Urdaibai es rica en testimonios de época romana. Los materiales tardorromanos perduran hasta el siglo V. Entre los últimos testimonios de época romana y el siglo XI la realidad histórica Urdaibai se nos escapa, por falta de noticias tanto arqueológicas como documentales. A tenor de la información que proporcionan los textos del medievo, es probable que los intentos de aculturación emprendidos en los primeros siglos de la era fracasaran. Uno de estos intentos de aculturación pudo venir de las manos del pueblo vikingo, ya que, sobre todo en el siglo IX, han influido sobre la historia de Vasconia igual que lo han hecho en el resto de los pueblos de Europa. Sus noticias se encuentran en fuentes árabes, en crónicas cristianas, en tradiciones orales y en algunos datos etnográficos que han llegado hasta nuestros días. Determinar con certeza la presencia o no del pueblo vikingo en Busturialdea no es tarea fácil. Aún y todo, dedicaremos este apartado a conocer más de cerca la relación entre esta comarca y el pueblo vikingo.
Para empezar a desarrollar echemos un vistazo a lo que sucedía a nuestro alrededor.
Roma, con un poderoso ejército, dominó durante siglos Europa y gran parte de África y Asia. Pero, a partir del siglo IV y hasta finales del siglo V, sus fronteras del norte, establecidas en torno al cauce del Rin y el Danubio, se fueron desmoronando ante el empuje de pueblos "bárbaros".
A comienzos del siglo V, los visigodos, después de saquear Roma, alcanzaban la Galia, Aquitania e Hispania (Iberia, para los griegos). Así, en el año 412 se establecieron en Barcelona, donde coronaron rey a Ataúlfo. Por su parte, los suevos, otro pueblo germánico procedente de la región de Suavia, entre el Rin y el Danubio, se establecieron en lo que hoy es La Rioja. Entre visigodos y suevos mantuvieron a los vascones en constante conflicto.
Fue una época de gran inestabilidad. A la crisis político-militar ligada a la paulatina desintegración del imperio se le sumo la crisis social, derivada de las cada vez más difíciles condiciones de subsistencia.
En 448, el suevo Rekhiario o Requiario (suevo) desposó a la hija del rey Teodorico. Para la boda, cruzó los Pirineos por Roncesvalles y, de paso, saqueó el país. En 466, Eurico mató a su hermano Teodorico y se hizo con el trono visigodo. Conquisto Pamplona, todavía ciudad romana y rompió sus compromisos con el imperio. En 476, el hérulo Odoacro deponía Roma a Rómulo Augústulo, el último emperador romano de Occidente.
En 531, Leovigildo unificó territorio y religión intentando reconstruir al sur de los Pirineos un imperio similar al romano. Para mantener bajo control a los pueblos vascos, levantaría las ciudades fortificadas de Victoriacum (Vitoria-Gasteiz) y Ologite (Olite o Erriberri, en Nafarroa), después de expulsar definitivamente a los suevos hacia lo que luego serían Galicia y Portugal. No debió ser suficiente porque, en 565, el poeta Venancio Fortunato incluía a cántabros y vascones en la lista de pueblos no sometidos por los godos.
Poco más de 15 años después, los francos, pueblo germánico establecido en parte del actual Estado francés, Bélgica y Países Bajos, y los visigodos de Leovigildo atacaron a los vascones de forma coordinada.
Apenas hay referencias significativas de la época. Por eso, las pocas que hay adquieren relevancia. Tajón, obispo de Zaragoza, escribía a su homologo de Barcelona, Quiricus: Los crueles vascones, saliendo de las montañas de los Pirineos, se enriquecen apoderándose de la tierra de Iberia, devastándola. Así, la sangre de muchos cristianos inocentes ha sido derramada; algunos con la cabeza cortada, otros han sido heridos a golpe de espada y otros con flechas. Se llevan multitud de prisioneros, se apoderan de todo. Llevan su guerra impía hasta el interior de las iglesias, destruyendo los lugares sagrados, matando sacerdotes y dejando los cadáveres de los muertos sin inhumar para que sean pasto de los buitres". La cita alimenta la vieja creencia de que Euskal Herria fue cristianizada tardíamente, probablemente entre los siglos X y XV. Cuentan que, aún en 1120, un obispo que volvía de Portugal y pasó por Euskal Herria se quitó sus hábitos para no ser reconocido. El paganismo debió convivir con pequeñas comunidades cristianas, incluso con musulmanas.
¿Cómo era la situación en Urdaibai?
Según Manuel de Larramendi y otros autores, en tiempos de Octavio Cesar Augusto, Cantabria se extendía desde Asturias al Pirineo. En este vasto territorio habitaban pueblos indoeuropeos como pericos, autrigones, caristios, bártulos, bascones, berones... Bizkaia se hallaba poblada mayoritariamente por autrigones y caristios. Estos habitaban el espacio geográfico comprendido entre la ría de Bilbao y el río Deba. Urdaibai, por tanto, se encontraba en territorio caristio, y era un pueblo más de los que Estrabón denominaba genéricamente cántabros.
