Empezaremos diciendo que para preparar esta sección nos hemos basado en el libro publicado por el Ayuntamiento de Gernika-Lumo titulado Gure Ohiturak (Nuestras Costumbres).
Los carnavales no se limitan solamente a Euskal Herria. Todo el mundo los ha conocido y los vive. Hoy en día no son pocos los pueblos que intentan recuperar y actualizar este acontecimiento. Uno de estos es el mismo Euskal Herria.
¿En que momento de la Historia humana surgió esta costumbre? Aunque quizá sea excesivo decir que procede desde el mismo momento en el que surgió el ser humano, si podemos afirmar que el nacimiento del pastoreo y esta costumbre van ligadas.
La Oficina Pedagógica del Museo de Historia, Etnografía y Arqueología de Bilbao publicó un trabajo muy denso sobre los carnavales. De ese trabajo hemos sacado unas ideas, las cuales las recogemos a continuación.
El Sol es el que marca cuando ha de moverse el o la pastora con su rebaño de la montaña al valle o viceversa, o cuando debe el o la agricultora sembrar o recoger la cosecha.
Pero los datos más fehacientes proceden de después de la difusión del Cristianismo. El Cristianismo, quizá, siguiendo a costumbres más antiguas, hace celebrar la Cuaresma. Este momento se convierte en momento de todo tipo de penitencias, sacrificios, castigos y ayunos.
Sobre todo de ayuno, ya que el ayuno es la característica principal de la Cuaresma. (-Haratuzteak- = haragi uzteak –dejar la carne-). Pero hete el quid de la cuestión. Los Carnavales dan paso a la Cuaresma. El ser humano con la idea de encontrar el equilibrio en la sociedad, pero también entre los y las individuos, celebra, antes que la Cuaresma, los Carnavales. Estos Carnavales están regidos por actos contrarios al significado de la Cuaresma. Los Carnavales, al fin y al cabo, podemos afirmar que corresponden a actos de reafirmación psicológica para poder, posteriormente, enfrentarse al momento de Cuaresma.
En el límite de esta época del año el ser humano se encuentra en su momento de mayor libertad. Parece que esa palabra indica que es momento de reír y de tomar el pelo. Momento de fiesta quizá. El momento cumbre de estas fiestas corresponde al martes de carnaval, ya que luego vienen el día de ceniza y con ello la Cuaresma>>.
Esta explicación general exige una explicación mucha más exhaustiva según el lugar en el que nos encontremos, ya que no es lo mismo un ambiente rural que un ambiente urbano. Se puede decir que, aún, Gernika-Lumo tiene parte de ambas. Conozcamos, pues, cuales han sido las costumbres más típicas en este municipio.
Para comenzar diremos que en Gernika-Lumo estas celebraciones, en lugar de -Ihauteriak- se denominan -Aratoste-.
El domingo anterior a la Quincuagésima comenzaban las fiestas conocidas como -Basatoste-. Iban al monte o a algún pastizal y allí mismo celebraban una comida con huevos, chorizo y tocino. Luego solía haber romería.
Jueves gordo. Dentro de los Carnavales, era un día especial para los y las niñas. Muchas veces y dentro del ambientes festivo los y las niñas iban de casa en casa, en grupos, con sus peticiones.
Al final, con todo lo recogido celebraban una comida.
Domingo de carnavales. En la Plaza de los Fueros se organizaba el juego de la cucaña. El lunes y martes de carnavales también se organizaban.
El martes, alrededor de las 11:00 de la mañana, los dantzaris vestidos de marro bailaban el aurresku. A continuación se organizaba el juego del gallo.
El martes por la tarde, los grupos de música y la gente iba andando de calle en calle. Siguiendo la tradición en ese día se comían tostadas.
Actualmente, por fortuna, casi todas las actividades mencionadas anteriormente son actividades que componen el programa de los Carnavales de Gernika-Lumo del siglo XXI.
CARNAVALES (En Gernika-Lumo)
Sei baso atara ta
sei tragotan hustu,
sei tragotan hustu,
beste sei edateko
inor behar ez du.
Edan korriente baina
pagatzea ahaztu,
Holan tabernerea
ezin aberastu,
holan tabernerea
ezin aberastu.
