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Advocación: San Bartolomé.

Emplazamiento: Estuvo situada en el barrio Rentería, en el lugar denominado Maloste. Por tradición se sabe que estuvo ubicada junto al antiguo caserío Alegría. Actualmente hay en su lugar una casa de varias viviendas denominada Katalin Etxea. En la actualidad hay un calle que lleva el nombre de la ermita. Se situaba cerca de la ermita de Santa María Magdalena.

Descripción: Se desconoce con exactitud como era su arquitectura, pero pudo ser así: Edificio bastante similar al resto de las casas de la Rentería, salvo la espadaña y el pórtico. Orientación de la ermita al este. El altar mirando a la salida del sol. Edificio de nave única y rectangular. Levantada con muros de mampostería vista o encalada, con esquineros de sillería. Cubierta dos aguas, de madera y de teja curva. Cerramiento, por medio de una puerta de arco de medio punto. Posiblemente carecía de torre elevada. En su lugar una espadaña de piedra de sillería (rematada por una cruz) que acogería las campanas. Pavimento de losas de piedra, y posteriormente con baldosas de tierra cocida. Presbiterio, también de losas de piedra. Altar de piedra. Retablo con santo o santa titular, y con otros santos protectores o de devoción. Junto a la puerta, una o dos pilas para agua bendita, decoradas o rematadas por una cruz.

Festividad, culto y ritos: Se celebra en el barrio la festividad de San Bartolomé, el día 24 de agosto, con misa en el Convento de la Merced. También se celebraba romería.

Notas históricas: Un primer vestigio documental aparece en una de las visitas que los enviados del obispo de Calahorra realizaban a las parroquias de su jurisdicción, y dentro de ella a sus ermitas. Concretamente, se cita en dos ocasiones la ermita de San Bartolomé en la visita de 1758 y en la de 1768. En esta última, don Francisco Alonso Gutiérrez, visitador del obispo, visitó la iglesia de Santo Tomás de Arratzu y sus ermitas, y exigió “que las tengan con mucho aseo y curiosidad, y sin permitir en ellas... cosas que no correspondan al lugar sagrado”.

Posteriormente, a principios del siglo XIX, Juan Ramón de Iturriza menciona entre las ermitas bajo la jurisdicción de Santo Tomás de Arratzu, la de Santa María Magdalena y la de San Bartolomé, ambas en la Rentería de Ajangiz. El mismo autor señala que la ermita de San Bartolomé fue demolida, por amenazar ruina, en 1789.

Pero el fervor por este santo debía ser considerable entre los habitantes de la Rentería, ya que la mismos vecinos trasladaron las imágenes allí contenidas a la próxima ermita de la Magdalena. Por cierto, en otro documento fechado en 1796 se narra la visita que realizó a Arratzu una delegación del obispo de Calahorra. En la visita no se menciona la ermita de San Bartolomé, pero se dice que el altar de la ermita de San Bartolomé esta situada en la ermita de Santa María Magdalena y que es demasiada pequeña. Además, desde entonces, la ermita de Santa María Magdalena es conocida con los dos nombres.

Juan José Lecanda, a finales del siglo XIX escribió los siguiente:

"No lejos de la cruz de Rentería había una ermita de San Bartolomé, Y con ocasión de las fiestas del santo titular se celebra allí una animadísima feria. Las fiestas se prolongaban varios días, causando con ello perjuicios a las que se celebraban en Lekeitio a principios de septiembre (San Antolín). Por ello, se trasladó la feria de San Bartolomé a todos los lunes de octubre con extraordinaria concurrencia de gentes. (...)".

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