Actualmente desaparecida, todavía a comienzos del siglo XX existía en el barrio de Munitibar, en Munitibar-Arbatzegi-Gerrikaitz, la casa torre que le dio nombre. Se hallaba embutida dentro de un palacio barroco del siglo XVIII del que el libro “Torres de Vizcaya” de Ybarra nos ofrece unas fotografías.
La fachada exterior de este amplio palacio de planta cuadrangular y tejado a cuatro aguas con pequeña linterna, consistía, en un muro en el que descansaban unas columnas toscanas que sostenían un piso, con la fachada pintada con un mismo tema de figuras geométricas repetidas, y con dos leones de piedra en los ángulos decorando la parte ala de la fachada este.
Mirando detenidamente el edificio se comprobaba que este muro inferior era la antigua cerca de una torre guerrera con su puerta ojival rasgada y con tres aspilleras mirando al saliente.
Una vez dentro del patio interior se encontraba en el ángulo norte la torre con puerta ojival en el piso superior a la que se accedía gracias a un patín que se hallaba en el patio, al pie del cual había un pequeño escudo con dos tenantes, que son hombres, y en lugar de casco un árbol, de una de cuyas ramas colgaban las armas de los Arteaga.
El espesor de los muros de la cerca era de 1,20 m, y además de las aspilleras citadas, contaba con más en las restantes fachadas.
La casa torre se encontraba bastante transformada, presentando en la parte alta de la fachada norte una aspillera y un bonito balcón de hierro forjado, así como el resto que también presentan aspilleras, y que medían 14 metros de alto la fachada que quedaba sobre el río, cuatro metros más que el resto ya que aquella tenía que salvar el desnivel del terreno.
El lugar que ocupaba este palacio y casa torre se halla ocupado actualmente por el frontón.
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