Durante esta época, la población de la zona tenía un hábitat disperso. Su morada se hallaba en los refugios y cuevas que la propia naturaleza del brindaba o, en el mejor de los casos, en chozas fabricadas con ramas de árboles y hierbas. Se alimentaba de algunas gramíneas, quizá de escanda y mijo, y, sobre todo, de frutos silvestres: castañas, bellotas, endrinas… Era una sociedad de carácter tribal y gentilicio en la que su cohesión interna quedaba determinada por los lazos de la sangre.
La primera referencia a Bizkaia aparece en la Crónica de Alfonso III el Magno. Se trata de un texto escrito en la corte del rey leones, entre los años 886 y 900 de nuestra era. Este documento habla de las campañas de conquista, devastación y doblamiento llevadas a cabo por Alfonso I el Católico por la mitad norte peninsular, hasta los Pirineos, a mediados del siglo VIII, es decir, siglo y medio antes de que estas gestas fueran recogidas en la citada Crónica.
A partir de ahora nos centraremos en la relación entre Urdaibai y el pueblo vikingo. La presencia vikinga en Europa y en Vasconia, sobre todo en el siglo IX, esta muy documentada. ¿Y en Busturialdea? ¿Hay datos suficientemente fiables para decir que hubo presencia vikinga en esta comarca?
Para responder a esa pregunta nos basaremos, sobre todo, en la ponencia Los vikingos en Vaskonia que el médico e historiador bermeano Anton Erkoreka, presentó en un seminario celebrado el 7 de octubre de 2003 bajo el título “Los Vikingos en la Península Ibérica” organizados por la embajada de Dinamarca en Madrid y la Fundación Reina Isabel de Dinamarca.
Este investigador sostiene la hipótesis de una presencia vikinga en la costa vasca, cuya primera oleada transcurriría entre el 814 y el 825 terminando con una victoriosa campaña musulmana que les derrotó al pie de la montaña denominada Djabal al-Madjus, "La Montaña de los Madjus". Esta misma oleada se asentaría fundamentalmente en la ciudad de Baiona y en la ría de Mundaka-Gernika. Desde estos enclaves, relacionados con los reyezuelos vikingos de Irlanda, se lanzarían en verano y otoño del 844 los devastadores ataques a Lisboa, Cádiz y Sevilla, seguidos de otros ataques posteriores que sufrieron Al-Andalus, el reino asturiano y, por supuesto, el reino de Navarra.
Madjus en las fuentes musulmanas
Los historiadores árabes occidentales, de la península Ibérica y el Magreb, denominaban a los vikingos con el vocablo madjus, al contrario que los historiadores del Islam oriental que utilizaban el término rus. El vocablo madjus en realidad designa a una antigua casta sacerdotal iraní y procede del antiguo persa magush.
Los “seguidores de Zoroastro” fueron muy numerosos en la antigüedad y se extendieron por Oriente, no quedando hoy en día más que unos 100.000 parsis en la India y en Irán. Cuando los musulmanes entraron en contacto con los vikingos, les atribuyeron costumbres como la de adorar el fuego o incinerar los cadáveres.
Melvinger, el historiador escandinavo que más profundamente ha estudiado las fuentes árabes, es categórico al definirlo: "Al-madjus, terme employé par des historiens et des géographes arabes traitant du Maghrib et de l’Espagne musulmane, avec le sens de Nordiques, Vikings, pour désigner ceux qui ont participé aux grandes incursions des Vikings en Espagne".
El término normando es el más utilizado en la historiografía francesa para referirse a los vikingos y, según Anton Erkoreka "es preferible usarlo únicamente para sus descendientes que se asentaron en Normandia y en otros territorios conquistados por ellos".
Los cronistas cristianos medievales usaban muchos términos para referirse a los vikingos y muchos, de esos términos, son confusos. En las fuentes documentales francesas el uso de los términos es, aún, más variado.
Vascones y vikingos
Hay dos fechas límites que relacionan vascones y vikingos. La primera (795) de fuente musulmana y la segunda (1032) de fuente cristiana. Ambas tienen lugar en Galicia, territorio muy vinculado por mar con la costa vasca y se refieren a tropas mercenarias vascas y vikingas. Aunque ambos episodios son dudosos y tienen lugar fuera de las fronteras de Vasconia, conviene citarlos ya que marcan dos fechas extremas, al inicio y al final de las actividades depredadoras de los vikingos, en los que ambos grupos humanos han estado en contacto.
Melvinger dedica un primer y documentado capítulo de sus tesis doctoral sobre la expedición musulmana de 795, a transcribir los textos de diferentes cronistas árabes, aceptando la veracidad de la campaña llevada a cabo en Galicia por un general de Hisham I b.’Abd al-Rahman contra Alfonso II “el Casto”.
