Las primeras asambleas de pescadores tenían lugar en diversos recintos, pero, sobre todo, en torno a edificios o lugares religiosos. Posteriormente, cuando la Iglesia empieza a perder influencia, estas reuniones se llevarían a cabo al aire libre. Pero cada vez quedaba más claro era necesario construir una sede gremial. Bermeo, Mundaka y Elantxobe dispusieron de edificios construidos para tal fin. Actualmente, solamente en Bermeo, hay un edificio cumpliendo en la actualidad esa función.
El emplazamiento de las reuniones de las distintas cofradías de pescadores del País Vasco se caracteriza por la heterogeneidad. La primera constante radica en la utilización de los diferentes recintos religiosos de la localidad, como foro para la celebración de las asambleas de cofrades; fenómeno éste, cuyo fundamento último ha de localizarse en la extraordinaria importancia que el componente religioso revistió en los orígenes del movimiento de las cofradías. En el caso de Bermeo, las Ordenanzas antiguas de la cofradía refieren la costumbre de congregarse en la ermita de Santa Marina. Algunos identifican esta ermita con el antiguo edificio primitivo sobre el que se levantó la ermita de Kurtzio, situada en el arrabal de Kurtzio, al pie del castillo de Zarragoiti y junto al camino real de Mundaka. Probablemente, la primitiva ermita fue construida después de fundarse la Villa. La planta de la misma era rectangular con cubierta simple según se deduce del grosor de los cimientos encontrados y por la ausencia de contrafuertes. Esta costumbre fue perdiendo vigencia al no considerarse adecuado el marco de la iglesia para reuniones de una institución en proceso de secularización.
La cofradía de mareantes de Bermeo, como el resto de las cofradías vascas, también tenía el hábito de celebrar sus reuniones al aire libre, en los muelles o arenales del puerto. Sin embargo era patente la necesidad de pasar a realizarlas en lugares cerrados y así se refleja en las precitadas Ordenanzas antiguas. Durante el siglo XVII, la cofradía siguió recurriendo a diversos lugares para congregarse: en el hospital del Sancti Spiritu, en la casa del Mayordomo electo o de algún particular, en la lonja alquilada para almacenar lo pescado.
Edificio propiedad de la Cofradía de Pescadores en Bermeo
La construcción de una sede gremial o de edificio propiedad de la cofradía se documenta en Bermeo para las últimas décadas del siglo XVIII. No está claro si esta casa del XVIII se corresponde a la descrita por Juan Antonio de Iradi para 1840. Esta casa, de la que se conserva una fotografía del siglo XIX, era un edificio adosado, en esquina, de planta rectangular y cubierta a cuatro aguas. Su fachada se ordenaba en cuatro alturas: en planta baja se abría un soportal de dos arcos de medio punto adovelados y apeados sobre un pilar, el resto de la fachada principal presentaba dos ejes de vanos adintelados. El aparejo era de mampostería, con sillares en esquina. La fachada lateral presentaba dos hileras de vanos de pequeño tamaño, tipo saetera; abriéndose en el piso superior unos amplios vanos, a modo de miradores, cerrados por enrejados de madera que bien podrían corresponderse con secaderos del pescado.
El edificio se alzaba sobre un zócalo de piedra que aislaba el pórtico y las ventanas laterales del agua del mar.
En 1939 el arquitecto Fernando Arzadun Ibarraran presenta un proyecto para la construcción de la nueva casa para la cofradía de pescadores de Bermeo. En el se señala como objetivo principal la necesidad de poseer una lonja de contratación que sustituya a la que en aquel momento se utilizaba, dado que esta última se había quedado anticuada y vieja.
Ante estas insuficiencias, se elige un terreno que se adapte a las nuevas circunstancias. El Artza se ha convertido en la zona de abrigo de la mayor parte de la flota durante el mal tiempo, así como de trasvase de la población pescadora ya que el Portu Zaharra está superpoblado y carece de terrenos edificables. El emplazamiento se efectúa pues enfrente del Artza, -donde actualmente se encuentra-. Al final, el edificio termina construyéndose en esta zona, al pie de la iglesia de Santa Eufemia y haciendo esquina con el bocal del puerto.
