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Advocación: Nuestra Señora de la Concepción, popularmente Talako Ama.

Parroquia: San Juan Bautista.

Emplazamiento: Aislada, en una atalaya del litoral, en el lugar denominado Tala.

En el camino a la ermita, a la altura de la casa Beletxe, comienza el Vía Crucis que concluye en la ermita. Además, junto a ella, pasa el pequeño recorrido PR BI-168.

Acceso: Desde el centro urbano de Ea, se toma a la derecha un camino paralelo a la ría. Al finalizar éste, se continúa por un sendero ascendente a lo largo de 350 m.

Descripción: Planta rectangular de 9,20 x 7,40 m. Ábside de 7,55 x 9,30 m. Muros de mampostería lucida y esquineros de sillería. Cubierta a dos aguas sobre dos cerchas. Espadaña de sillería de un vano, con campana, rematada por cruz de piedra. Puerta y ventana adinteladas y ventana en arco de medio punto al NW. Tres ventanas adinteladas al NE y SW. Pavimento de cemento. Pórtico a los pies.

Imágenes: María Inmaculada (finales siglo XVI), Flagelación del Señor (siglo XVIII) y San Ramón Nonato (siglo XX).

Conservación: Muy buena. El año 1973 fue reparada a cuenta de los vecinos de Ea. Posteriormente, ha tenido reparaciones más pequeñas y puntuales.

Festividad, culto y ritos: El 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada se celebra misa cantada y romería popular en la plaza del mismo pueblo. Es costumbre, celebrar, a principios de agosto, una misa para los veraneantes que no pueden asistir a la fiesta del 8 de diciembre.

Rogativas: Desde la parroquia de Ea se acudía a esta ermita en rogativa uno de los tres días anteriores a la Ascensión. Se hacían también las rogativas de San Gregorio y San Marcos. Se bendecía agua y sal que después eran repartidos entre los asistentes.

Cuando el Ayuntamiento obsequiaba con pan y aguardiente a los asistentes a las rogativas, era costumbre que la sacristana, durante el recorrido desde la parroquia a la ermita, llevase en un cestito el pan, las copas y el aguardiente.

Exvotos: Recuerdan que, en esta ermita, siempre ha habido exvotos marinos: maquetas de barcos, etc. A raíz de la reforma (1973), sólo se conserva un salvavidas. La Virgen Inmaculada es considerada como protectora de los pescadores y marinos. Al pasar frente a la ermita, los capitanes de barco de Ea, Elantxobe y Lekeitio, hacen sonar las bocinas de los barcos.

Los pescadores de Ea rezaban una salve a la Virgen a la entrada y salida del puerto. De ahí el nombre de Salbarri (Salbe-arri).

Ofrendas: Se hacían ofrendas de aceite y, actualmente, de velas.

A San Ramón Nonato, las mujeres embarazadas solicitan su intervención para tener un buen parto.

Vía Crucis: Hasta el año 1980, se celebraba el día Viernes Santo un Vía Crucis desde la parroquia a la ermita.

Mes de Mayo: Era costumbre que el último día del mes de mayo los niños subiesen a la ermita a depositar flores, rezar, cantar y recitar versos.

Ocasionalmente, se celebraban matrimonios.

Leyenda: Dicen que unos pescadores encontraron una imagen de la Inmaculada en el mar y que, a raíz de este hecho, edificaron la ermita frente al punto donde la habían encontrado.

Los hombres del mar sienten gran devoción por la imagen del Cristo, ya que la tradición afirma que fue rescatada de las olas del Cantábrico.

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