Para Anton Erkoreka "los textos son oscuros y que, sólo desde la lejana perspectiva de un cronista árabe, se puede considerar a los gallegos y a los vascos como vecinos, añadiendo mucha confusión y duda la cita de los madjus en una época tan temprana", ya que el primer ataque documentado en Francia se remonta al 799 y tiene lugar en Vendée.
En el 799 se documentan los primeros ataques contra islas situadas frente a la costa de Aquitania y a partir del 814, fecha de la muerte de Carlomagno, diversos autores, los suponen ya asentados en Baiona (Euskal Herria).
Es bien conocida la devastación que producen algunos de los ataques, como el del año 845, en que entraron por el Adur atacan Tarbes, Lescar y Oloron, llegando algún autor a suponer que la dominación vikinga de Baiona llegó hasta el año 986 en que, según Estornes, "Guillermo Sancho, duque de Vasconia, atacó a los normandos que a los que derrotó, y fundó en la diócesis de Aire un monasterio dedicado a San Salvador". No existe ninguna duda de que durante los siglos IX y X hubo presencia vikinga en la ciudad de Baiona y su área de influencia que ha seguido manteniendo, hasta el siglo XV, una estrecha relación con el reino de Inglaterra. No se han encontrado todavía restos arqueológicos que avalen la presencia vikinga o Normanda en la ciudad.
Ibn Hayyan en su Al-Muqtabis nos refiere que en la aceifa –este vocablo procede del árabe "saifa" que quiere decir “verano”, y se utiliza para designar las expediciones de verano que lanzaban los musulmanes contra los territorios del norte de la península para hostigar a los cristianos y apoderarse de sus bienes- contra el señor de Pamplona del año 816, "El emir envió al hayib ‘Adb al-Karim en contra suya, al frente del ejército de los muslimes, y les presentó batalla durante trece días, combatiéndoles sin tregua, hasta que los enemigos de Dios quedaron desbaratados y emprendieron la huida. Murieron muchos, entre ellos Garsiya ibn Lubb, hijo de la hermana de Barmud, el tío materno de Idfuns; Sanyo, el mejor caballero de Pamplona; Saltan, el mejor caballero de los Mayus, y otros".
Erkoreka piensa que estos madjus que aparecen "aliados a los cristianos, no pueden ser otros que los de que desde dos años antes se encuentran ocupando la ciudad de Baiona y que por primera vez entran en guerra con los musulmanes".
Las referencias a aceifas contra Álava y otros territorios del norte de la península y sur del actual territorio francés son numerosas de finales del siglo VIII a mediados del siglo IX. Cabe aclarar que con el término Álava, las crónicas musulmanas de esos dos siglos no se referían al territorio de la actual provincia de Álava sino a toda la superficie ocupada actualmente por las provincias de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa.
Los dos capítulos siguientes corresponderán a las aceifas de los años 823 y 825, ya que para Erkoreka "ambos episodios están relacionados entre sí, dirigiéndose las dos aceifas al mismo lugar, a la ría de Mundaka-Gernika (Urdaibai). Su finalidad no sería otra que la de atacar la factoría madju o vikinga que, desde estas fechas tan tempranas, estaría asentada en la margen izquierda de la ría, en lo que actualmente es Busturia". Para el mismo investigador "ésta sería la primera referencia fiable de la presencia vikinga en la península Ibérica, adelantándose a una veintena de años al ataque del año 844 que se señala como fecha inicial de las incursiones vikingas en la península".
Destrucción de Gernika (823)
Las crónicas árabes que describen minuciosamente –con indicación de fechas e itinerarios- las diferentes aceifas, nos informan de la que tuvo lugar el verano del año 823 contra "las tierras de Alava y el País de los Castillos" en la que destruyeron el lugar denominado Guerniq, Djernik o Charniq, saqueando la llanura situada más allá y obteniendo un rico botín de guerra.
Esta expedición que tuvo lugar los meses de mayo, junio o julio del año 823 fue dirigida por Abdelquerim. Acampó en la frontera y decidió entrar en el país de los cristianos por parte de Alava. El historiador medieval árabe Ibn ‘Idhari describe esta aceifa: "habiendo acometido por un valle llamado Guernica al otro lado del cual había una llanura en la que el enemigo tenía sus provisiones, el ejercito cayó sobre estas llanuras, apoderándose de ellas y de las provisiones de los almacenes y saqueándolo todo: luego destruyeron cuanto encontraban al paso de los poblados y alquerías, y se volvieron ricos y victoriosos".