El proyecto contemplaba incluir varias estancias, entre otras una nave de pescado, oficinas, sala de reuniones, cámaras frigoríficas y escuela de pesca.
Fernando Arzadun describe el edificio en su proyecto como una construcción caracterizada por la regularidad y repetición de los elementos iguales (volúmenes cúbicos, líneas de vanos regulares…), luces y diafanidad de planta que facilite la circulación por la planta baja.
La estructura es un entramado de hormigón con postes y forjados sencillos o dobles. Las fachadas traslucen este pragmatismo, sin concesiones a lo decorativo. Se trata de una construcción de planta rectangular, compuesta por dos volúmenes cúbicos de diferentes alturas. Ambos se rematan por dos pequeñas torres en las que se abren pequeños óculos bordeados por decoración a base de ladrillo, el único guiño a lo decorativo y a la arquitectura popular.
Los casos de Mundaka y Elantxobe
El Casino, construido en el puerto hacia 1818, fue construido originariamente con funciones de Casa-Lonja. Es por esto que cuenta con una situación privilegiada en el puerto, justo tras la Casa Consistorial. Para su edificación el pueblo de Mundaka cedió en censo enfitéutico una parte de los terrenos de su propiedad en la Atalaya, trasladándose la Lonja desde su antigua ubicación en el Hospital. Se trata de un edificio exento cúbico, constituido por dos plantas inferiores enlucidas y una superior en voladizo revestida de galería acristalada sostenida por pies de fundición. Precisamente esta parte del edificio no corresponde a la época de construcción del edificio, sino que es un añadido posterior. En 1890 y en virtud de un contrato entre la Cofradía de Pescadores y la Sociedad Fraternidad Mundaquesa, se autorizaba a estos últimos a elevar un piso y su vivienda en el edificio de la Cofradía. El acceso a la segunda planta del edificio tiene lugar mediante un doble patín. Conserva en el lateral que mira al puerto una inscripción que dice “Lonja de San Pedro. Año 1818”.
También Elantxobe tuvo un edificio utilizado por los pescadores para sus reuniones. Todavía se mantiene en pie, en el puerto, junto al edificio usado hasta ahora para guardar los aparejos de pesca. Es un edificio de planta rectangular, con tejado a cuatro aguas y con paredes pintadas en color gris.
Todavía en los municipios citados (Elantxobe, Mundaka y Bermeo) es posible encontrar los edificios utilizados por las Cofradías de Pescadores para sus actividades. A principios de la segunda década del siglo XXI se jubiló el último pescador profesional de Elantxobe. En Mundaka aún pervive un barco profesionalmente dedicado a la pesca, pero el edificio de la Cofradía hace tiempo que reconvirtió su actividad. Así pues, solamente en Bermeo, podremos ver la sede gremial de la Cofradía de Pescadores usándose para lo que se construyó.
BIBLIOGRAFÍA
+ BARRIO LOZA, José Ángel y otros. Arqueología, Urbanismo y Arquitectura Histórica. Bizkaia II. Markina-Ondarroa, Gernika-Bermeo, Plentzia-Mungia. Diputación Foral de Bizkaia y Deustuko Unibertsitatea-Deiker, Bilbo, 1990.
+ BLASCO MARTÍN, Ana. Bizkaiko Herrien Monografiak. Mundaka eta Sukarrieta: Ikerketa Historiko-Artistikoa. Bizkaiko Foru Aldundia. Bilbo, 1998.
+ PRADO ANTUNEZ, Ana Isabe. Bizkaiko Herrien Monografiak. Bermeo: Ikerketa Historiko-Artistikoa. Bizkaiko Foru Aldundia. Bilbo, 2000.
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