Un gran apartado lo hemos dedicamos a ver como han influido los principales estilos artísticos en las construcciones religiosas más voluminosas (iglesias, ermitas, conventos y claustros). Ahora nos centraremos en un elemento que no puede faltar en las iglesias: los órganos. Este instrumento de aire es capaz de producir los más grandes efectos sonoros y no sin razón Mozart lo denominó “el rey de los instrumentos”. Fue inventado en Alejandría en el siglo III a.C. y ya en el siglo II después d.C. el órgano se había convertido en uno de los principales instrumentos de Roma y se le podía oír en todo tipo de entretenimientos romanos: teatro, juegos, lucha de gladiadores, en el circo y en banquetes. Ciñéndonos a nuestro entorno más cercano, Busturialde, hay que decir que presenta una colección de órganos de un gran interés cultural e histórico, instrumentos que deben ser conservados y valorados por la ciudadanía, por ello el objetivo principal de este apartado es dar a conocer las peculiaridades de este patrimonio y su importancia como vehículo cultural.
Este apartado dedicado al instrumento musical conocido como órgano tendrá dos momentos bien diferentes. En el primero, recorreremos muy por encima la historia de estos instrumentos, tomando como eje principal los órganos de Busturialde. Dada la diversidad de ellos estará dividida en tres subapartados: el primero, dedicado a los primeros órganos; el segundo, al órgano ibérico y, el tercero, al órgano romántico. El segundo momento, conoceremos más de cerca los órganos más interesantes que podemos observar en esta comarca.
1. Los primeros órganos
El antecesor directo del moderno órgano de tubos es el órgano “hydraulis” (hydraulos) en el que el agua juega un papel muy importante. Fue inventado por el considerado “padre del órgano”, Ctesibio, un ingeniero de Alejandría.
Pero el agua no es la que produce el sonido en el hydraulis, sino la presión que ésta ejerce sobre el viento. El sonido se produce a través de unos tubos de bronce, graduados en su medida según las flautas de Pan de la época; de hecho, el hydraulis era descrito como una flauta que se tocaba con las manos. En su origen disponía de una sola hilera de tubos, pero con el tiempo se le fueron añadiendo más hasta llegar incluso a seis, siete u ocho (s. III d. C.). Se decía que el órgano de agua sonaba tanto que los que lo tocaban tenían que taparse los oídos. El mayor inconveniente respecto al uso del agua era el mantenimiento constante y preciso para evitar la corrosión del recipiente que la contiene, por lo que con el tiempo se sustituyó por una cámara de aire que se impulsaba mediante fuelles y aire comprimido.
En el siglo X y a través de Bizancio el órgano fue reintroducido en Europa. Entre los siglos X y XIII se le llegó a considerar casi el único instrumento de uso exclusivamente religioso.
Con el paso del tiempo y de los siglos se fueron introduciendo modificaciones y elementos nuevos en su mecanismo como el teclado para los dedos, el teclado para los pies, las alteraciones (teclas negras) y las posibilidades sonoras (número de tubos y variedad de timbres).
Durante varios siglos las iglesias dispusieron de órganos relativamente pequeños y ya en el siglo XV los templos que se construían concebían la inclusión de un órgano como una parte más de la misma.
2. El órgano ibérico
Tras una larga evolución desde su creación en el siglo III a.C., el órgano presenta ya una configuración más o menos uniforme hacia el siglo XVI y es a partir de este siglo, cuando las diferentes regiones europeas van desarrollando diferentes ingenios y peculiaridades que culminarán en una notable cantidad de escuelas claramente definidas. Pero de todas las escuelas europeas, es la escuela ibérica, la que presenta una evolución específica y distintiva, lo que hace que este tipo de instrumento posea unas características muy especiales.
Así el órgano ibérico, hispano o como se le quiera denominar (ya que englobamos también a los instrumentos construidos en Portugal y los países Luso e Hispanoamericanos) está enclavado temporalmente en la época Imperial (siglos XVI a XIX).
