Se sitúa en la dirección Norte/Noroeste-Sur/Sureste y tiene una forma alargada y estrecha de 12 km de longitud y 1 km de anchura máxima. La amplitud de la marea (distancia medida en la vertical entre la altura máxima de las aguas en pleamar y la altura mínima en bajamar) es de 4,5 metros. Por lo tanto, se clasifica como un estuario macro-mesomareal. Esta desembocadura está semiconfinada por una barra arenosa: la playa de Laida.
El cauce de la ría aparece sobre los materiales que rellenan el valle., anchándose progresivamente en dirección a la bocana. La dinámica del estuario, unida a la incorrecta roturación del suelo para usos forestales, ha ido llenando paulatinamente el canal, dando lugar a la semicolmatación del valle fluvial del río Oka.
Se han registrado valores de caudales medios para el río Oka de 0,59 m3/s con mínimos nulos y máximos de 10 m3/s. Por lo tanto, es claro que el volumen mareal (media de 4.858.300 m3/s) supera notablemente al fluvial. Así las cosas, las mezclas de aguas se efectúan de acuerdo a un modelo de estuario de mezcla total, o verticalmente homogéneo, en casi la totalidad de las mareas vivas, muertas, y caudales fluviales de estiaje y avenida; aunque en algunas épocas del año se observe una leve estratificación.
Los materiales, aportados desde el interior, son depositados en un fondo plano y retrabajados por la acción de las mareas hasta el municipio de Gernika-Lumo, donde se desarrolla la llanura netamente fluvial. Como en la mayoría de las llanuras estuarinas, esta superficie se caracteriza por su escasa pendiente, 0,2 m/km desde Gernika-Lumo hasta Murueta.
En toda la longitud de la ría el control litológico y estructural se hace patente sobre el modelado y la configuración de sus márgenes. Desde la desembocadura hasta la cabecera encontramos relieves que emergen entre los sedimentos arenosos. Es el caso de la isla de Izaro, Txatxarramendi y Sandindere, relacionado con las calizas de edad cretácica y las anteriormente mencionadas ofitas triásicas de origen volcánico situadas en la playa de San Antonio. Además, en los tramos donde las vertientes están formadas por materiales más competentes a la erosión, el valle estuarino es estrecho; incluso, en algunos tramos como el de Isla Bekoa sufre un constriñimiento debido al afloramiento de las calizas de edad jurásica en la cuenca estuarina.
Las laderas de la ría, y especialmente las orientales, son muy escarpadas, apareciendo desniveles de hasta 250 metros. En esta zona, se ve un rellano morfológico que se eleva unos 40 metros sobre la ría. Esta meseta da origen a una ruptura de pendiente de la ladera. La vertiente occidental es más tendida, alcanzando unos 100 metros de altura en las zonas situadas en una banda de aproximadamente 1 km comprendida entre los márgenes de la ría.
En el estuario se distinguen distintos dominios sedimentarios en función de una litología totalmente influenciada por la dominancia mareal o fluvial. Se diferencian unas llanuras netamente mareales, y otras situadas en las partes más internas del estuario que han sido antropizadas o colonizadas por la vegetación continental. Esto hace que reflejen un paisaje diferente.
El área de influencia marina tiene su inicio en el saliente de Santa Catalina y en el puntal de Antzora. Se desarrolla con anchuras variables hasta aguas arriba del estuario, en el barrio de Errenteria de Ajangiz. Desde Murueta hasta Gernika-Lumo el caudal de la ría esta canalizado de forma artificial, dejando en sus laterales el antiguo cauce natural, actualmente colmatado y sólo funcional en escasos tramos.
Bordes del canal de marea y del estuario. Zona fangosa, mixta y arenosa. En la zona mixta se observa un cambio de color pequeño en el sedimento , y en la zona arenosa, en el fondo es evidente el color amarillo.
Se extiende desde Mundana hasta Kanala. En ella predominan las vertientes acantiladas. Se caracteriza, asimismo, por la barra arenosa semiconfinante de Laida, donde encontramos ambientes de playa en los que la acción de las olas producidas por el viento e influidas por la batimetría obliga a que los oleajes dominantes del Noroeste se refracten. Este hecho promueve la creación de una corriente litoral generalizada sobre la playa submareal somera e intermareal con un sentido de Oeste a Este. La dinámica creada permite modelar el paisaje, dando lugar al cúmulo arenoso que ese extiende en la parte Este del estuario: la playa de Laida.
Estos ambientes están sujetos, también, a la acción de las mareas. En la zona Oeste se encuentra el paso de desembocadura que, adentrándose en el interior y convertido en canal mareal principal, serpentea hacia el continente; esta zona está sometida a la máxima energía dentro del complejo estuarino. En su extremo septentrional desarrolla una barra de desembocadura somera, que adquiere firma arqueada en planta y cuya convexidad apunta hacia el Este-Noreste. Se trata de la llamada barra de Mundaka..
