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Astra, Unceta y Cía

A comienzos del siglo XX, una serie de industrias metalúrgicas de transformación empezaron a instalarse en Gernika-Lumo, principalmente en el barrio de La Vega y a lo largo de las vías del ferrocarril. Dentro de esta coyuntura se sitúa este edificio, que principalmente fue concebido como sede de las oficinas de S. A. Talleres de Guernica, empresa promovida por las familias Unceta, Esperanza, Gandarias, Pradera, Arispe y León, cuya fábrica empezó a construirse el 9 de febrero de 1913, ya estaba terminada en 1916. Simultáneamente, los mismos promotores levantaron este inmueble, concluido en 1918, destinado a servicios de intendencia. Ambas obras, proyectadas por el arquitecto bilbaíno Ricardo de Bastida y Bilbao (1879-1953, titulado en 1902), están separadas por la Fábrica de Armas Astra, Unceta y Cía., que también data de los primeros años de la pasada centuria. Más tarde, en fechas previas a la Guerra Civil, el edificio de oficinas fue recrecido con un cuerpo a modo de ático y finalmente, en 1960, fue adquirido por la contigua Fábrica Astra, Unceta y Cía. para convertirlo en su sede administrativa.

Los orígenes de la Fábrica Astra, Unceta y Cía. se remontan a la empresa Esperanza y Unceta, fundada en Eibar por Juan Esperanza Salvador, experto mecánico armero, y Pedro Unceta, montador y exportador de armas, en 1903. Este establecimiento industrial se especializó en la fabricación de la pistola modelo Victoria. Poco más tarde, ante la saturación del mercado eibarrés y gracias a una ventajosa oferta del Ayuntamiento de Gernika.-Lumo, que subvencionó la compra de los terrenos y la construcción del nuevo pabellón con 42.000 pesetas, se trasladaron a este municipio vizcaíno.

Aquí produjeron la pistola denominada Campogiro, que fue el arma reglamentaria del ejercito español hasta 1921. Este mismo año empezó la producción de la pistola Astra nº 1921, conocida igualmente como Astra 400, que tras un concurso también fue usada regularmente por el citado ejército, aparte de ser demandada por otros muchos países.

La familia Esperanza abandonó la empresa en 1925. A partir de ese momento la fábrica pasó a denominarse Unceta y Cía. En constante crecimiento alcanzado por este establecimiento fabril a lo largo de buena parte del siglo XX explica la adquisición del edificio contiguo, que como vimos era propiedad de S. A. Talleres de Guernica, con objeto de convertirlo en sede de su departamento administrativo.

Este interesante inmueble, que como anticipamos fue ideado por Ricardo de Bastida, arquitecto municipal de Bilbao y uno de los técnicos más brillantes de la arquitectura vizcaína del siglo XX, se enmarca dentro de la estética déco. Este estilo, que puede ser considerado como la versión amable de la arquitectura del movimiento moderno, tomó elementos del cubismo, del constructivismo ruso y del futurismo italiano, aunque los suavizó para eliminar su inicial radicalidad y así hacerlos más atractivos y adecuados para una clientela eminentemente burguesa, en general no iniciada en materia arquitectónica. De aquí deriva el gusto de esta corriente por la decoración, que a veces es exuberante y casi siempre simplificada y geometrizada, aunque sin perder el carácter figurativo en la mayoría de los casos. Otra de las claves de este estilo es su impulso verticalista, eco de los volúmenes de los rascacielos de Nueva York, ciudad que fue centro neurálgico del desarrollo del arte déco, aunque si la capital norteamericana fue el lugar referente, París fue la gran difusora, gracias a la Exposición Internacional de 1925.

Ricardo de Bastida demostró sus conocimientos en la materia al idear un diseño, que presenta un notable impulso vertical, gracias al empuje de las estilizadas pilastras, los estrechos intercolumnios e, incluso, el formato y el tamaño de los vanos, aspecto que además fue potenciado por el añadido posterior de una tercera planta, que incrementa la tensión ascensional al desarrollar las calles central y extremas de la fachada principal.

Por lo que se refiere a las cuestiones decorativas, merecen especial mención la solución de los capiteles, concebidos a modo de fajas, que combinan abundante follaje de gusto clásico y unas delicadas cartelas, cuya simplificación entra dentro de las pautas más propias de las estética déco. Asimismo, hay que resaltar la inclusión de ventanas subdividas por montantes en pequeños compartimentos, que al igual que otros planteamientos estructurales son de clara ascendencia inglesa, en línea con la fuerte incidencia de los modelos británicos en la arquitectura vizcaína en los albores del siglo XX.

En la parte trasera de los terrenos de Astra se construyó un bunker en la guerra civil para que los trabajadores y trabajadoras de la empresa y sus familiares pudieran resguardarse.

La fábrica situada en la villa de Gernika-Lumo, junto al ferrocarril, Amorebieta-Etxano-Gernika-Lumo-Sukarrieta, cesó su actividad en 1997. En la actualidad, el edificio de Astra y parte del solar pertenecen al Ayuntamiento de Gernika-Lumo. Allí, se está desarrollando el proyecto popular denominado Astra Gernikentzako, en el que llevan a cabo diferentes actividades culturales dirigidas a todo el público de la Villa. Por ello, no hay ningún problema para visitarlo, si antes se contacta con álguien del proyecto.

Para más información:

www.astragernika.net

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