Estuvo situado en el barrio Ibarruri de Muxika, en el margen del río Oka, en el margen del río más caudaloso de esta zona.
En 1591 aparece mencionado en el siguiente documento: “María de Aurtenechea viuda y hijo Juan de Aurtenechea vecinos de la anteiglesia de San Vicente de Ugarte de Mújica e comprometen a traer y acarrear en sus machos a la arragoa de la ferrería de Aurtenolea de Oca trescientos quintales de vena cruda desde el puerto y rentería de Guernica, pesados los trescientos quintales en el peso de la rentería, y los dos madre e hijo han de entregar pesado en el peso de vena que el dicho Fernando tiene en la ferrería”.
El mineral de hierro mencionado en el documento anterior procedía de Somorrostro. Tras introducirlo por la Rentería del puerto de Gernika y también desde la del Concejo de Ajangiz era transportado a la ferrería.
En un documento de 1614 se recoge que los dueños de la ferrería tiradera de Oca deciden repararla, citándose los nombres de cada uno de ellos y de la parte que le corresponde: “Rodrigo Pérez de Irazabal, Fernando Saez de Oca, Joan Martínez de Mugaguren, Martín de Aguirre, porcioneros propietarios de la ferrería de Oca vecinos de la anteiglesia de Gorocica, Muxica y Luno... Rodrigo Perez de Irazabal propietario de la octava parte de la ferrería tiradera de Oca la susera... Fernando Saez de Oca propietario de la sesma parte... Juan Martínez de Mugaguren arrendatario de Domingo de Asua en la sesma parte... Domingo de Asua en la sesma parte... Martín de Aguirre arrentario de Juan Perez de Muxika en la sesma parte...”
En esa época, por tanto, la propiedad se repartía entre varías personas, ya que la puesta en macha de una empresa ferrona suponía un gran riesgo y una gran inversión en un primer momento, por lo que era necesario las aportaciones financieras de varias personas.
En otro documento de 1619 se menciona la contratación de un macero mayor, dos prestadores, y otro oficial para servir en la ferrería de Aurtenolea del valle de Oca hasta “La agoada de San Pedro” y a través de él se puede entresacar como recibían el tanto por ciento de lo que elaboraban.
En 1723 en una escritura de aparejamiento de un maestro tirador para la ferrería de Oka se establece: “Y que el dicho Joan Pérez de Izaguirre aya de trabajar de noche y de día sin parar so pena de cada quintal que faltara cinco cuartillas si no estubiere por falta de mechuras”.
En 1795 el propietario fue D. Pedro Valentín de Mugartegui y lo tenía arrendado. El propietario era absentista, es decir, vivía fuera de la anteiglesia, y pertenecía a la clase social más alta, ya que su renta superaba los 1.500 reales. Por lo tanto, se reunía en él el control de los recursos más importantes, tierra, monte, ferrería (que constituían un vehículo ideal para rentabilizar la madera que producían sus bosques).
En un documento de Propio y Ariel de 1795 se puede leer claramente que el inquilino “paga siete reales por quintal de los que se labran en ella”.
La ferrería Aurtenolea, tal y como hemos mencionado anteriormente, era ferrería menor.
A mediados del siglo XIX según la información que nos transmite Madoz seguía en funcionamiento esta ferrería, pero en decadencia.
No hemos podido localizarla.
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