Aunque el origen es común y proviene especialmente de la influencia del órgano flamenco, muy pronto empiezan a fraguarse ciertas diferencias que provienen en parte de la importación de artesanos organeros. Así, por influencia de las relaciones políticas de los distintos reinos, Castilla o gran parte de la franja occidental de la península Ibérica se ve influenciada por la labor de organeros franceses y distintamente la franja oriental, influenciada por organeros alemanes.
Pero veamos cuales son las especificidades del órgano ibérico.
La medida o entonación de los tubos se mide en palmos, ya que era la unidad de medida usual de los distintos reinos de Iberia. El palmo corresponde al cuarto de vara, y de la misma manera que las diferentes unidades de medición (peso, volumen, moneda, etc.) variaban en los diferentes reinos, el palmo es sensiblemente diferente también en cada uno de los reinos. También se denominaba vulgarmente cuarto o cuarta por ser la cuarta parte de una vara. El palmo corresponde según los diferentes reinos de la península, aproximadamente, a unos 21 cm.
Es muy importante insistir en el hecho de que dentro del calificativo de ibérico incluimos a la influencia derivada de España, Portugal, Cuba, Puerto Rico, México, Perú, Panamá, Uruguay, Paraguay, Venezuela, Brasil, Filipinas, etc.
Otra de las singularidades del órgano ibérico es el uso del viento, el cual fue siempre un quebradero de cabeza para los constructores ya que era muy difícil mantener una presión y volúmenes de aire estables. En cualquiera de los casos, los órganos utilizan desde dos hasta seis fuelles en forma de cuña hasta bien entrado el siglo XIX y normalmente el viento que producen es pausado y relativamente bajo de presión si lo comparamos con las escuelas europeas. Entre 50 y 70 mm en la península y más de 70 en el resto de Europa.
Caja | Estructura sustentante del instrumento con fines funcionales y estéticos. |
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Consola | Estructura que contiene todos los mandos que utiliza el organista para tocar. Puede estar integrada en la caja del órgano o exenta en un mueble independiente. Sus partes son: * Teclados: Presentará entre, uno, dos (lo más habitual) y seis teclados que se tocarán con las manos. Pueden tener entre 42 y 61 notas. * Pedalero: Teclado que se toca con los pies. Dependiendo del estilo o país de construcción tienen una morfología diferente. Pueden tener entre 8 y 32 notas. * Registros: tiradores o palancas que seleccionan el tipo de sonido o timbre deseado, es decir, los diferentes instrumentos que posee el órgano. |
Cañutería | Conjunto de tubos o caños de diferentes longitudes, tallas y materiales, encargados de producir el sonido. |
Secreto | Caja hermética de madera, provista de un doble sistema de válvulas superpuesto, las cuales permiten pasar el viento a los tubos. |
Fuelles | Sistema que provee de viento al órgano para su funcionamiento, estos pueden ser accionados manualmente o con motor eléctrico. |
Tabla 1: Cómo funciona un órgano: Este vídeo explica el funcionamiento de un órgano construido a la manera "tradicional”. Realizado para el festival internacional de órganos “Urdaibaiko Organoak Joxe Mari Egileor” se proyecta antes de los conciertos del festival de modo que el público asistente pueda apreciar mejor la música que escuchará posteriormente. Los autores son Benantzi Bilbao y José María Berenguer.
Una distinción más del órgano ibérico es que el teclado está partido entre bajos y tiples. Ello significa que los registros se ordenan a la derecha y a la izquierda de el, o, los teclados, de manera que los de la izquierda suenan desde la nota más grave hasta el Do central y los de la derecha suenan desde el Do sostenido central hasta la nota más aguda. Ello ha provocado que en la actualidad la literatura histórica para este tipo de instrumento sea ÚNICA EN TODO EL MUNDO.