El texto de Ibn ‘Idhari volvió a ser publicado por Estornés en 1981: "Y en el año 208/823 tuvo lugar la algazúa de Alava y Al-Kile, que la alguazó Abd el-Kerim ben el-Wahid en la expedición de verano y acampó en el Tsegur, y se le juntaron los ejércitos del Islam y anduvieron en variedad de pareceres sobre por cuál puerta harían la entrada en la casas de la Cristiandad, y acordaron que tuviese lugar por la puerta de Alava, puesto que era esa puerta la más peligrosa para el enemigo y más inexpugnable para su dueño, y descendieron por una garganta que se llama Djernik, detrás de la cual había una llanura donde tenía el enemigo sus almacenes y provisiones; y cayeron las gentes del ejercito sobre aquellos llanos y los tomaron, y en cuanto a las provisiones de aquellos almacenes se apoderaron de ellas, causando, además la desolación de todos los lugares habitados y alquerías que hallaron desiertas por donde pasaban, y salieron los muslimes gananciosos y triunfantes".
La versión que recoge Balparda (1924), de la Historia de Al-Andalus de Aben Adharí, no presenta más variante que la transcripción del topónimo, que figura como Guerniq. Una última variante del mismo figura en la crónica de Ibn Hayyan que se refiere a la "garganta de Charnig" con la grafía Djulbin.
El arzobispo D. Rodrigo en su Historia Arabum da más explicaciones al respecto, señalando incluso el haber llegado hasta la costa: "Después de esto, mandó a uno de sus magnates, llamado Abdelcarim, con su ejército a Calahorra, y así que, enviando sus falanges hasta el mar, hubo realizado numerosas devastaciones, con abundante gloria por el botín, volvió a los dominios de quien le había enviado, en el año de los árabes CC y XXIIII del Reinado de Albderrahaman".
Ahora la cuestión crucial es identificar el topónimo Guerniq, Djernik o Charniq con algún punto geográfico actual. Existen diversas versiones. Tras estudiarlas todas, Anton Erkoreka propone identificar ese topónimo con la actual Gernika de Bizkaia, ya que "se trata de una población importante, donde se conserva el “árbol de Gernika” símbolo de las libertades vascas y de su organización política, que fue puerto de mar en la Edad Media al fondo de una ría con grandes similitudes a los fiordos escandinavos y cuya descripción geográfica coincide con el texto árabe: hay una gran garganta para descender de la Llanada alavesa a Durango y de éste hasta Gernika. Siguiendo al norte de la población hay una llanura ocupando la margen izquierda de la ría donde se asienta Busturia y es aquí, en Altamira, donde pudo estar la factoría vikinga, con los “almacenes y provisiones” que volvieron “ricos y victoriosos” a los musulmanes. Pudo haber estado a orillas de un entrante de la ría de Gernika-Mundaka".
Gernika aparece nuevamente en las crónicas musulmanas el año 253/867 en la Historia de Al-Andalus de Aben Adharí: "salió Al-Hacam hijo del emir Muhammad de algazúa contra Guernic y paseó por la tierra de los enemigos, y acampó sobre Hisn Guernic (Fortaleza de Guernica) y la sitió hasta que la entró por fuerza de armas". Lévi-Provençal (1967) cita también el mismo dato con las siguientes palabras, "el príncipe Al-Hakam dirigió una nueva campaña contra Alava, o tal vez contra Galicia, que acabó con la toma de un castillo llamado Guernica".
La Montaña de los Madjus (Djabal al-Madjus) (825)
Lévi-Provençal (1950) nos da la noticia de esta nueva aceifa, "deux ans plus tard, une nouvelle campagne fut dirigée contre l’Alava, cette fois par le sahib al-sawa’if ‘Ubaid Allah. L’historien Ibn Haiyan est le seul l’avoir consignée. Le général musulman envahit les terres alavaises au mois d’août 825 (rabi’II 210), les ravagea et finit par se heurter aux contingents asturiens. Une violente bataille se déroula au pied d’une montagne que le chroniqueur appelle Djabal al-Madjus, "la montagne des adorateurs du feu", ou peut-être "des Normands". Elle se termina par la défaite des Chrétiens, et l’on appela par la suite en Espagne musulmane cette campagne "l’expédition de la victoire" (ghazwat al-fath).
Esta "expedición de la victoria" a la que tanta importancia dan los historiadores musulmanes y que Lévi-Provençal (1950) aventura que sería contra los asturianos, para Anton Erkoreka "habría tenido lugar contra los madjus, en su propia base de operaciones, que no sería otra, que la margen izquierda de la ría de Gernika-Mundaka".
“La Montaña de los Madjus”, “adoradores del fuego” que se cita en el texto, puede tener relación con algunas costumbres de encender hogueras en las cumbres para comunicarse entre sí los habitantes del país. Esta costumbre se constata en algunos lugares de la península y, en el caso de Bizkaia, es especialmente significativa porque se sabe que el máximo órgano que gobernaba el territorio, las Juntas Generales del Señorío, se convocaban hasta el siglo XV por el procedimiento de enviar unos voceros o avisadores a las cumbre de los cinco montes más estratégicos del territorio, en lo alto de las cuales tañían sus cornetas y encendían una hoguera. Estas señales visuales y acústicas en las cumbres del Sollube, Oiz, Gorbea, Ganekogorta y Kolitxa anunciaban la asamblea o Batzarra que se celebraba bajo el árbol de Gernika.
