reuniones del Concejo. El acceso al interior de la planta baja desde el soportal se realiza a través de tres vanos de medio punto adovelados, siendo el central de mayor radio. A partir de esta puerta central se accede a la escalera que lleva a la planta noble y la tercera planta, una escalera descentralizada en el cuerpo del edificio y que se encuentra iluminada por un lucernario.

En la planta noble se localiza la Sala de Reuniones que se asoma a las balconadas de la fachada principal; la tercera planta se dedica a despachos y oficinas, radicando en la cuarta planta el Archivo Municipal.

La fachada se trata de una obra de sillería tostada que, en la cuarta planta, se combina con ladrillo.

En la planta noble se abren seis vanos adintelados y adovelados a los que corresponden igual número de balcones. En la tercera planta se repite el mismo esquema, aunque resolviéndose los vanos en balcones antepechados. El eje vertical del edificio viene marcado en esta planta por el escudo de la Villa y, bajo él, la mancha evidencia del antiguo reloj. La división entre cada planta viene marcada en la fachada por una moldura recta, ejes horizontales que vienen a agilizar el volumen paralelepipédico del edificio en su contraste con el eje vertical ya descrito y las dos pilastras verticales que enmarcan ambas fachadas. La cuarta planta levantada en 1928 responde a los gustos arquitectónicos eclécticos de la época.

Como remate de esta balaustrada y en el eje vertical del edificio se levanta un templete cúbico en el que se aloja el reloj, flanqueando por pilastras cajedas. Sobre las pilastras se levanta un friso decorado y un frontón clásico en el que aparece tallada una figura de época que podría identificarse con el poeta bermeano Alonso de Ercilla.

En el conjunto del edificio existen una serie de elementos anejos de interés artístico y patrimonial. En la facha Sur se conserva un cuadrante rectangular vertical, pintado de carácter artístico. En la fachada Este se localiza un reloj de sol. El reloj alojado en el templete del Ayuntamiento. En la facha lateral se encuentran adosadas dos fuentes labradas en caliza de Ereño. En la fachada principal también se halla el escudo de la Villa.

En el interior de la casa consistorial destacan la Sala de Sesiones (que presenta una decoración a base de molduras de estilo renacentistas en puertas y techo. En cada hoja de las puertas se encuentra tallada una efigie de varón, de medio perfil, con cabello y barba rizados. Enmarcada en una orla.

En esta misma sala también hay una placa de plata que conmemora la visita de Alfonso XIII tras la galerna de 1912.

Igualmente de destacable es la colección de obras pictóricas que posee el Ayuntamiento.

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