Pero es Fray José de Echevarría y una dinastía larguísima de organeros que proceden de su escuela, los que harán que el órgano ibérico presente las características definitorias. Su apellido quedó plasmado en gran cantidad de órganos: Bilbao, Alcalá de Henares, Santo Domingo de la Calzada, Tolosa, Palencia, Toledo, El Escorial, Salamanca, Ciudad Rodrigo, etc. Entre los numerosos documentos podemos encontrar el apellido escrito de diferentes maneras: Chavarría, chevarría, etxabarria… los cuales corresponden a diferentes miembros: Fray José, José (el sobrino), Domingo, Ventura, Antonio, etc. o los Liborna Echebarria con Pedro (padre e hijo) y José, llegando estos últimos a ser organeros del Rey durante todo el s. XVIII.
Sin duda alguna el más importante de todos ellos fue Fray José, ya que fue el que invento y desarrolló al máximo diferentes aspectos que más tarde ampliarían y utilizarían todos los organeros ibéricos.
Aunque es poco lo que se sabe de él, sabemos que una de sus primeras intervenciones fue en la catedral de Mondoñedo, en Lugo, en 1655 y poco más tarde construiría el órgano de la iglesia de Santiago de Bilbao. Esta estirpe de organeros dejó la península Ibérica llena de un tipo de instrumento que en el siglo XVIII y a la postré será único en el mundo.
En 1665 Fray José construye un órgano para el convento de San Francisco de Vitoria donde coloca un maravilloso invento. El invento consiste en instalar los tubos del clarín dentro de una caja hermética cuya tapa superior podía el organista abrir o cerrar a su antojo con una pequeña palanca al pie, denominando al registro Clarín de Ecos. Pocos años más tarde instala también en los ecos una flauta y una corneta (Santa María de Tolosa). Curiosamente, durante mucho tiempo, este invento ha sido atribuido a la escuela inglesa, pero sabemos que el inglés Abraham Jordan además de organero, tenía contactos en España como importador de vinos de Jerez y así fue como conoció la caja de ecos de Fray José, aplicándolo por lo tanto más tarde para crear el Swell del órgano inglés.
Los discípulos de Echevarria y sobrinos de Echebarria dieron al arca de ecos una forma definitiva, formando una división independiente y creando así un teclado completo, lo que dio lugar al órgano de ecos. Las arcas de ecos más antiguas (hacia 1659) eran de dimensiones reducidas con dos o tres registros de tiples y estaban colocadas en un secretillo elevado sobre el secreto del órgano mayor (caso del órgano de la iglesia de Santa María de Axpe, en Busturia). Por otro lado el órgano de ecos alberga registros de todas las familias y en toda la extensión del teclado. Encontramos diversas denominaciones para este teclado, como órgano de ecos, teclado en ecos, cadereta en ecos. Por lo tanto el órgano ibérico presentaba uno o dos teclados, de forma que el primer teclado accionaba el órgano de ecos o la cadereta (o ambos) y el segundo teclado accionaba el órgano mayor.
La caja de ecos podía producir por primera vez en la historia del órgano el efecto del “crescendo” o “diminuendo”, es decir la suspensión, además del eco y contraeco. Estos efectos se realizaban a través de una palanca o una zapata para los pies.
Pero por encima del arca de ecos, la característica constructiva y ornamental más espectacular del órgano barroco ibérico es la lengüetería en horizontal en el exterior de la caja como se puede comprobar en el órgano de Santa María de Axpe (Busturia) o en el San Vicente de Ugarte (Muxika).
Según Lois Jambou (Evolución del órgano español. S. XVI-XVIII. Oviedo, 1998 ) “se debe al genio de los organeros de la tierra y no a una adaptación ingeniosa o talentosa de técnicas que por doquier se imponían al instrumento”. Esta peculiar disposición se desvincula del resto de la evolución organológica de los demás países de Europa, encontrándose en todo tipo de instrumentos, desde el más grande hasta los pequeños, invento, que además a partir del siglo XIX se aplicó incluso en el resto de Europa.
La evolución tiene dos etapas claramente diferenciadas: una en la que se sacan los registros tipo regalías a la fachada, es decir, los de pabellón corto, esto es hacia 1590 y otra hacia 1660 en la que se sacan también los registros de pabellón largo.