El monte Sollube (680 m.s.n.m.) se sitúa exactamente encima de Busturia, siendo perfectamente visible desde la ría de Gernika-Mundaka. Teniendo en cuenta que todos los datos señalan a Busturia como la principal factoría vikinga de la costa vizcaína, precisamente en la llanura que se forma en la ría y el monte Sollube. Sobre esto dice lo siguiente el investigador bermeano Anton Erkoreka: "Djabal al-Madjus, “la montagne des adorateurs du feu” que cita Ibn Haiyan, puede identificarse con ese monte bocinero. La sangrienta batalla habría tenido lugar en el actual barrio de Altamira y su principal consecuencia habría sido la expulsión de los nórdicos de los enclaves que ocuparían en nuestra costa como Busturia. Mundaka o algunas atalayas para vigilar el ancho mar como Albonica, Burgó o Gaztelugatx. El botín obtenido compensaría las derrotas sufridas este mismo verano por las dos columnas musulmanas que se dirigieron a saquear Galicia y el norte del actual territorio portugués, guardando los cronistas musulmanes el excelente recuerdo que les hizo denominar esta campaña ghazwat al-fath, “la expedición de la victoria”".
De nuevo en la ría de Gernika-Mundaka (Urdaibai) (844, 858-861)
Junto a la temprana presencia vikinga en la costa vasca, se supone que en las dos grandes oleadas contra la península Ibérica que se producen a partir del 844 y del 858, los vikingos tuvieron alguna factoría en la ría de Gernika-Mundaka que pudo servir incluso como base desde la que se lanzaron algunos de estos ataques. Si así fue, debieron mantener una buena relación con la población autóctona, no sometida a los reinos vecinos y gobernada por señores locales, jauntxos, que establecían alianzas con los hombres venidos por la mar.
Las fuentes árabes son, también en este caso, muy importantes ya que señalan exactamente el año en que se inicia esta segunda ocupación de algunos puntos de la costa cantábrica. El historiador árabe Nowâirî inicia la descripción del ataque a Sevilla, del año 844, con las siguientes palabras "en el año 230 los madjus que ocupaban la parte más lejana de España invadieron el país de los musulmanes". Allen (2002) añade que “el primer ataque vikingo al emirato de Córdoba en 844 fue una aventura noruega emprendida por la ruta de la costa de Vizcaya desde sus bases originales en Irlanda”.
Anton Erkoreka admite que en esta segunda oleada vikinga contra la península Ibérica (858-861) pudo utilizarse como base de operaciones y reaprovisionamiento la ría de Gernika-Mundaka (concretamente en el barrio de Altamira, de Busturia), aunque sin descartar "la bahía de Txingudi donde estuvo el asentamiento romano de Irún-Oiasso y donde existe una cierta tradición oral en Hondarribia".
La ría de Gernika-Mundaka o Urdaibai constituye el núcleo del territorio histórico de Bizkaia cuyo nacimiento está envuelto en las brumas de la leyenda. Las crónicas medievales nos transmiten dos versiones diferentes de la leyenda del primer señor de Bizkaia llamado Jaun Zuria. La más antigua es la del conde de Barcelos (1288-1346) que en su Livro dos Linhasgens cuenta como un hermano del rey de Inglaterra, From, llegó a las costas vizcaínas, fue elegido Señor y se enfrentó con el conde D. Moniño de Asturias cerca de Busturia derrotándole y matándole en ese lugar. La segunda versión fue escrita el año 1454 por Lope García de Salazar y cuenta cómo la hija del rey de Escocia llegó a Mundaka, quedo preñada por un diablo que llaman “Culebro” y parió un hijo al que llamaron Jaun Zuria que significa “Señor blanco”. El hijo del rey de León atacó el Señorío de Bizkaia y los vizcaínos le eligieron como capitán, derrotando al ejército leonés en Arrigorriaga y siendo por ello elegido primer Señor de Bizkaia con el nombre de Jaun Zuria.
Dos de los reyes vikingos que gobiernan Dublín, entre los años 850 y 873, son el danés Ívarr inn beinlausi y el noruego Óláfr inn hviti cuyos nombres traducidos quieren decir Ívarr “el Culebro” (beinlausi significa “sin huesos”, “sin piernas” o “sin patas” y Óláfr “el Blanco”. Parece que Óláfr inn hviti recibe su calificativo de “blanco” por haberse convertido al cristianismo mientras que Ívarr inn beinlausi, Ívarr “el Culebro”, fue pagano y acérrimo enemigo de los cristianos, rex paganissimus le denominan las fuentes inglesas. A este último le atribuye Smyth (1977) una incursión que asoló las costas de la península Ibérica entre 859 y 860.
