La ferrería Barrenolea estuvo situado en el barrio Ibarruri de Muxika, en el margen del río Oka, en el margen del río más caudaloso de esta zona.
Esta ferrería se valía de las agua del río Oka. Barrenolea era ferrería menor.
En 1581 en una visita de los términos de Ibarruri y sus mojones e citan la ferrería de Barrenolea de Oka y la herrería de Arbina de Oca. En el primero se producía el hierro y en el segundo se transformaba ésta.
En un documento de 1662 se menciona la obligación que Cristóbal y Francisco de Besangiz y Zaldunbide hermanos vecinos de Mújica otorgan a favor de Don Francisco de Velendiz de acarrearle desde la rentería de Ajanguiz a la ferrería de Don Barrenolea de Oca trescientos quintales de vena a veinte y seis marandis cada quintal.
El mineral de hierro mencionado en el documento anterior procedía de Somorrostro. Tras introducirlo por la Rentería del puerto de Gernika y también desde la del Concejo de Ajanguiz era transportado a la ferrería.
En 1795 el propietario fue Manuel María de Urdaybay y lo tenía arrendado. El propietario era absentista, es decir, vivía fuera de la anteiglesia, y pertenecía a la clase social más alta, ya que su renta superaba los 1.500 reales. Por lo tanto, se reunía en él el control de los recursos más importantes, tierra, monte, ferrería (que constituían un vehículo ideal para rentabilizar la madera que producían sus bosques).
A mediados del siglo XIX según la información que nos transmite Madoz seguía en funcionamiento esta ferrería, pero en decadencia.
En el mimo lugar de la ferrería Barreolea, más tarde, se construyó el molino Bekoerrota o Errotabarri, que ha perdurado en bastante buen estado hasta la actualidad.
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