La dulzaina característica en Castilla está ausente totalmente en Cataluña y Valencia. En los contratos de los órganos de Mondragón y Tolosa (1677–1683), Fray José de Echevarría vuelve a darnos la información precisa:
“Mas otro juego o diferencia de dulzainas las cuales se ponen en la fachada del órgano dispuestas en el canto del secreto principal en forma de artillería.
Otro sí sería de mucho lucimiento el que se pusiese el medio registro alto de clarines. Diferencia que en ningún órgano se ha executado, salvo en el órgano de que ahora he fabricado en el convento de San Diego de Alcalá de Henares y por ser tan relevante causará más novedad aunque dificultosa en la execución por lo extraordinario de dicha mixtura y su composición. Y para esta diferencia lleva por sí su tablón con sus conducciones el cual tablón sirve de secreto para dichos clarines, los cuales se ponen en la cornisa principal en forma de tiros que hermosean toda la fachada del órgano”.
Poco después Fray José instala también un clarín en el arca de ecos y así empezaron a aparecer ampliaciones sucesivas de dichos inventos, de manera que van sucediéndose en la fachada todas las tesituras posibles de lengüetas en artillería hasta llegar al bajoncillo y trompa magna de 26 palmos en los tiples. Ya a principios del XVIII José Mañeru coloca en artillería o batalla el clarín en quincena o chirimía para los bajos. Esto confiere el “Lleno de Lengüetería” propio y único del órgano ibérico.
Órgano Mayor o Gran Órgano | Cuando se hace referencia a este teclado, se hace en relación al teclado principal del instrumento donde se han reunido los juegos de la más variada presencia tímbrica, opuesto a la Cadereta o Positivo. |
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Cadereta o Positivo | Suele estar situada a la espalda del organista y generalmente contiene juegos de talla más pequeña que el Órgano Mayor. |
Expresivo o Recitativo | Se trata de un cuerpo con juegos de carácter diferente a los del Órgano Mayor y el Positivo, y de estética “romántica”. Se acostumbran a colocarlos encerrados en una caja con celosía, o persiana, que el organista abre y cierra voluntariamente a través del pedal de expresión, y que le permite hacer inflexiones crecientes y decrecientes de volumen. |
Tabla 2: Tipos de teclados. Cada teclado recibe un nombre característico en consonancia a sus propiedades. Normalmente los teclados se acoplan al Órgano Mayor, y se enganchan al pedalero, con la finalidad de poder hacer sonar juegos de otros teclados simultáneamente, es así como se considera al órgano como el instrumento polifónico por antonomasia.
Muchos de estos inventos tuvieron además varios añadidos ingeniosos que también dotaron de singularidad a estos órganos. Así en numerosos órganos estos registros "nuevos" podían ser accionados por rodilleras o zapatas, algo totalmente inexistente en el resto de los órganos europeos. Esto lo podemos ver en el órgano de de la iglesia de Santa María de Axpe (Busturia).
Otro de los inventos de Fray José fue la sobrecímbala de tres caños por tecla que ya había sido instalada en el órgano de Alcalá de Henares y que además constaba de una fila en tercera o imperfecta y su imperfección la justifica por el choque que produce la tercera con la 8ª y la 5ª, y que normalmente aparecen en tesitura de 24ª, 31ª o 34ª.
Los registros de adorno son también agrupados como “Juguetes Alegres” por Fray José, encontrando cascabeladas, campanillas, jilgueros, pajarillos, gaita, atabal.
Aunque no hay documentación que lo asevere, Fray José de Eizaga Echevarría parece ser que nació en Eibar (Gipuzkoa) hacia 1647, aunque otras fuentes indican que era natural de Laudio (Araba). Ahora bien, aunque no sabemos ni la fecha ni el lugar del nacimiento sí sabemos con exactitud la fecha y el lugar de su muerte:
Nota necrológica del convento de San Francisco de Palencia:
“en 10 de mayo, a las dos de la noche del año 91, se llevó Nuestro Señor para Sí al padre Fray Joseph de Echevarría, en el convento de San Francisco de esta ciudad; está enterrado en su capilla Mayor. Requiescat in pace”.