Zona arenosa. La playa de Laida a la izquierda, la isla de Txatxarramendi a la derecha y la salida del estuario, delante de Mundaka, entre los dos.
Uno de los procesos geológicos más destacados de la playa de Laida es el transporte eólico. El transporte se produce, sobre todo, en épocas de viento sur; si en su recorrido se encuentra con un obstáculo que le obligue a sedimentar su carga, puede acumular hasta más de de un metro de arena en la vertical en unos pocos días.
Además, se producen diversas estructuras sedimentarias de origen eólico como ripples balísticos, ripples de adhesión, sombras eólicas, etc.
El banco arenoso queda cubierto durante las pleamares por el mar, excepto en su borde oriental que está anclado a tierra. La dinámica mareal, marina y eólica depende de diversos factores: estacionalidad, ciclos de marea, régimen de vientos… Esta energía da lugar a que la posición y el perfil de las formaciones varíe con rapidez. Además, en este cúmulo, hay un importante aporte antrópico de arena procedente de las periódicas extracciones de sedimento que se realizan en este canal. Todo ello ha dado lugar a que la superficie de la zona supramareal de la playa aumente considerablemente, provocando en ciertas zonas la aparición de un principio de formación de dunas litorales. .
En el tramo que se extiende desde Kanala a Isla Bekoa, las orillas se van ensanchando, aparecen fangales y márgenes fangosos de canal con contenido variable de arena. Estos materiales se depositan debido al desequilibrio que existe en las corrientes de marea. El curso vaciante tiene menor energía, por lo tanto, su capacidad de arrastre es menor que la del ascenso. En consecuencia, los materiales aportados por esta última no pueden ser evacuados. Los fangos presentan colores oscuros debido a que durante su formación poseen un contenido alto en materia orgánica y escaso en oxígeno. En corte se observa un bandeado formado por la intercalación capas arenosas, debidas a fuertes tormentas y mareas vivas, que aportan una mayor cantidad de arena desde la desembocadura. Los márgenes empiezan a mostrar zonas de vegetación halófila típica de la marisma.
Se extiende desde Isla Bekoa hasta Gernika-Lumo, desarrollándose en la parte más interna del estuario, donde no llega la arena procedente de la bocana. Últimamente, se denota en esta zona una progradación de los sedimentos arenoso hacia las partes interiores del estuario. Este hecho está directamente influenciado por los vertidos antrópicos de sedimentos arenosos depositados encima de la zona fangosa, a la altura de la playa de Kanala. En esta área el nivel energético es escaso y predomina la sedimentación por decantación.
El canal principal sigue representando una unidad de gran energía que, debido a los dragados, toma una forma rectilínea en su sector más septentrional, para iniciar una mayor sinuosidad en la frontal de Goierri. Las marismas están surcadas por canales activos, únicamente en pleamar e inicio de la bajamar. Dentro del canal se dan bordes erosivos en el arco externo del meandro y barras sedimentarías areno-fangosas de acrección en el interno. Es la zona de la marisma la que sufre una mayor colonización vegetal, ésta va aumentando a medida que uno se aleja del cauce, este fenómeno da lugar a que disminuya la salinidad y se estabilice el suelo.
Las marismas en algunas zonas están desecadas (zona del polder de Anbeko), degradadas y rellenadas (rellenos de Axpe, San Kristobal, Kanala…); otras veces sus vertientes se encuentran acolinadas, aflorando el Triásico a modo de suaves protuberancias. Entre estas prominencias se encajan varios arroyos con cierta influencia mareal, mientras que otros se encuentran obstruidos o parcialmente colmatados.
En el Sur de la Reserva de la Biosfera se sitúa la llanura de inundación fluvial, medio de transición entre la marisma y la llanura aluvial, propiamente dicha, que se desarrolla con todas sus características aguas arriba de la zona de Gernika-Lumo. La dinámica sedimentaria que gobierna estas llanuras dedicadas a usos agrícolas se caracteriza por una serie de inundaciones periódicas que son producidas por el desbordamiento del rio Oka. Esta anegación da lugar a una sedimentación de la carga sólida sobre las zonas desecadas de la cabecera.
Los materiales detríticos existentes en esta región proceden de los aportes de varios arroyos tributarios de régimen torrencial, como los arroyos de Baldatika y Golako al Oeste y al Este. Dado que los cauces por donde discurren estas agua tienen una fuerte pendiente y un escaso recorrido, dan lugar a voluminosos arrastres estacionales, que sedimentan la carga sólida transportada en la llanura de inundación, zona de ruptura de pendiente. El sustrato fangoso inicial de la marisma, sobre el que se ubican los materiales detríticos (material formado por la disgregación de rocas preexistentes) de la llanura de inundación, funciona como capa impermeable. De modo que el nivel freático del acuífero cuaternario alcanza rápidamente la superficie en toda esta zona y son frecuentes los encharcamientos de los campos de laboreo.