Jon Bilbao (1982) relaciona la leyenda de Jaun Zuria con estos personajes, afirmando categóricamente que "en la segunda mitad del siglo IX se establece en la ría de Mundaca una base vikinga que tiene relación con los reyes vikingos de Dublín: Olafr el Blanco e Ivarr el Culebro".
Secuestro del rey García Iñiguez (859-860)
Entre los años 858 y el 861 tuvo lugar una oleada de ataques vikingos que asolaron Europa.
Las crónicas cristianas y musulmanas hablan de una flota de 62 naves vikingas que atacan las costas de la península Ibérica, norte de Marruecos, Baleares y las costas de las Galias. Uno de estos reyes vikingos, Ívarr inn beinlausi (Ívarr “el Culebro”) hace una expedición, entre los años 859 y 860, depredando el norte de la península Ibérica, las costas portuguesas, se adentran por el Guadalquivir y llegan a las costas del Mediterráneo.
Algún autor apunta que en el 859, en el transcurso de esta nueva oleada vikinga, los Madjus fueron a la ciudad de Pamplona y allí cogieron prisionero al franco García Iñiguez, señor de esta ciudad y rey de Navarra, que pagó por su rescate entre setenta y noventa mil dinares.
Sobre este ataque, Dozy (1987) subraya que el desembarcó de los madjus fue en la costa cantábrica. Mañaricua (1984), "en cuanto al punto de penetración sugiere como más probable la desembocadura del Bidasoa", ya que allí estuvo situado desde hace mucho tiempo el puerto de Oiasso y un calzada romana existente ya a comienzos de nuestra era comunicaba a Oiasso con Pamplona. Para Anton Erkoreka el único acceso posible era desde la costa vasca, Bidasoa arriba, desde Baiona donde había un asentamiento nórdico o, más probablemente, como también piensa Bilbao (1982), proceder desde la ría de Gernika-Mundaka, "que hubiera servido de descanso a los barcos de la expedición… tanto a su ida hacia el Mediterráneo costeando la península Ibérica como a su vuelta a Dublín".
Desde el asentamiento vikingo de la ría de Gernika-Mundaka podían pasar con facilidad a la Llanada Alavesa y, atravesando el pasillo natural de la Sakana, llegar a Pamplona y retirarse, con su cautivo real o con sus hijos tomados como rehenes, nuevamente a la Ría de Gernika-Mundaka para negociar, desde allí, el pago del rescate y la liberación de los rehenes. Los descubrimientos como Aldaieta, al norte de la Llanada Alavesa camino del Duranguesado, Finaga en Bizkaia y otros de Navarra, con abundante material de guerra de los siglos VI y VII, de procedencia franca o germánica, nos hablan bien a las claras de las posibilidades de circulación por este territorio de grupos armados organizados, aliados o no de la población vasca autóctona que por estos siglos mantenía su independencia de los reinos circunvecinos.
Ultima cita de vascones y gens leodomanorum en Galicia (1032)
El texto que describe la destrucción de una fortaleza denominada Peña, cerca de Lapio, el año 1032, se encuentra en el apéndice XXV del tomo XI de la España Sagrada. Hay que tomarlo con las debidas precauciones por su origen, contenido e incluso por su redacción que, según el historiador franciscano Ángel Uribe, "es difícil, confuso y está plagado de erratas gramaticales y frases inconclusas".
La descripción de las tropelías que llevan a cabo los vascones desde su asentamiento en la Peña, así como la destrucción de ese lugar con ayuda de los vikingos, es muy interesante y puede dar lugar a diversas conjeturas. Las similitudes de “Peña” en el lugar de “Lapio” con San Juan de la Peña (Gaztelugatx), junto a Bakio en Bizkaia son muy acusadas. Precisamente San Juan de Gaztelugatxe fue donada veintiún años mas tarde a su homónima pirenaica, "in loco quod dicitur Sancti Johannis de Castiello id est in territorio de Bakio et alia parte de Bermeio".
Según Anton Erkoreka "el texto de Risco se refiere a San Miguel de Lapio, en el Ayuntamiento de Corgo (Lugo), aunque tampoco las distancias entre Galicia y la costa vizcaína son insalvables. A principios del siglo XX, según un informante de Bermeo que se dedicaba al transporte de mercancías, los veleros –balandras- que transportaban carbón de Asturias a Bermeo tardaban unos pocos días en hacer este recorrido a vela. De todas formas, la toponimia de la costa cantábrica repite muchos topónimos como Baiona, Deva, Bermelio, Peña, etc...".