En cuanto a la ubicación del órgano en la península, esta, cumple una máxima: estar a un lado, junto al coro y a moderada altura. No hay constancia de leyes ni órdenes de arquitectura.
Otra de las características propiamente ibéricas es la Fachada a Dos Hazes o Doble Fachada, típico en los órganos de las grandes catedrales o iglesias de cierta importancia y que por otro lado es algo casi inexistente en el resto de Europa si exceptuamos algún caso en Italia, Inglaterra o Países Bajos. Podríamos mencionar cientos de ejemplos como los órganos de las catedrales de Burgos, Málaga, Toledo, Granada, Sevilla, Tuy y otros.
El teclado, del órgano ibérico, en principio presentaba 38 o 39 notas y en todos los casos y hasta la actualidad, quitando alguna excepción, comenzaba y comienza por el DO1.
Es a partir de 1550 cuando encontramos instrumentos de 42 notas. Los mencionan en sus respectivos tratados, Tomás de Santa María (Arte de Tañer Fantasía, 1565) y Fray Juan Bermudo (Declaración de instrumentos musicales, 1555). Ya desde principios del s. XVII empiezan a aparecer los teclados de 45 notas, siempre con octava corta. Francisco Correa de Arauxo organista en Sevilla y en la catedral de Segovia, conoció la coexistencia de los teclados de 42 y 45 notas y Fray Pablo Nasarre en su detallada obra “Escuela música”, comenta que lo más común sean los de 42 pero afirma que “Otros hay que por la parte aguda tienen dos teclas blancas y una negra”.
Hacia 1701 aparecen ya los teclados con octava semicorta o tendida, especialmente arraiga esta peculiaridad en el reino de Valencia, constituyendo los teclados de 47 y 48 notas. Desde Nicolás de Salanova, Mathías su sobrino, y demás, utilizan este teclado durante gran parte del s. XVIII. Y es otro pariente suyo, Fermín de Userralde el que construye el teclado de cuatro octavas completas. Por otro lado y con respecto a la evolución de la tesitura o extensión de los teclados, se produce un hecho anacrónico y es que cuando en Castilla y gran parte de la zona occidental, se construyen incluso hacia 1765, teclados de octava corta, la escuela de los Salanova (en el oriente Ibérico) ya hacia 1700 presentan la octava tendida. Un poco más tarde se “vuelve la tortilla” y cuando los Salanova-Userralde siguen aplicando la octava semicorta, Julián de Laorden ya aplica la octava completa y esta es una de las razones por las que aquellos pierden el contrato del órgano de 1771 de Monóvar a favor de Laorden.
Así se van añadiendo más notas durante más de un siglo, esto es, desde 1791 hasta 1880, y finalmente con la invención y asimilación del órgano romántico se adoptan los teclados de 56 notas, aunque este caso aparece antes en algunos instrumentos excepcionales como el de José de Verdalonga de la catedral de Toledo.
Otra de las características del órgano español es la gran cantidad de secretillos, tablones acanalados y conductos que suele presentar, lo cual es debido generalmente a su ubicación en alguna capilla o en lugares muchas veces angostos.
3. El órgano romántico
El órgano romántico evoluciona, básicamente, a partir del órgano clásico francés. Este tipo de instrumento presenta ciertas diferencias notables con respecto al órgano ibérico aunque como veremos más tarde también tiene influencias de este.
Los órganos barrocos franceses son órganos con dos teclados o más y con registros completos. La medida de entonación como de la medida, al igual que en el resto de regiones europeas excepto la ibérica, es el pié.
Así pues, tomando como base el órgano francés, a partir de mediados del siglo XIX, se van sucediendo ciertas transformaciones de importancia, debido principalmente a los ingenios inventados por el hombre tras la revolución industrial. Las principales ideas vienen dadas por el que "a posteriori" será considerado como uno de los más grandes organeros del mundo, es decir, Aristides Cavaillé-Coll.
