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5. Canteras de Andrabide

En el barrio Andrabide de Gautegiz Arteaga, tras pasar el alto de Muruetagana, en el límite del municipio de Ereño, se encuentran las Canteras de Andrabide, Patrimonio Histórico de Bizkaia. De ellas se extraía caliza roja, más conocida como mármol Rojo de Ereño o Rojo de Bilbao, desde la época romana hasta finales del siglo XX. Actualmente se encuentran abandonadas y sin limitación en cuanto a su acceso.

Entre los municipios de Ereño y Gautegiz Arteaga se localizan una serie de antiguas canteras como las de Azarraga o Atzarraga, Atxoste o Jaime..., en las que se ha extraído la variedad que comercialmente se denomina Rojo Ereño o Rojo Bilbao. En realidad se trata de un tipo de roca caliza arrecifal recristalizada que contiene abundantes restos de corales, moluscos, etc. Es el resultado de una sedimentación sobre el fondo de los mares que cubrían el territorio en el cretácico inferior (hace entre 145 y 65 millones de años). La tonalidad roja es debida a la impregnación de un óxido de hierro en los sedimentos.

Esta roca está formada por seres vivos

En las edades Media y Moderna no se interrumpió la extracción. En estas épocas preindustriales, según J. A. Barrio Loza, los trabajos de extracción serían realizados por sacadores, personas con algunos conocimientos mecánicos de no muy difícil aprendizaje, en muchos casos labriegos que combinaban el trabajo agrícola con el canteril. Hasta el siglo XVIII la extracción se realizaba utilizando cuñas y mazas de diversos tipos, picos y barras a modo de palancas. Los desbastadores (en algunos casos los mismos sacadores), darían formas aproximadas a las piedras en la misma cantera antes de ser enviadas a la obra. La dedicación a esta actividad motivó el surgimiento en la zona de excelentes canteros.

Vista de la cantera

Erdi Aroan eta Aro Modernoan ere erauzi egin zen. Industriaurreko garai horietan, J. A. Barrio Lozaren iritziz, erauzketa-lanok kanporatzaileek egin zituzten. Pertsona horiek zaitasunez ikasten ez ziren ezagupen mekanikoak zituztenak ziren, nekazaritzarako lana harrobikoarekin uztartzen zituztenak ziren, nekazaritzako lana harrobikoarekin uztartzen zuten baserritarrak kasu askotan. XVII. medera arte hainbat motatako mazoak eta falkak eta pikatxoiak eta barrak palanka gisa erabiliz egiten zen erauzketa. Arbastatzaileek (zenbait kasutan, kanporatzaileek eurek) harriei harrobian bertan gutxi gorabeherako formak ematen zizkieten obrara bidali aurretik.

Piezas del mármol cortadas.

En época contemporánea la importancia de este mármol (hay que aclarar que, desde el punto de vista de la geología, el mármol es un tipo de roca que se forma a alta temperatura y/o a alta presión, y, ni en Urdaibai ni en Bizkaia, podemos encontrar este tipo de roca) trascendió las fronteras del territorio de Bizkaia, llegando incluso a Italia y Norteamérica. En el siglo XIX comentaba Delmás que las canteras estaban agotadas por la prolongada y abusiva explotación a la que estaban sometidas desde hacía mucho tiempo. Pero la actividad continuó. En 1897 hay noticias documentales de la explotación de dos canteras por Pedro Aldekozea y Juan Manuel Elordi. Hacia 1922 se cita como propietarios de las canteras de mármol rojo a Miguel Ángel Aldekoa, Ramón Zenikazelaia, Domingo Urrutia y Mármoles del Norte de España, S.A. La de Atxoste (en Andrabideburu, Ereño) se explotó entre 1947 y 1974 por los hermanos Aldekozea.

Corte

En estas épocas recientes del siglo XX la extracción se realizaba en Atzarraga de forma mecanizada mediante la aplicación del aserrado con hilo helicoidal. Se trataba de un cordón trenzado de varios hilos de acero guiado mediante poleas, una de ellas motriz. El paso continuo del cable arrastrado por un motor eléctrico cortaba el filón horizontalmente. Posteriormente, un martillo perforador realizaba perforaciones creando los huecos donde se situarían los detonantes. Se obtenían así planos de cortes verticales y, en consecuencia, los bloques rectangulares marmóreos.

En esta cantera no se llegaron a emplear los métodos más modernos de cortes como cables diamantados y grandes motosierras. Todavía se conservan en ella la caseta de los compresores, la caseta del grupo motriz para accionamiento del cable helicoidal y el edificio de criba con elevador de cangilones.

Cangilones

Pero en especial los cortes espectaculares de Atzarraga nos recuerdan la importancia de esta actividad que ha llenado nuestro patrimonio arquitectónico con una producción inconfundible que podemos rastrear fácilmente. Es un tipo de piedra que por su gran valor ornamental ha sido empleada con diversas funciones. Se la puede localizar como pila bautismal en infinidad de iglesias (en Lekeitio, Ereño, Zenarruza...), como apero agrícola o alperrarria, como elemento decorativo en fuentes (la del Arenal de Bilbao, Iturribide,...), en palacios como el Castillo de Arteaga, el teatro Arriaga o la Sociedad Bilbaína de Bilbao.

Se observa además en molduras, líneas de impostas, capiteles y sillares esquineros de abundantes edificios de nuestro entorno.

A pesar de que en la actualidad no se explota sistemáticamente, este mármol es conocido mundialmente y aparece en catálogos de diversas empresas.

Un alperrarri usado como motivo decorativo en el caserío Jaunsolo de Gautegiz Arteaga

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