La herencia nórdica en Busturialdea-Urdaibai
Urdaibai o Busturialdea es el núcleo de la llamada Bizkaia nuclear, donde se establece la entidad política y administrativa, en la que han perdurado algunos vestigios que pueden ser relacionados con el genio de los Northmen o Nortmanni.
EUSKARA | CASTELLANO | SIGNIFICADO |
---|---|---|
Estriborrá | Estribor | Compuesto por “styr” y “board” o sea “costado derecho” |
Baborrá | Babor | Compuesto por “bak” y “”boord”, es decir, “costado izquierdo” |
Tolétie | Tolete | Del islandés “tholl” o ingles “thole” |
Lemié | Timón | “Loodsman”, es decir, “piloto” |
Erlíngie | Relinga | Del neerlandés “ra”, “verga” y “lijkl” “relinga”: cabo con la que se refuerzan las orillas de las velas |
Eskotá | Escota | Del neerlandés “schoot”: cabo que sirve para cazar las velas |
Baríngek | -------------- | Del sueco “wranger”: costado de un buquet |
Balándrie | Balandra | Procede de “bylander” de “by”: “cerca” y “land”: “tierra” (en neerlandés “bijlandeer”). En sus trayectos jamás perdían de vista la costa. |
Tabla 1: Un elevado número de vocablos de carácter náutico, utilizados en lengua vasca, española y francesa, son de ascendencia nórdica. En esta tabla, a modo de ejemplo, se mencionan algunos de los utilizados por los pescadores de Bermeo.
Recuerdos legendarios
En Busturia todavía se mantiene vivo el recuerdo de Jaun Zuria, señalando algunos/as baserritarras una pedregosa ladera denominada Torrezarreta, junto al barrio de Altamira en el ángulo que forman los caminos que van a Paresi y a los caseríos Apraiz, como el lugar donde vivió y murió este personaje semimitológico.
Otro dato significativo lo recoge el cronista medieval portugués Pedro de Barcellos en su "Livro dos Linhagens", relatando la ceremonia que uno de los Señores de Bizkaia realizaba en la localidad de Busturia, posiblemente en su palacio de Altamira y que José Migel Barandiaran lo refiere así: "En Vizcaya dijeron y dicen hoy en día que esta su madre de Iñigo Guerra es el hechicero o encantador de Vizcaya. Y como ese signo de ofrenda de él, siempre que el Señor de Vizcaya está en una aldea que llaman Vusturio, todas las entrañas de las vacas que mata en su casa, las manda poner fuera de la aldea sobre una peña, y por la mañana no encuentran nada, y dicen que si no lo hiciesen así, algún daño recibiría en ese día y en esa noche en algún escudero de su casa o en alguna cosa que mucho le doliese. Y esto siempre lo hicieron los Señores de Vizcaya, hasta la muerte de D. Juan “el Tuerto”, y algunos quisieron probar a no hacerlo así y se encontraron mal".
Esta ofrenda de los primeros Señores de Bizkaia hay que ponerla en relación con la que tenían los vikingos de ofrecer presentes a sus dioses. A este respecto tenemos hay un relato de Ibn Fadlan, embajador del califa de Bagdad, que en el año 922 visita una factoría vikinga a orillas del Volga y que describe con precisión una ceremonia idéntica a la señalada.
Organización política de Bizkaia
El señorío de Bizkaia era originariamente independiente, siendo gobernada por un Señor elegido por los hombres libres del territorio. El título, con el paso de los años, se convirtió en hereditario y, tras la invasión castellana de 1175 y la incorporación a este reino en 1179, acaba acumulado a los del rey de Castilla.
El gobierno del territorio se ha realizado por las Juntas Generales, que reunían un representante de cada localidad, decidiendo libre y democráticamente los asuntos de Bizkaia. Para Anton Erkoreka "esta organización democrática, en clara oposición con las sociedades feudales de su entorno, el modo de convocar la Asamblea o Batzarra en la ciudad santa de Gernika encendiendo las hogueras en los montes y tocando la bocina en los llamados “montes bocineros”, las asambleas vecinales para elegir representantes y otras características, pueden tener una clara influencia vikinga".
Muchos investigadores que han estudiado el derecho foral de Bizkaia señalan que presenta similitudes con el derecho noruego-islándico. Para el ilustre jurista Adrián Celaya "el Derecho Vasco es un Derecho Europeo, aunque con su propia identidad. Se formó en el entorno cultural de la península Ibérica, con indudables influencias romanas, pero presenta también rasgos genuinamente europeos, incluso de signo germánico, que contrastan con la legislación castellana".