El nuevo órgano, pretende emular a la gran orquesta romántica y por lo tanto si el órgano barroco o clásico está básicamente basado en el constraste de colores, el órgano romántico busca la homogeneidad y el concepto de órgano total. Así por primera vez en la historia de la humanidad el órgano podía utilizar todos sus registros a la vez incluso en instrumentos de gran tamaño.
Por otro lado, cuando tocamos un órgano, abrimos y cerramos válvulas que permiten salir al viento comprimido por los fuelles y cuantos más registros usemos a la vez más cantidad de viento será necesaria. En consecuencia las válvulas son más difíciles de abrir, lo que se traduce en un endurecimiento notable de las teclas. Este problema fue resuelto por Aristides Cavaillé-Coll al conocer el invento creado por el ingeniero inglés Charles Spackman Barker. La máquina neumática de Barker permite la posibilidad de poder tocar el instrumento con "todos" los registros a la vez, independientemente del tamaño del mismo. El sistema consiste en colocar un pequeño fuelle con un mecanismo entre el teclado y las válvulas, el cual se encarga de hacer la fuerza oportuna para abrir la misma, de este modo el organista puede hundir las teclas con suma facilidad aunque use todos los registros del órgano al mismo tiempo.
Posteriormente esta máquina fue también modificada y una muestra de ello es la máquina inventada por Lope Alberdi, invento que aplicó en gran cantidad de órganos y cuyo ejemplo más característico en Busturialde, es el órgano de la iglesia de Santa María de Mundaka. En este caso el sistema funciona creando vacío, es decir, unos pequeños fuelles son colocados dentro de una caja a la que se le insufla viento a alta presión, cuando el organista toca una tecla, permite salir al viento, el cual cierra los fuelles y estos tiran de las válvulas.
4. Órganos de Busturialde
Prácticamente en todas las iglesias de nuestra comarca podremos gozar con los sonidos de este instrumento musical; sin embargo, no todos los órganos tienen el mismo valor histórico y/o musical. Por eso, en esta segunda parte recogemos los más interesantes.
Esta comarca presenta 15 instrumentos de diferentes estilos y épocas. Los municipios de Busturia y Muxika presentan dos órganos de estilo ibérico construidos en el siglo XVIII. La iglesia de San Miguel de Ereño también incluye un órgano de estilo ibérico construido en el s. XIX. El resto de órganos son de estilo romántico, excepto el órgano construido en el año 2004 para la parroquia de Santa Eufemia de Bermeo que es de estilo barroco alemán.
Para la descripción de cada órgano seguiremos los siguientes epígrafes:
Estos conceptos o epígrafes siempre siguen el mismo orden.
En Busturialde destacamos los órganos de las siguientes iglesias: convento de San Francisco, Santa Eufemia, Santa María, las tres en Bermeo; Santa María de la Asunción (Mundaka); Santa María de Axpe (Busturia); San Pedro de Lumo, del convento de Santa Clara, del convento de La Merced, Santa María, todas en Gernika-Lumo; San Vicente Mártir (Muxika); Santo Tomás (Arratzu); Santa María de Gorostiza (Nabarniz); San Miguel (Ereño); Santa María (Gautegiz Arteaga); San Andrés (Ibarrangelu), y San Nicolás de Bari (Elantxobe).
En general, se puede afirmar que el nivel de conservación de estos instrumentos musicales es bastante satisfactorio, ya que, algunos de ellos, han sido recientemente restaurados; no obstante, existen algunos, como el de la iglesia de Santa María de Gorostiza (Nabarniz) y el de la iglesia de San Vicente Martir (Muxika) por ejemplo, que debido a su mal estado no funcionan actualmente, por lo que convendría restaurarlos ya que estos órganos son de gran valor.
Para acabar comentar que en la www.kukupraka.org se puede encontrar más información sobre los órganos de Busturialde.
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