La Villa de Gernika-Lumo está situado sobre la llanura de inundación del Río Oka.
El canal mareal principal enlaza con el cauce del río colector, donde se deja sentir la influencia de las mareas hasta Gernika-Lumo. Su cauce se canalizó artificialmente a comienzos del siglo XX, cuando se recortaron los meandros y se ensancharon los márgenes. El curso de este canal artificial tiene una morfología rectilínea curvada en el tramo medio para adaptarse a la trayectoria del valle. Su cuenca está excavada en la marisma con sección en arqueta. En su lecho se han depositado materiales finos. A medida que la influencia fluvial predomina, los contenidos en arenas de origen continental se incrementan hacia el Sur, dando lugar a facies (conjunto de características que sirven para identificar una roca) típicas de cauce fluvial.
El nuevo canal sólo pudo usarse durante unas décadas por el uso incorrecto de los recursos forestales, entre otros factores.
El canal marea la abandonado está en un avanzado estado de colmatación, ya que ha dejado de drenar los aportes fluviales del río Oka. Se trata de una llanura submareal e intermareal fangosa donde, de nuevo, predominan procesos de decantación de los materiales finos arrastrados por las corrientes de flujo.
El canal tiene un curso marcadamente meandriforme y se divide en dos partes: el margen Este, donde hay una zona que aún cuenta con cierta influencia mareal y aportes fluviales procedentes del arroyo de Oma, y al Oeste, un antiguo canal de marea situado a la altura del inicio de la canalización. Este canal abandonado forma un meandro que está cortado por la vía férrea. El resto del cauce drena las aguas de escorrentía superficial continental que llegan al estuario. Esta zona posee un elevado grado de colmatación y está canalizada por las munas que rodean las marismas desecadas laterales al estuario.
Desde la construcción de la construcción del canal artificial, el desagüe al nuevo cauce se realiza mediante un sistema de válvulas, que permite la descarga de las aguas de escorrentía e impide la entrada del prisma de marea.
Cabe destacar que hay una parte importante del estuario que está rellenada con arenas procedentes de los dragados que se vienen realizando periódicamente, debido a la necesidad de calados principalmente, por parte de los Astilleros de Murueta. Hay siete puntos de vertido situados a lo largo de todo el estuario: junto al Astillero de Murueta, frente a San Kristobal, frente a Axpe, en la playa de San Antonio, frente a la isla de Sandindere, en Kanala, y por último en la playa de Laida. Actualmente estos rellenos aparecen como grandes superficies arenosas supramareales, Sobre estos depósitos los procesos dominantes son los arrastres por el viento que provoca la dispersión de las arenas sobre la llanura de intermareal fangosa, modificando las características texturales de dicha unidad.
También, en todo el contorno del estuario, se ven zonas planas constituidas por rellenos heterogéneos de superficie intermareal. En el margen Oeste del estuario estos terrenos coinciden con la intersección de pequeños valles fluviales con la vía del ferrocarril, qué representó desde su construcción el límite artificial del margen Oeste del estuario. A partir de este límite, se sucedieron diversas desecaciones, rellenos y apropiaciones de el dominio público marino-terrestre. Como ejemplo de estos rellenos urbanizados están las zonas de Altamira de Busturia, Mundaka, Gautegiz Arteaga o Sukarrieta.
Por último, dentro de los cambios antrópicos realizados en el entorno estuárico hay que comentar las munas y lezones. Son estructuras que forman el contorno de muchas superficies de marisma restringida y otras aún con aprovechamiento agroganadero. Son diques de tierra utilizados para aislar una parte ce la marisma de las influencias salobres mareales. Para drenar las aguas continentales se hicieron aberturas en los diques en los que se efectúa el desagüe mediante un sistema de válvulas. Su construcción data de lo siglos XVIIUI y XIX, y en los años 60 se abandonaron, lo que dio lugar al deterioro de las mismas. Desde entonces han sido derruidas por el embate de las olas y de las corrientes de marea recuperando estas zonas paulatinamente el influjo mareal, sobre todo las situadas en el término municipal de Busturia. Así y todo, en el 1987 el Ayuntamiento de Murueta restauró una muna que dejó aislados del influjo mareal cantidad de canales en el margen Este del estuario, dando lugar, dado que dejaron de drenar, a su posterior colmatación.
En el municipio de Gautegiz Arteaga todavía se conserva el Porder de Anbeko restaurado a su configuración original en la década de los años 70. Otro tipo de diques son los de molinos de marea, construidos en los frentes de mayor energía como el Ozollo-Errota en Gautegiz Arteaga, al Sureste de Isla Bekoa.
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