Construcción y terminología naval
Algunos investigadores sostienen que los vascos aprendieron de los normandos o vikingos la pesca de la ballena. La caza de estos animales que se acercaban en otoño e invierno a las costas del Golfo de Bizkaia constituyó, durante la Edad Media, una de las actividades económicas más importantes de las localidades del litoral vasco. También la pesca y comercialización del bacalao fue una actividad muy importante al final de la Edad Media. Según Kurlansky (1999), la conservación del bacalao “curado al gélido aire invernal hasta que perdía cuatro quintas partes de su peso”, posibilitó las expediciones vikingas a Norteamérica alrededor del año 1000. Los pescadores vascos, conservándolo mediante la sal, pudieron también realizar viajes transatlánticos antes que las expediciones de Colón y desarrollar un próspero mercado del bacalao que enriqueció las localidades costeras de Bizkaia, Gipuzkoa y Lapurdi.
TOPONIMO | EXPLICACIÓN |
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Albonica (Almika) |
Ya aparece citado en el interior de la península Ibérica en época romana y es muy similar al que designa a la comarca francesa de “Armonica” en Normandía. Según Anton Erkoreka el topónimo podría estar compuesto por las palabras “Ar”, que significa "sobre, encima de" y “Mor”, que significa "mar", con la terminación en –ika. Esta interpretación del topónimo Albóniga. "sobre la mar" ó "encima de la mar" se ajusta perfectamente a su situación geográfica de atalaya sobre la bahía de Matxitxako. |
(Bermeo) Bermeio edo Vermelio |
Erkoreka sostiene que puede tener un origen similar al término "berme" en francés que lo relaciona con el neerlandés "breme", cuyo significado es "borde". Así, la definición del diccionario de Hatzfeld se ajusta a la disposición geográfica del casco antiguo de la localidad que se asienta sobre el puerto viejo. El topónimo Bermeo, según Erkoreka, podría traducirse cómo "borde mar" o "borde de un precipicio sobre la mar" y puede tener raíces noreuropeas, pudiendo encontrar topónimos similares como Verma en el departamento noruego de Möre og Romsdal, o Bremen en Alemania. |
Barzizi (Parezi) |
Barrio y ermita situados sobre Altamira de Busturia, tiene, desde su primera cita, unas connotaciones religiosas que se encuentran en el propio nombre. Para Erkoreka "su parecido con el vocablo inglés “parish”, parroquia, no puede ser mera casualidad". |
Burgó (Burgoa mendia) |
Denominación de algunos montes estratégicos de la costa vizcaína. Sobre el cabo Matxitxako, el más pronunciado de la costa vasca, hay una cumbre con este nombre coronada por las ruinas de una construcción redonda similar a una torre. Dominando desde el interior la ría de Urdaibai, hay otro monte con esta denominación situado sobre los caseríos Ispizua de Ajangiz. El topónimo claramente deriva de “burg” que significa “fortaleza” (un topónimo similar “berg” se traduce por “montaña”). |
Tabla 2: Posible origen de algunos de los topónimos de Busturialdea, partiendo de la hipótesis de la presencia nórdica en esta comarca. Entre paréntesis se indican las formas aceptadas en la actualidad.
Todos los estudios sobre la arquitectura naval cantábrica en la Edad Media confirman su relación con las embarcaciones nórdicas:"los barcos septentrionales tenían el casco de sección en V y un perfil simétrico, es decir, la popa y la proa eran iguales; el bastidor, muy ligero, estaba formado por finas cuadernas bastante espaciadas que relacionaban un fuerte forro a tingladillo, o sea, con las tablas solapadas, con los bordes superpuestos; también parece que hay un determinante tecnológico de este tipo de forro, porque los pueblos del norte, al no disponer de sierras, trabajaban la madera con hacha, con las consiguientes dificultades de escuadría.
Las embarcaciones representadas en los sellos municipales de los siglos XIII y XIV de algunas ciudades costeras europeas, entre las que se incluyen algunos puertos pesqueros vascos, son claramente nórdicas. La semejanza entre alguno de los navíos vikingos rescatados en el fiordo de Roskilde y los que han surcado las aguas del Golfo de Bizkaia, desde la Edad Media hasta nuestros días, es evidente. (Tabla1)
A partir de la segunda mitad del siglo XI disponemos de textos escritos, que citan topónimos que han llegado hasta nuestros días, como Sancti Johannis de Castiello (San Juan de Gaztelugatx), Albonica (Albóniga, Almika), Vermelio o Bermeio (Bermeo), Mundaka, Barzizi (Parezi), Erkoreka, Bakio, etc. El origen y significado de algunos de estos topónimos es oscuro y los intentos de interpretación a partir de la lengua vasca han dado sus frutos. Partiendo de la hipótesis de la presencia nórdica en esta comarca se podrían releer algunos de ellos (Tabla 2 y pies de fotos de San Juan de Gaztelugatxe, Mundaka y cabo Matxitxako).
BIBLIOGRAFÍA
+ EGAÑA, IÑAKI. Breve historia de Euskal Herria. Txertoa Argitaletxea, Donostia, 2013.
+ VV.AA. Los vikingos en la península Ibérica. Fundación Reina Isabel de Dinamarca, Dinamarca, 2004.
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