Pagatzen ez badezu
zor dokana niri,
zor dokana niri,
parte emango diot
zeladoriari.
Ez emon parterikan
zeladoariari,
astion pagako tsut
pitxer bat edo bi,
astion pagako tsut
pitxer bat edo bi.
Aún así los en los centros escolares se están divulgando otras canciones para ambientar esa celebración y aunque procedan de otros lugares algunos los hemos querido recoger en este trabajo.
ARTILLERO
Artillero dale fuego
Ezkontzen zaigula Pastelero.
Eta norekin, eta zeinekin?
Mokozikinaren alabekin
La la la la la la la...
IHAUTERIAK AMAITU DIRA
Ihauteriak amaitu dira,
goazen, goazen denok Udaletxera. (bis)
KOITTADUAK
Koittaduak, koittaduak,
Amaitu dira aurtengo Ihauteriak.
LA GON GON
La gon gon maria gono gon
txi-bi-ri-bi-ri gon gon (bis)
Bitoria bitoria
txi-bi-ri-bi-ri gon gon
En Mundaka se celebran unos carnavales muy curiosos en los que participan los hombres, a través de los atorras, y las mujeres, mediante las lamiak.
Los atorras, anualmente, comienzan su andar por Mundaka, frente la casa de José María Egileor, uno de los impulsores de esta celebración durante la Guerra Civil y los años de la dictadura, y lo hacen con la primera de las canciones, titulada Aratuste y que dice “Aratuste zara, Aratuste, mundakarrentzat egun obarik ez”, -Carnaval, Carnaval, para los mundakarras no hay un día mejor-, recalca el estribillo de la pieza.
Tras un multitudinario arranque, el séquito, compuesto por unas doscientas personas y un gran número de instrumentos de cuerda, acordeones y panderos, continuó su ronda para llenar de alegría con sus sones todos los rincones de la anteiglesia turística.
La comitiva, está dirigida por la sabia batuta de su director, vestido de etiqueta, en negro, para contrastar con el blanco inmaculado de los atorras. Éstos recorren diferentes calles de Mundaka y llevan a cabo varias paradas obligatorias entre las que destacan las dos residencias de ancianos de la localidad y la calle mayor. En este punto se desarrolla uno de los momentos centrales de la jornada con la interpretación de varias melodías y la presencia de numerosos curiosos. El repertorio musical está formado por cerca de medio centenar de piezas, entre otras las siguientes:
Todos los años, suele haber una novedad con respecto al año anterior.
El séquito blanco se mantiene de ronda hasta bien entrada la tarde. Los muelles del puerto y la plazoleta de “Los Txopos”, con el director encaramado a uno de los árboles, acogieron las dos últimas paradas de los atorras.
Esta festividad vivó sus peores momentos durante los años de la represión. Con el paso del tiempo ha renacido con fuerza y en la actualidad disfruta de uno de los momentos más dulces.
Según la leyenda, la pulcra indumentaria de los atorras, constituida de falda, blusón y pantalones blancos, así como una funda de almohada por la cabeza y un pañuelo rojo fue utilizada por primera vez por el conde local Antón Erreka.
Este personaje, que un día llegó a su casa con unas copas de más, se vistió las enaguas de su mujer sin darse cuenta y salió a la calle para escapar a los escobazos de la enojada esposa. Los vecinos creyeron que se trataba de una genialidad más de la primera autoridad local y se dispusieron a celebrar una gran romería que no cesó hasta el toque de ánimas. De esta singular manera popularizó Erreka, sin saberlo, un traje que con el paso del tiempo se ha convertido en los carnavales de Mundaka.
Desde hace algunos años por parte de un grupo de mujeres estas fiestas tienen un aliciente más: son las lamiak. Vestidas y maquilladas como lo debían de hacer las “brujas” que debieron habitar por los alrededores de Mundaka –entre Mundaka y Bermeo hay un lugar que se denomina Lamiarán o lugar de Lamias- en anteriores épocas, al igual, que los atorras, alegran las calles de Mundaka con la música de sus instrumentos musicales y la voz de sus gargantas.
Tienen un repertorio musical muy amplio formado por, entre otras, las siguientes canciones:
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